OpenAI y Stripe revolucionan el ecommerce posibilitando las compras online desde chatbots de forma directa
Por Redacción - 30 Septiembre 2025
El ecosistema del comercio electrónico se enfrenta a una transformación sísmica con la introducción de ‘Instant Checkout’ por parte de OpenAI, un movimiento estratégico que no solo busca monetizar la vasta base de 700 millones de usuarios semanales de ChatGPT, sino que también establece un desafío frontal al modelo tradicional de publicidad de búsqueda dominado históricamente por Google.
Esta nueva funcionalidad, disponible de momento solo en EE.UU, permite a los usuarios completar compras de productos directamente desde la interfaz del chatbot, eliminando la fricción inherente a la navegación externa hacia sitios web de terceros. Se trata de un cambio radical: el asistente de inteligencia artificial evoluciona de ser un simple motor de recomendación a convertirse en un agente de transacciones de pleno derecho, redefiniendo el viaje del consumidor en el ámbito digital.
La mecánica de esta innovación reside en la implementación del Agentic Commerce Protocol, un estándar de pago co-desarrollado con Stripe.
Este protocolo abierto no solo facilita la integración de la funcionalidad de pago instantáneo, sino que también sienta las bases para un futuro donde los agentes de inteligencia artificial podrían actuar de forma más autónoma, realizando compras en nombre del usuario a partir de una simple indicación conversacional. Inicialmente lanzado con vendedores de Etsy y con la promesa de incorporar pronto a más de un millón de comerciantes de Shopify, incluyendo marcas de gran calado como Glossier, Skims, Spanx y Vuori, OpenAI cimenta una infraestructura de comercio en la conversación. Esta arquitectura se apoya en el Model Context Protocol (MCP) desarrollado por Anthropic, permitiendo a los modelos de inteligencia artificial conectarse directamente con los sistemas de backend de los minoristas, aunque el nuevo protocolo de OpenAI también soporta llamadas API más convencionales para asegurar una mayor adaptabilidad.
La transparencia y la relevancia serán sin duda, pilares fundamentales en la presentación de resultados. Es crucial destacar que, según la propia compañía, las sugerencias de productos ofrecidas por ChatGPT son orgánicas y carecen de patrocinio, clasificándose estrictamente en función de su relevancia para la consulta específica del usuario, como podría ser, por ejemplo, "las mejores botas de trekking que cuesten menos de 150 euros" o "posibles regalos de cumpleaños para mi sobrino de 10 años". Una vez sugerido el producto, la decisión sobre qué comerciante mostrar prioriza factores como la disponibilidad, el precio, la calidad y la habilitación de Instant Checkout. En este punto, OpenAI sí percibe una pequeña comisión por cada transacción completada a través de su plataforma, un flujo de ingresos vital para costear los ingentes gastos asociados al entrenamiento y la operación continua de sus modelos avanzados de inteligencia artificial.
La ventaja competitiva de este modelo radica en la fluidez de la experiencia
Anteriormente, el chatbot se limitaba a enlazar con el sitio web del vendedor para finalizar la compra, un proceso análogo al que conocemos desde los albores de Google Search. Con Instant Checkout, el usuario puede confirmar su pedido, datos de envío y pago sin abandonar el hilo de la conversación, un salto cualitativo en comodidad. Los suscriptores de ChatGPT pueden, además, utilizar la tarjeta de crédito o débito asociada a su suscripción, o almacenar métodos de pago alternativos, reduciendo aún más la fricción. Esta capacidad para mantener al usuario dentro de la interfaz de chat representa la amenaza más directa al modelo de negocio de Google, cuya principal fuente de ingresos se basa en el tráfico de referencia a los sitios web de los anunciantes.
Google, consciente de la evolución del mercado, ya ha comenzado a integrar la inteligencia artificial en sus propias experiencias de búsqueda y publicidad, con la irrupción de las "Resúmenes de IA" y el "Modo IA" en Gemini. La empresa de Alphabet se encuentra en una encrucijada estratégica: debe encontrar la manera de integrar funcionalidades de compra directa en sus plataformas de inteligencia artificial, como su chatbot Gemini o el "Modo IA" en el Buscador, sin canibalizar significativamente sus lucrativos ingresos por publicidad y clics. El interrogante se cierne sobre si el valor de las transacciones nativas de la inteligencia artificial compensará la posible pérdida de ingresos por publicidad tradicional, en un tablero donde la interacción humana se humaniza a través de la máquina y la comodidad se valora más que nunca. La estandarización del Agentic Commerce Protocol de Stripe, que opera mediante la creación de un token encriptado para la información sensible, también recibe un impulso notable al ser adoptado por un gigante como OpenAI, posicionándolo como un actor clave para un comercio agnóstico a la plataforma de inteligencia artificial.
La potencial evolución hacia un modelo "agéntico", donde los asistentes de inteligencia artificial pueden ejecutar compras sin necesidad de la aprobación explícita en cada paso, señala el futuro inmediato del comercio digital. Esta automatización de la toma de decisiones por parte de la máquina, siempre bajo una previa autorización del usuario, promete una capa de personalización y eficiencia hasta ahora inexplorada.
El mercado español y europeo, si bien la funcionalidad se lanza inicialmente en Estados Unidos, observan con atención este desarrollo, ya que la tendencia de comercio conversacional y el peso creciente de la inteligencia artificial en las decisiones de compra son una realidad. La penetración del comercio electrónico en España es robusta, con más del 70% de los usuarios de internet realizando compras online, y las tendencias ya apuntan a una mayor personalización a través de chatbots avanzados y la inminente llegada del voice commerce, anticipando una rápida adaptación a cualquier disrupción liderada por la IA que prometa un proceso de compra sin interrupciones.
