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Por Redacción - 26 Octubre 2011
"Tras mil batallas vencidas y el paso de viejas épocas que tuvieron su inicio y su fin, solamente ha existido un Rey, valiente, poderoso y reconocido,cuyo reinado ha perdurado al paso de lostiempos.Aquel al que muchos enterraron y dieron por muerto, pero que lleno de vida volvió de entre tinieblas para reclamar lo que era suyo.Un reinadocontinuamente amenazado portodo tipo debestias incansables y feroces, pero sobre el cual,el Reysigue implantandosu orden y ley, sentado allí, desde en el trono que todos ansían".
Esta sin duda podría ser una historia de leyenda, o quizás la crónica de un verdadero Rey de nuestra historia. Sin embargo, esta es tan sólo la verdadera historia de un "Rey" de nuestra época, y que perdura en nuestros días. "Marketing de contenidos", es el nombre por el cual es conocido.
No cabe duda de que en plena era de los social media, el marketingde contenidos sigue siendo el Rey. Y mucho más que eso, pues es sin duda todo un arma, si no la mejorpara nuestro negocio. Así es a pesar de que con el paso de los años y las nuevas tendencias, muchos fueron los que pensaron que la importancia del contenido eratan sólo un fenómeno del pasado, donde buscadores y blogsvivían entoncessu gran época dorada.
Sin embargo, como en una especie de Déjà vu o paramnesia, su importancia y valor continúanconvirtiéndolo uno de los principales pilares de toda estrategia de comunicación y marketing online de empresas y marcas, en un mundo digital donde la información se transmite y comparte velozmente y en tiempo real, y donde los usuarios y consumidores han cambiado sus hábitos y la forma de relacionarse con las marcas.
No podemos negar de que las redes sociales, han supuesto un nuevo cambio de paradigma en la forma de planificar y establecer los objetivos y estrategias de los negociosy empresas. Pero aun así, "sin contenido" las empresas carecen de una de las armas más poderosas.
Contenido relevante, clave para generar un mayor compromiso y participación entre usuarios y marcas
Creando, generando ycompartiendo contenido interesante y relevante las marcas y empresas pueden transmitir a sus seguidores, clientesy consumidores que conocen "su territorio", mostrándose como auténticos líderes de opinión en su sector y ayudando a sus clientes a mantenerse al día sobrelas novedadesimportantes. Es por ello que cada vez más empresas y profesionales están poniendo un énfasis cada vez mayor en la capacidad de comercialización de contenidos de valor. En este sentido, los resultados y datos de unreciente informe desarrollado porHiveFire,nos revelaban que casi la mitad de los profesionales del marketing, ahora adoptan el contenido como parte de su estrategia.
Si el contenido es el Rey, el contexto es la Reina
Aquí podríamos plantear una serie de preguntas muy interesantes. “¿Qué se considera algo con valor único y atractivo para los consumidores? ¿Qué es algo que podamos ofrecer a los consumidores que no hayan visto o leído antes y a su vez, ofrece algún tipo de valor a la participación que va más allá del simple hecho de empujar el contenido?”.
Calidad, primer mandamiento de la religión del marketing de contenidosCalidad, calidad y calidad. Este pudiera ser el primero de los diez mandamientos del marketing de contenidos. El que prima sobre el resto y el que siempre deberemos tener en cuenta sin dejar de olvidarlo.
Tener miles de fans o seguidores no nos va a garantizar alcanzar ninguna de nuestras metas u objetivos. Y mucho más si la información que compartimos carece para ellos de calidad, verdadero interés y relevancia. Si nuestro trabajo de comunicar y compartir información se vuelve primitivo careciendo de dichos valores, nuestra legión de seguidores pasará a convertirse en un ejercito de "fans zombies" o generación de "fans nini". Usuarios indiferentes a nuestras acciones que ni escuchan, ni se interesan, ni participan en las conversaciones que pretendemos iniciar.
Todo esto es una prueba más que evidente de la importancia del marketing de contenidos y de que el Rey al que muchos dieron por muerto sigue vivo.
