Por Redacción - 21 Enero 2025
Las marcas han empezado a focalizarse cada vez más en los menores, especialmente en su contacto inicial con la tecnología a través de sus dispositivos móviles. En un contexto donde la mayoría de los menores españoles recibe su primer móvil a los 12 años, las marcas han comenzado a crear estrategias directas y personalizadas para conectar con ellos a través de los dispositivos que más usan. Sin embargo, este fenómeno no está exento de controversia, ya que solo un 22% de los padres considera que 12 años es la edad adecuada para que los niños tengan su primer teléfono móvil, reflejando una disyuntiva generacional sobre cuándo es el momento correcto para la exposición a la tecnología.
Un reciente estudio de Qustodio revela las tendencias digitales de los menores, con un análisis profundo de las interacciones de los jóvenes con dispositivos, plataformas de entretenimiento y redes sociales. Con una media de 4 horas diarias frente a las pantallas fuera del ámbito escolar, el tiempo que los menores invierten en el uso de sus móviles sigue siendo significativo. En este escenario, las redes sociales, las plataformas de video y los videojuegos se posicionan como los principales vehículos de consumo digital, donde las marcas aprovechan su creciente popularidad para crear contenidos dirigidos a un público cada vez más joven.
En el ámbito de las redes sociales, España sigue siendo el país con mayor tiempo de uso, con los menores españoles dedicando un promedio de 67 minutos al día. TikTok, en particular, se mantiene como la plataforma más consumida, seguida de Instagram, cuya presencia también ha aumentado significativamente. Las marcas, al observar este patrón, han reforzado su presencia en estas plataformas, adaptando sus campañas a formatos más visuales y dinámicos, diseñados para captar la atención de los usuarios jóvenes que buscan interacciones rápidas y contenido entretenido.
Por otro lado, las aplicaciones de comunicación han sido un terreno fértil para la expansión de las marcas, especialmente a medida que herramientas como Snapchat han superado a WhatsApp en tiempo de uso en España. Esta tendencia marca un cambio en la manera en que los jóvenes se relacionan y, por lo tanto, cómo las marcas pueden acercarse a ellos de manera más directa a través de nuevas formas de mensajería y contenido efímero. Snapchat, con su enfoque visual y temporal, ha sido un espacio donde las marcas han comenzado a desarrollar campañas más interactivas y de corta duración, buscando captar la atención de un público más juvenil que favorece la inmediatez.
Los videojuegos también continúan ganando terreno. En España, Roblox ha consolidado su dominio en el tiempo de juego, siendo la plataforma que más tiempo consume, triplicando en uso a otros juegos populares como Brawl Stars. Este auge de los videojuegos en la vida de los menores representa una oportunidad clara para las marcas, que han comenzado a explorar el mundo de los juegos como una vía de conexión con los más jóvenes, integrando publicidad o desarrollando experiencias inmersivas dentro de estos mundos virtuales.
La presencia de plataformas educativas también es relevante, aunque en descenso en el caso de España, donde el tiempo de uso ha caído un 20%. A pesar de esto, las marcas se están adaptando a este entorno al desarrollar contenidos educativos de forma más accesible y atractiva, especialmente a través de aplicaciones como Smartick, que siguen siendo de las más utilizadas.
Las marcas desean llegar a los más jóvenes a través de sus primeros dispositivos móviles porque estos dispositivos son esenciales en la vida cotidiana de los jóvenes, quienes los utilizan para comunicarse, entretenerse y, cada vez más, para realizar compras.
Al conectar con los jóvenes en su primer contacto con la tecnología móvil, las marcas logran establecer una relación temprana que puede perdurar durante años. Además, los dispositivos móviles son plataformas altamente personalizables que ofrecen a las marcas la oportunidad de crear experiencias interactivas y personalizadas, lo que favorece la fidelización. Dado que los jóvenes tienden a estar muy involucrados en las redes sociales y las aplicaciones móviles, las marcas pueden aprovechar estas plataformas para generar contenido relevante y auténtico que capte su atención, en especial cuando la publicidad es adaptada a sus intereses y comportamientos. También, al conectar con ellos en sus dispositivos móviles, las marcas pueden influir en sus decisiones de compra, ya que los jóvenes cada vez más compran en línea, lo que facilita el acceso directo a sus productos o servicios.
Esto se debe a que, a través de sus experiencias con productos, servicios y contenidos, desarrollan una conexión emocional que va más allá de lo funcional. Las marcas que logran conectar con ellos de manera auténtica y relevante pueden establecer una relación duradera basada en la confianza y la identificación con sus valores y estilo de vida.
A pesar de su corta edad, los jóvenes son especialmente influyentes en las compras de sus mayores. Este fenómeno se debe a que los jóvenes son muy activos en las redes sociales, donde comparten sus opiniones, recomendaciones y experiencias. Esto genera un efecto multiplicador, ya que sus padres, familiares o personas cercanas suelen tomar en cuenta sus recomendaciones al realizar compras. Además, los jóvenes suelen ser los primeros en adoptar nuevas tecnologías, tendencias y productos, lo que los convierte en agentes de cambio que pueden influir en las decisiones de compra dentro del hogar. En resumen, las marcas que logran captar la atención de los jóvenes no solo están ganando a un consumidor presente, sino que también están ganando influencia sobre las decisiones de compra de generaciones mayores.
Mientras las marcas continúan profundizando en su alcance a través de dispositivos móviles, el entorno digital de los menores de edad está cambiando a un ritmo acelerado. Las redes sociales, los videojuegos y las plataformas de comunicación están configurando un nuevo paradigma en el que las marcas tienen la oportunidad de interactuar de forma más directa y personalizada con un público joven que cada vez se encuentra más inmerso en un mundo digital desde edades tempranas. Sin embargo, este acercamiento requiere una atención cuidadosa y responsable, considerando los retos que surgen en torno a la privacidad, la adicción a la tecnología y la exposición a contenidos inapropiados. En este contexto, el papel de los padres, los educadores y las marcas es fundamental para garantizar un uso equilibrado y seguro de la tecnología.