Opinión Negocios y Empresas

Marketing y Empresas: Reino de la incertidumbre

Gerente Centro Comercial La Rosaleda Club Marketing Málaga

Releía hace unas semanas el libro “Historia de la incompetencia militar”, de Geoffrey Regan (Editorial Crítica) y uno de sus párrafos me hizo reflexionar acerca de su similitud con el universo del Marketing. Dice así: “Clausewitz (Carl von Clausewitz) calificó a la guerra de "reino de la incertidumbre", de ahí que competa a todo jefe militar reducirla tanto como pueda antes de enfrentar sus tropas con el enemigo”.

Cambie guerra por “marketing”. Cambie jefe militar por “director de marketing”. Cambie sus tropas por “su empresa”. Y cambie enemigo por su “objetivo”. Y seguirá teniendo incertidumbre. Por doquier. A montones.

Y hay que vivir con ella. Y con la conciencia de que por mucho que investiguemos, el director de marketing (o quien haga de él) seguirá ignorando mucho más de lo que sabe.

Geoffrey Regan, en la obra antes citada, hace un repaso a las causas personales (los miedos, las dudas, el exceso de confianza, la subestimación del enemigo,....) que llevan a sus protagonistas a situaciones en las que las dificultades resultaron ser insuperables para ellos. Y de nuevo pensé en la similitud de este planteamiento con nuestro mundo del marketing.

De entre esas causas, una de las que me llamó más la atención fue la de subestimar al enemigo. Comenta Regan que “un jefe militar que subestima a su enemigo se regala a sí mismo una triple dificultad. Además del enemigo real con el que ha de habérselas, para el que no dispondrá de la preparación adecuada, tendrá que enfrentarse al enemigo que ha imaginado y para el que sí se ha preparado, así como a la resistencia de aquellos miembros de su estado mayor y oficiales inferiores que no compartan sus puntos de vista”.

Si categorizar a las personas en términos de estereotipos suele ser un error común en la vida cotidiana de todos nosotros, cuando hablamos del mundo de la empresa, y especialmente desde el prisma del marketing, este error puede llevar a una incompetencia que provoque pérdidas cuantiosas y/o el hundimiento del barco. De ahí la importancia de investigar, analizar y rodearse de personas que en todo momento nos aporten información objetiva, y no la información que ellos creen que uno quiere recibir. “Nada puede saberse acerca del enemigo trabajando con estereotipos”, sentencia Regan.

Pero también nos podemos encontrar personas cuyo problema es precisamente el contrario, es decir, analizar todas las circunstancias que le rodean, toda la información que le llega, con las gafas de la superprudencia crónica, lo cual lleva a muchos a considerar que “la victoria consiste en evitar la derrota”, en palabras de Regan.

Corren tiempos duros, en los que los profesionales del marketing (y cualquier profesional en general) tenemos que enfrentarnos a situaciones en las que tiene que estar presente el error y será precisamente la consciencia de la posibilidad de cometer errores lo que nos hará seguir despiertos, muy atentos. Y no solamente analizando la información externa, sino precisamente mirando hacia nuestro interior, tratando en todo momento de no dejarnos arrastrar ni dominar por los sentimientos de los que antes hemos hablado, porque si nos dejamos llevar por ellos nuestra percepción y por lo tanto nuestra capacidad de decisión, se distorsionará. Y de ahí a la incompetencia sólo hay un paso.

Sí, corren tiempos duros, tiempos que obligan a vivir con la incertidumbre, con el error, con el fracaso. Porque son inherentes al éxito y al acierto. De hecho, son lo mismo, y sólo cambia la perspectiva de quién analice la jugada. Piense que en cada batalla encontraremos un ganador y un perdedor. Un éxito y un fracaso. En la misma jugada.

Por eso, en mi opinión, se torna ahora más importante que nunca la confianza. No hablo de ser ilusos. No hablo de confianza ciega que lleva muy de vez en cuando a la decepción. Hablo de esa confianza en nuestras posibilidades. De confianza en nuestras empresas. De confianza de esas empresas en sus trabajadores.

Y si hay un departamento clave en esta labor de restaurar la confianza perdida es el departamento de Marketing. Precisamente porque investigamos y ayudamos a reducir la incertidumbre, además de situar nuestros objetivos en su justo punto, sin subestimar ni sobreestimar. Ni a nada ni a nadie. Con la dosis exacta de confianza, que ya lo dijo Michael Jordan, “nunca pienso en las consecuencias de fallar un gran tiro … cuando se piensa en las consecuencias, se esta pensando en un resultado negativo”, y para negativo, ya tenemos nuestro entorno. Aportemos esta justa pizca de confianza al caldo de nuestras respectivas tareas, y el sudor hará el resto.

Gerente Centro Comercial La Rosaleda Club Marketing Málaga
Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados