Por Redacción - 8 Septiembre 2025

Inditex ha tomado medidas para salvaguardar su presencia futura en el mercado ruso, a pesar de su retirada temporal. La compañía gallega, conocida por su cautela y su capacidad para anticipar movimientos en el tablero geopolítico y comercial, ha solicitado el registro de la marca Zara en Rusia.

Esta acción, lejos de ser un mero trámite administrativo, es un claro indicio de que la suspensión de operaciones, anunciada en marzo de 2022 a raíz del conflicto en Ucrania, no significa un adiós definitivo. La decisión de Inditex de mantener sus tiendas cerradas y su actividad comercial suspendida, una postura adoptada por numerosas multinacionales occidentales, ahora se complementa con un movimiento de protección legal que asegura un posible retorno.

La solicitud de registro del logotipo de Zara, una silueta ovalada con el nombre de la marca en su interior, fue presentada ante la agencia rusa de propiedad intelectual, Rospatent. Este gesto es de vital importancia, ya que protege la identidad visual de la marca frente a posibles usurpaciones o imitaciones que podrían surgir en su ausencia. La ley rusa permite el registro de marcas por un periodo de diez años, con la posibilidad de renovaciones sucesivas, lo que otorga a Inditex una sólida base legal para cualquier operación futura. La protección de su propiedad intelectual en un mercado tan vasto como el ruso es una medida preventiva inteligente, que le permite a la compañía mantener el control sobre su marca mientras evalúa el momento propicio para reabrir sus puertas.

La retirada de Inditex del mercado ruso en 2022 fue una decisión compleja, tomada en un contexto de incertidumbre geopolítica. La compañía decidió cerrar sus 502 tiendas en el país, incluyendo las de sus marcas principales como Zara, Pull&Bear y Bershka, y suspendió las ventas en línea. Esta medida no solo afectó a la empresa, sino también a sus 9.000 empleados en Rusia, a quienes Inditex se comprometió a apoyar económicamente. La decisión fue una respuesta al aumento de las sanciones occidentales y a las complicaciones logísticas y de suministro que hicieron inviable la continuidad de las operaciones. Al mismo tiempo, la compañía se deshizo de sus activos locales, vendiendo su negocio a Daher Group, una compañía con sede en los Emiratos Árabes Unidos. Este acuerdo incluyó la transferencia de un número significativo de sus tiendas, aunque algunas, como las de Zara, se esperaba que reabrieran bajo nuevos nombres como Maag. Sin embargo, este proceso ha sido más lento de lo previsto, lo que abre una ventana para Inditex.

El hecho de que Inditex haya solicitado la protección de su marca es un testimonio de la importancia que el mercado ruso ha tenido y, potencialmente, volverá a tener para la empresa. Antes de la guerra en Ucrania, Rusia era su segundo mercado en términos de tiendas, solo superado por España, lo que subraya la relevancia de la región en la estrategia global de la compañía. La venta de sus operaciones a Daher Group fue una forma de mitigar pérdidas y proteger la integridad de la compañía en un momento de crisis, pero el registro de la marca sugiere que el movimiento fue más una pausa estratégica que una retirada definitiva. El proceso de registro es un paso burocrático, pero cargado de significado, que permite a Inditex mantener un pie en la puerta, incluso mientras evalúa las complejidades de un posible retorno.

Esta estrategia de resiliencia y protección de activos es una marca registrada de la filosofía empresarial de Inditex. La compañía ha demostrado en el pasado su habilidad para navegar por aguas turbulentas, adaptándose rápidamente a las circunstancias cambiantes y tomando decisiones calculadas. La decisión de solicitar el registro de la marca Zara en Rusia, en este contexto, no es una casualidad. Es el resultado de un análisis detallado de la situación, una apuesta por el futuro y un intento de salvaguardar su capital de marca, uno de sus activos más valiosos. Al asegurar la protección de su logotipo, Inditex se posiciona para un posible regreso, ya sea en el corto o largo plazo, manteniendo su nombre y reputación intactos en un mercado que, a pesar de las dificultades actuales, sigue siendo de gran relevancia estratégica para la empresa.

La acción de Inditex también pone de manifiesto una práctica común entre las grandes corporaciones que se han retirado de Rusia: la mayoría ha optado por mantener sus registros de marcas vigentes para no perder sus derechos de propiedad intelectual. Este enfoque de "esperar y ver" es una forma de no cerrar la puerta de forma permanente, preservando la posibilidad de volver cuando las condiciones sean más favorables. La situación actual, con un conflicto aún en desarrollo, hace que un regreso inmediato sea inviable, pero la protección de la marca es una inversión en la posibilidad de un futuro. La compañía ha demostrado una vez más su capacidad para pensar a largo plazo, anticipando escenarios y tomando medidas proactivas para proteger sus intereses.

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