Por Redacción - 17 Noviembre 2022
¿Queda todavía alguna marca que no emplee el marketing de contenidos? Parece casi imposible – algunos estudios afirman ya que el 97% de las compañías está produciendo contenidos –, puesto que los valores y los beneficios del contenido se han convertido en una de esas lecciones que siempre se repiten a los marketeros.
Los contenidos valen para mucho y logran llegar a los consumidores en un momento en el que están más hartos que nunca de las marcas y de sus mensajes. Puede que no quieran ver ni un triste anuncio más, pero si están dispuestos a descargar tu whitepaper, a leer tu análisis experto o a ver qué estás subiendo al blog corporativo. Los beneficios de los contenidos y el potencial que tiene subirlos a los propios canales corporativos son muchos: un análisis en Search Engine Land recuerda los 9 principales.
Uno de los grandes objetivos de las marcas en internet es el de lograr que los consumidores los perciban como fiables. Quieren posicionarse como una fuente de autoridad en un mercado o en un segmento. De ahí que se hayan trabajado a conciencia las redes sociales. El marketing de contenidos logra asentar esa imagen pero lo hace, y esta es una de sus grandes ventajas, desde una plataforma propia. Es decir, la marca está subiendo contenidos a sus propios entornos y no a espacios de terceros, en los que está a merced de los cambios en algoritmos y condiciones de uso.
Además, no solo se construye autoridad en un entorno propio, también se logra aumentar la confianza con una capacidad que pocas otras herramientas de marketing tienen. Como recuerdan en el análisis, algunos estudios hablan de que un 65% de los consumidores perciben a la marca como más confiable y positiva después de leer un contenido firmado por la misma marca. Si el contenido ayuda al consumidor, si logra transmitir información de forma eficiente y educativa, se ve como un elemento a favor de la marca. Ayuda a valorarla y a creer en ella. Y, también, les demuestra a los consumidores que se preocupan por ellos.
Igualmente, los contenidos de calidad sirven para la conversión directa: ayudan a generar leads y a que estos sean de calidad. Esto ocurre no solo gracias al propio contenido, sino también a la manera en la que se posiciona en la red. A través de métodos como el SEO targeteado - apostando por keywords concretas y ajustando keywords y contenidos a los diferentes momentos del viaje de compra - se consigue llegar al consumidor en el momento en el que lo necesita y con autoridad.
De hecho, el contenido no solo ayuda en ese posicionamiento con objetivos claros, sino en el SEO de forma general. Para lograr mantenerse bien posicionados en los resultados de Google, haber hecho una buena estrategia de marketing de contenidos ayuda. Y mucho. Aumenta la visibilidad y, sobre todo, la posibilidad de situarse en puestos clave orgánicos de los resultados de búsqueda. No es lo mismo estar de primero que de segundo o de noveno. El CTR del primer puesto es del 39,6%, una cifra deseable.
O lo que es lo mismo: los contenidos son más baratos que otras herramientas de marketing y salen mucho más a cuenta. Mantener los contenidos una vez creados no es muy caro - y sobre todo es mucho menos caro que estar pagando de forma recurrente publicidad - pero además también se gana en ROI. El ROI del marketing de contenidos, recuerda el análisis, es superior al del marketing tradicional. Algunas cifras lo demuestran. Genera un 97% más de links inbound, un 55% más de visitantes a las webs corporativas y un 434% más de páginas indexadas en Google.
Incluso, más allá de que sea más barato y tenga mejores retornos, los consumidores los ven con mejores ojos. Es algo que ocurre en el mercado de consumo - donde el contenido, por ejemplo, consigue saltarse barreras como los adblockers - y B2B - en los que, de hecho, los compradores ya leen una media de 3 a 7 piezas de contenido antes incluso de hablar con un vendedor. Si 7 de cada 10 personas prefiere leer sobre una compañía antes que ver un anuncio tradicional, ¿por qué dejar escapar esta oportunidad?
Sobre todo, porque si se deja pasar esta oportunidad, la competencia no lo hará. Las otras marcas ya están usando marketing de contenidos y están logrando todos estos retornos. No hacerlo no es solo una oportunidad perdida, es también el dejar en manos de los demás lo que podrían ser las ganancias propias.
Además, el contenido tiene también una suerte de efecto holístico sobre la web corporativa. Hace que sea mejor: le lleva a ganar en utilidad y en optimización. Esos beneficios en SEO ya mencionados conviven con una subida en aquellos valores que los consumidores desean y a los que las empresas aspiran. La web se vuelve más útil, más valiosa y más interesante.
Por ello, el contenido tiene un elevado valor a la hora de hacer que los consumidores vayan un paso más allá. Los empuja a cruzar la frontera y a convertirse en fans, en expertos en la marca.
