¿Censurar las redes sociales? Aunque a muchos les puede parecer algo habitual, limitar el acceso a las redes sociales entre los empleados de una compañía empieza a parecer una práctica algo rancia. Estamos entrando en la era del marketing 3.0, un marketing basado en los valores donde los beneficios del intercambio entre empresas y consumidores son funcionales, emocionales y espirituales.
El acceso a la información interna es tan importante como el acceso a la información externa, así que cualquier censura a las redes implica censura a la información. Pensemos que nuestros contactos en las distintas redes nos proporcionan informaciones selectas y de valor que de otra manera tardaríamos días en encontrar.
¿Qué pasa si los profesionales de tu compañía se sienten bien y les apetece compartir sus experiencias?
Seamos claros, hablarán de la empresa nos guste o no, así que en este caso se plantean dos posibilidades.
Alternativas a la censura del acceso a redes:
En un entorno de "inbound marketing" el branding está del lado de las personas. Censurar las redes sociales a los profesionales solo traerá desconfianza y cerrazón. En pleno siglo XXI, la apuesta es por navegar en un océano abierto: si los marineros están bien preparados, se pueden alcanzar más destinos que en un mar cerrado.