Nos encontramos con un nuevo estilo de consumidor con otro patrón de pensamiento y acción, como el nativo digital. Un perfil que nos preocupa especialmente en publicidad dentro del campo de la planificación estratégica y estudio del target, pero que no debe hacernos descuidar la reflexión y mirada hacia el caso opuesto: los maduros analógicos, que no incorporan la tecnología en sus vidas de una forma decidida y de edad avanzada, y el que reside entre medias de ambos extremos, que también tiene diferentes notas y matices en función de cómo de inmigrante digital son los consumidores que adaptan sus estilos de vida al uso de las nuevas tecnologías de manera progresiva.
Estamos viviendo la época más interesante y apasionante de la historia de la publicidad y el marketing: la época del cambio y adopción tecnológica -constante y en progreso- por parte del consumidor, y la llegada al marketing también de la tecnología para conectar con ese consumidor cambiante. Una revolución sin precedentes en la que los humanos nos posicionamos en función, como factor principal pero no único, de nuestro contexto de nacimiento y crecimiento.
La forma en que caminamos hacia la madurez como ciudadanos y consumidores, más o menos digital o más o menos analógica, nos deja marcas de personalidad sobre las que construimos las relaciones, y con ellas las que tenemos con las marcas y empresas en las que invertimos nuestro dinero. Y por tanto, es un factor especialmente trascendente desde el lado de la empresa.
Desde el marketing, nos encontramos tradicionalmente con que en función del target y de su edad decidimos medios y canales más adecuados para llegar hasta él. Es la respuesta sencilla a una pregunta nueva. Y es un error clásico pues no tiene en cuenta un factor cada vez más influyente: la percepción e integración de la tecnología es la esencia en la que tenemos que pivotar, pues marca su posición ante los diferentes medios y canales. No es el medio. Es la interpretación que hace del medio. Es cómo vive el medio en función de su corte.
Cuando analizamos nuestro target y nos queremos dirigir a él, si este forma parte de los llamados inmigrantes digitales o se encamina más hacia los maduros digitales, debemos tener en cuenta algunos insights y percepciones que tendrá en su mente y que por tanto marcarán su impulso a la compra, que en mayor o menor medida se mueven hacia estos extremos:
Partiendo del análisis y comprensión del público objetivo, estamos obligados más que nunca a considerar el factor de adopción tecnológica dentro de la planificación estratégica para ser capaces de dar algo más que insights sobre los que trabajar.
Debemos ser más conectores del cambio, inclinando también la creatividad hacia los medios y hacia un tipo de uso en función de cómo entienden y sienten la tecnología los usuarios, en este caso los inmigrantes digitales y los maduros analógicos.