Noticia Packaging

Nestlé e IBM forjan una nueva alianza para innovar en packaging sostenible con inteligencia artificial generativa

Inteligencia artificial y ciencia molecular se unen para crear envases de alta barrera

Por Redacción - 20 Noviembre 2025

La convergencia entre la ciencia de los materiales y la inteligencia artificial ha dado un paso de gigante con la reciente colaboración estratégica entre Nestlé y la división de investigación de IBM.

Esta alianza no se limita a una simple implementación de software, sino que representa una fusión profunda entre el conocimiento centenario en la industria alimentaria y la vanguardia de la computación cognitiva. El objetivo central de esta unión es abordar uno de los retos más complejos de la era contemporánea: la creación de envases sostenibles que no comprometan la seguridad ni la calidad de los alimentos. Mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial generativa y tecnologías profundas, conocidas como deep tech, ambas corporaciones buscan acelerar el descubrimiento de nuevos materiales que permitan reducir drásticamente la dependencia de los plásticos vírgenes.

La relevancia de este proyecto radica en la metodología empleada por los equipos científicos de ambas organizaciones. Lejos de los métodos tradicionales de ensayo y error, que pueden extenderse durante años, se ha optado por entrenar modelos de lenguaje avanzados utilizando una vasta base de datos de conocimientos sobre química y estructuras moleculares. Los investigadores han recopilado información de documentos públicos y privados para construir un corpus robusto que alimenta a la inteligencia artificial. Este sistema no solo procesa datos, sino que aprende la "gramática" de las moléculas, lo que le permite predecir cómo ciertas combinaciones químicas reaccionarán ante factores externos. Es una aplicación práctica y directa de la tecnología que suele verse en modelos de texto, ahora reorientada hacia la ingeniería molecular para resolver problemas tangibles de la cadena de suministro.

Inteligencia artificial generativa aplicada a la estructura molecular

El corazón de esta innovación reside en el uso de modelos de transformadores, similares a los que impulsan las aplicaciones de chat más famosas, pero calibrados para la ciencia de materiales. IBM Research ha desplegado sus capacidades en regresión de transformadores para que el sistema comprenda las correlaciones sutiles entre la estructura microscópica de un material y sus propiedades macroscópicas, como la resistencia, la flexibilidad o la permeabilidad. Al refinar estos modelos con datos específicos de la industria del envasado, la herramienta es capaz de proponer estructuras moleculares inéditas que los científicos humanos podrían tardar décadas en conceptualizar.

Este enfoque computacional permite simular el comportamiento de miles de candidatos a materiales en un tiempo récord, filtrando aquellos que no cumplen con los estrictos requisitos de seguridad alimentaria antes de que lleguen a la fase física de pruebas. La capacidad de la inteligencia artificial para "imaginar" nuevas configuraciones químicas abre la puerta a soluciones de envasado que son, al mismo tiempo, de alto rendimiento y respetuosas con el medio ambiente. Se trata de un cambio de paradigma donde la digitalización deja de ser una herramienta de soporte para convertirse en el motor principal del descubrimiento científico, optimizando recursos y focalizando el esfuerzo humano en la validación y el escalado industrial de las propuestas más prometedoras.

El reto crítico de los materiales de alta barrera

Dentro del vasto espectro del packaging, los materiales de alta barrera representan el "santo grial" para la sostenibilidad. Estos materiales son esenciales para proteger productos sensibles de la humedad, el oxígeno y las fluctuaciones térmicas, factores que aceleran el deterioro de los alimentos y provocan desperdicio. Históricamente, la industria ha dependido de plásticos multicapa complejos y laminados metálicos para lograr este nivel de protección, materiales que son notoriamente difíciles de reciclar debido a la imposibilidad de separar sus componentes de manera eficiente. La misión de la colaboración entre Nestlé e IBM es hallar alternativas que ofrezcan esta misma protección blindada pero que estén compuestas por monomateriales o soluciones basadas en papel.

El desarrollo de estos nuevos compuestos debe sortear un laberinto de exigencias técnicas y legislativas. No basta con que el material sea biodegradable o reciclable; debe resistir las tensiones mecánicas del transporte, mantener la integridad visual en el lineal del supermercado y, sobre todo, garantizar que el producto en su interior mantenga sus propiedades organolépticas intactas hasta la fecha de caducidad. La inteligencia artificial ayuda a equilibrar estas variables, sugiriendo fórmulas que maximizan la barrera contra agentes externos mientras minimizan el impacto ecológico. Este equilibrio es vital para que la transición hacia una economía circular no resulte en un aumento del desperdicio alimentario, lo cual sería contraproducente para los objetivos globales de sostenibilidad.

Integración de deep tech en la cadena de valor

Más allá del diseño de materiales, esta iniciativa se inscribe en una estrategia más amplia de Nestlé para digitalizar su núcleo de investigación y desarrollo. La compañía está invirtiendo fuertemente en un ecosistema de deep tech que incluye no solo inteligencia artificial, sino también robótica avanzada, sensores de última generación y simulación digital. Estas tecnologías permiten crear "gemelos digitales" de los procesos de producción y de los propios envases, facilitando pruebas virtuales que ahorran materia prima y energía. La integración de estos sistemas promete agilizar la llegada al mercado de las innovaciones, permitiendo a la multinacional adaptarse con rapidez a las regulaciones cambiantes sobre plásticos de un solo uso.

La visión a largo plazo sugiere que el descubrimiento de materiales asistido por máquinas se convertirá en el estándar de la industria. Al reducir el ciclo de desarrollo de años a meses, las empresas pueden responder de manera más ágil a la presión de los consumidores y a la crisis climática. La colaboración con IBM demuestra que el futuro del sector agroalimentario pasa necesariamente por la adopción de herramientas tecnológicas de alto nivel, donde la química y el código informático trabajan en simbiosis. Este enfoque holístico asegura que cada nuevo envase lanzado al mercado ha sido optimizado no solo en su diseño físico, sino en su huella de carbono y su ciclo de vida completo.

Perspectivas para la transformación del sector

El impacto de esta tecnología trasciende las fronteras de una sola empresa. A medida que estas herramientas de inteligencia artificial se refinan y demuestran su eficacia, es probable que veamos una democratización de su uso en todo el sector del packaging. La capacidad de diseñar materiales a medida, átomo a átomo, para cumplir funciones específicas, podría eliminar gradualmente la necesidad de plásticos derivados del petróleo en aplicaciones donde hoy parecen insustituibles. Estamos ante el umbral de una nueva era en la ciencia de materiales, donde la sostenibilidad deja de ser una restricción para convertirse en un parámetro de diseño integrado desde el primer momento en los algoritmos de creación.

Esta alianza pone de manifiesto que la solución a los problemas ambientales industriales requiere una cooperación transversal entre gigantes tecnológicos y líderes de manufactura. La sinergia entre los datos masivos y la experiencia práctica en ingeniería de alimentos está forjando un camino realista y escalable hacia un futuro donde el envase deja de ser un residuo problemático para integrarse plenamente en los ciclos naturales o industriales de reutilización. La ciencia de datos, aplicada con precisión quirúrgica a la química de polímeros, está reescribiendo las reglas de lo posible en la conservación de alimentos y la responsabilidad ecológica.

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