Opinión Social Media Marketing

Social Selling: si Instagram me dice ven, lo dejo todo

Xus García es especialista en marketing y customer experience. Destaca...

Si hay algo que recordaremos como "muy siglo XXI" en comunicación, publicidad y marketing son los influencers. Por mucho que se ha puesto en entredicho y cuestionado, que pueda ser más o menos fiable, más o menos profesional, la realidad es que han conseguido lo que muchas marcas ya quisieran: conectar con el público. Y tanto es así que con su séquito de followers consiguen más retorno y notoriedad en ventas que muchas campañas.

El influencer no es ni más ni menos que el prescriptor de toda la vida, pero con los medios digitales de hoy: YouTube, Instagram, WordPress...

A medida que aumenta el rango de los medios que tenemos a nuestra disposición, mayor es nuestro alcance. De esta forma, en un mundo global, una madre con su máscara de Chewacca recién comprada sube un video en Facebook y se puede hacer viral a nivel mundial y convertir la máscara y los productos afines en top ventas, así como a los grandes almacenes que menciona en trending topic. Mi red ha crecido, ya no es mi círculo, es cualquiera que me quiera escuchar, y no sólo eso, mi credibilidad es mucho mayor que la de una marca.

Entonces bien, ¿por qué un influencer es un influencer y qué tiene que ofrecer al mundo? En esto no hay verdades absolutas, pero normalmente habla de sus gustos y de su vida en general, creando un vínculo con su audiencia, que evoluciona a comunidad o casi familia (un saludo muy habitual). Sus seguidores se sienten parte de lo que cuenta, de sus logros, de sus metas y esta inspiración se espera como el que espera un nuevo capítulo de su serie favorita.

Cuando las marcas utilizan a los influencers para comunicar nuevos productos o iniciativas saben muy bien lo que hacen, no sólo por el volumen de seguidores, también porque saben cómo contarlo. Este storytelling personal es el que hace que el producto tenga alma (o al menos un poquito más de alma).

En la vorágine de estadísticas, mediciones y retorno de las marcas, se busca la diferenciación frente a la competencia y colarse en ese nuevo espacio social. Parafraseando a Bryan Kramer "there is no more B2B or B2C, there is H2H: Human to Human" (Ya no hay B2B o B2C, hay H2H: de Humano a Humano). Sin embargo, la mayoría de las veces, este acercamiento a los clientes es meramente teórico, porque la comunicación sigue teniendo los patrones de la televisión, prensa, radio en la que no se espera interacción por parte de la audiencia.

Pocas son las marcas que han entendido el social selling y la comunicación bidireccional

Dentro de las buenas prácticas destacan Starbucks o Sephora que han hecho de la personalización y el servicio al cliente su bandera, generando una conexión real marca-consumidor.

A día de hoy Starbucks, tiene 27.383.550 publicaciones con el hashtag de su marca (y creciendo) y una cantidad ingente de fans pidiendo que por favor traigan el unicorn frappuccino a su ciudad ¿acaso no es notoriedad?

El piloto se ha realizado con 20 empresas minoristas estadounidenses, entre las que se incluyen Kate Spade (en la imagen), JackThreads y Warby Parker entre otros, reportando muy buenos resultados.

A día de hoy, se ha implementado el botón de "Compra" como CTA (call-to-action) únicamente en los posts publicitarios, no debe faltar mucho para experimentar el shopping experience de Instagram. Así que sí, si Instagram me dice ven, lo dejo todo.

Xus García es especialista en marketing y customer experience. Destaca...
Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados