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¿Es la publicidad televisiva una burbuja sin sentido en pleno siglo XXI?

¿Queda alguien que aún vea los anuncios de televisión?
Periodista especializada en marketing, tecnología y cultura. Como escritora, autora...

No ver los anuncios de los programas favoritos de televisión ya no es tan complicado como podía ser en el pasado, incluso si se siguen viendo en los mismos canales que los han emitido de forma original. Si se tiene R, la compañía de cable, solo hay que acceder a su Rebobina, que permite ver lo que han emitido horas después. Cuando lleguen a la pausa publicitaria, no ver los anuncios es tan sencillo como darle al botón del mando que avanza la emisión. Los mensajes comerciales pasarán a muchos frames por segundo y solo se adivinarán las marcas que los respaldan si se presta atención. Aunque, en realidad, lo que interesa al espectador es saber que los anuncios han acabado y que el programa vuelve a donde lo dejó. R tiene este servicio, Ono tiene su TiVo y algunos packs de Fusión permiten grabar. ¿Se ha acabado el ver anuncios para siempre?

La publicidad en televisión se enfrenta a un grave problema, al menos para los anunciantes. Cada vez es más fácil no ver los anuncios. Siempre lo fue en realidad. Todo el mundo recuerda cuando usaba las pausas infinitas de anuncios para hacer miles de cosas. Que si aprovechar para ir a la cocina y coger (¡o hasta preparar!) algo de picar, que si ver lo que estaban echando en la competencia del programa que nos interesaba, que si maldecir lo largos que eran los anuncios y apagar la tele? Ahora no hacerle caso a las recomendaciones comerciales es mucho más sencillo que nunca. Los consumidores están hartos de los anuncios, posiblemente porque las cadenas abusaron de su paciencia cuando no había otra cosa para ver sus programas, y tienen sus tabletas o sus smartphones para entretenerse mientras no vuelve la emisión. Eso cuando no optan sencillamente por el consumo bajo demanda y pasan directamente del directo y de sus anuncios millonarios.

gráfica publicada por BusinessInsider muestra como el crecimiento de los ingresos por publicidad de internet en Estados Unidos se compensa con la caída en inversión publicitaria en los medios impresos pero también en televisión. En ese mercado, la caída en inversión publicitaria está repercutiendo en un alza en los precios de la televisión que deben pagar los consumidores, lo que llevará a que la caída de usuarios sea mayor y la bajada de audiencias siga paralela.

Periodista especializada en marketing, tecnología y cultura. Como escritora, autora...
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