Por Redacción - 8 Enero 2020
Para las marcas y las empresas, posicionarse ante los consumidores requiere trabajar en muchos terrenos y en muchas cuestiones. No se trata solo de hacer un trabajo de comunicación, de invertir en publicidad o de crear una identidad de marca atractiva. Hay que hacer una trabajo conjunto en todas esas áreas, entre otras, para posicionarse de un modo atractivo para los consumidores y llamar (y capturar) su atención.
Y, entre esos elementos que se deben cuidar, también se encuentra la presentación específica y concreta del producto. Las compañías tienen que trabajar tanto el diseño del producto en sí como el packaging que emplean para posicionarlo ante el consumidor en el punto de venta. Estos elementos ayudan a posicionar el producto, a transmitir sus valores o a diferenciarlo de la competencia.
??Por supuesto, en ese diseño, es igualmente importante comprender qué quieren los consumidores y cómo cambian las tendencias. El diseño no puede quedarse anclado en el pasado y tiene que saber leer los cambios y las modas. Con el año nuevo, también llegan las nuevas tendencias en diseño de producto y en diseño de packaging y las compañías deben actualizar sus decisiones en ese terreno.
El diseño de producto en 2020, como explica la experta Jo Barnard, directora creativa en Morrama, a DesignWeek, estará marcado por cómo están cambiando los consumidores. Los compradores se están planteando qué es exactamente un producto y cómo quieren relacionarse con ello. Los modelos de suscripción y su crecimiento dejan claro que los consumidores ya no buscan tanto la propiedad como las experiencias vinculadas.
A eso se suma que la economía circular va en aumento y que los consumidores están buscando cada vez más productos que puedan ya no reciclar sino volver a emplear. Por ejemplo, los diseños que permiten volver a rellenar el producto y reemplearlo están en aumento.
A todo ello, la experta suma que las compañías están trabajando para ser más responsables (y podríamos añadir y parecerlo) y que necesitan potenciar la fidelidad a la marca. Todo ello hace que sus decisiones de diseño cambien y que sus productos se ajusten a lo que están buscando los consumidores y lo que quieren transmitir.
Igualmente, las empresas han comprendido que tienen que ser mucho más transparentes en lo que hacen y en por qué, lo que les ha llevado a posicionarse también de un modo distinto en cómo presentan sus productos. El diseño cambiará siguiendo todos esos elementos.
La experta señala como ejemplo de algo que ya se hizo en los últimos meses una compañía de productos de higiene femenina, Dame, que ha lanzado unos tampones con un aplicador que se puede reutilizar. Se podría añadir, como ejemplo paralelo, los movimientos que las compañías están haciendo en diseños de usar y reemplear.
A estas tendencias, que cambian cómo es el producto en sí mismo, hay que sumar el modo en el cambian las presentaciones que se hacen. El packaging también se ajusta a las nuevas modas y, como señalaban en una proyección de 99designs, tenderá a sorprender e innovar durante los próximos meses. Se buscará crear un packaging especialmente único y diferenciado.
Por supuesto, aquí también todo estará muy conectado con las tendencias que marcan el producto. Entre las tendencias que identifican está la del packaging transparente que permite ver el producto interior y que bebe así de sus colores, pero también la de un "packaging consciente ecológicamente".
El diseño responderá a las necesidades que impone el entorno: menos plástico o plástico cero, nuevos materiales, más reciclado o directamente eliminación completa del packaging.
Todo ello obligará, además, a que los diseñadores de packaging tengan que trabajar de un modo más creativo y pensar "fuera de la caja". Incluso, esta tendencia a lo natural se notará en cuestiones derivadas. Los colores naturales y pasteles de aires "terrenos" estarán muy presentes, porque con ello se conecta con la idea de lo natural.
A todo ello hay que sumar otras tendencias en lo que el packaging supone y transmite. Así, por ejemplo, se buscará que el packaging no solo presente un producto sino que también cuente una historia, se reformarán las formas de presentación de los productos tradicionales (buscando que sean distintos y rompedores) o se potenciarán diseños retrofuturistas o el uso de hologramas.