Artículo Marketing online

Diseño web adaptativo y responsive, lo más demandado por las empresas a las agencias y diseñadores web

Las marcas ya no pueden permitirse dejar pasar más tiempo al tren del diseño responsive y adaptativo

Por Redacción - 27 Enero 2016

Los más adelantados, los early adopters que son capaces de saber por dónde van a ir los tiros antes de que ocurran prácticamente las cosas, escucharon hablar del diseño web adaptativo y del diseño web responsive hace unos años. Fue entonces cuando quienes iban a encuentros de responsables web o quienes asistían a eventos sobre internet a alto nivel escuchaban a quienes empezaban a hablar de esta propuesta y a defender la idea de no crear escenarios diferentes en el móvil sino más bien pasarelas que funcionasen en múltiples escenarios.

Esto coincidía con la época en la que aún no se había aprendido que había que ser multidispositivo y con aquella en la que las apps parecían estar no solo de moda sino también haberse convertido en la próxima gran realidad incuestionable en el mundo de la red. Todo el mundo quería entonces tener una app y muchos eran los que, en lugar de crear webs que funcionasen a diferentes niveles y en diferentes escenarios, apostaban por crear propuestas distintas para escenarios diferentes. Aquel era el momento en el que los medios tenían apps para casi cada sistema operativo móvil que apareciese.

Años después, el tiempo ha dado la razón a aquellos early adopters que supieron ver más allá de la fiebre de las apps. Hoy los expertos debaten sobre si las marcas tienen que crear apps o no y, sobre todo, qué interés pueden despertar para unos consumidores que se han acostumbrado a mirar las cuatro apps que les interesan y borrar u obviar todas las demás. Ningún experto debate ya que las webs tienen que ser capaces de funcionar en diferentes escenarios y en distintos formatos. Los sites tienen que verse en igualdad de condiciones y con la misma calidad en la pantalla gigante del ordenador de sobremesa del trabajo y en el smartphone que siempre se lleva en el bolsillo.

Esto ha hecho que el diseño web adaptativo y responsive se haya convertido en el nuevo "must" que no puede faltar en una estrategia de posicionamiento en la red. Si se quiere estar online (y prácticamente todas las empresas quieren hacerlo hoy en día), se debe estar usando estas técnicas y siendo capaces de funcionar a todos esos niveles. Los especialistas en diseño web han aprendido rápidamente a trabajar bajo estos parámetros y sus horas de trabajo son las más reclamadas por agencias y marcas que quieren adaptarse a los nuevos tiempos.

No hay más que echar un vistazo por la red y por las webs de algunos medios de peso o de marcas conocidas para descubrir que no todo el mundo ha hecho los deberes, aunque que no lo hayan hecho no quiere decir que no lo tengan que hacer. El tiempo apremia y el hacer que una web sea elástica a la hora de adaptarse a las diferentes pantallas es una realidad que no se puede dejar pasar más tiempo.

Las diferencias con el diseño adaptativo y el diseño responsive

Aunque tanto el diseño adaptativo como el diseño responsive permiten cubrir las necesidades de las empresas en este punto, no son exactamente lo mismo. Los dos sistemas tienen en común los elementos que importan y que las marcas no deben dejar pasar en este momento. Ambas solucionan los problemas que impone el enfrentarse a diferentes pantallas, pantallas además que cuentan con diferentes necesidades y que ofrecen distintas calidades a los consumidores. No es el único beneficio común: ambos sistemas permiten reducir los tiempos de carga en el móvil (una de las grandes preocupaciones de las marcas y uno de los puntos más importantes para los consumidores, que abandonan rápidamente las páginas móviles que tardan en cargarse).

A pesar de estos puntos en común, y como explican los especialistas, entre uno y otro tipo de diseño web hay ciertas diferencias, que obligan a las marcas a reflexionar antes de quedarse con uno o con otro. El diseño responsive es más flexible que el diseño adaptativo. El primero reestructura todos los elementos de la web para que el usuario pueda acceder a todos ellos y pueda hacerlo de una forma cómoda, óptima a niveles de calidad y aprovechando todo el espacio existente. Los diferentes elementos de la página cambian su ubicación o su tamaño para posicionarse del mejor modo. Frente a ello, el diseño adaptativo emplea tamaños preestablecidos (es decir, crea modelos de cómo se mostrará el contenido si se abre en diferentes tipos de pantalla concretos).

El cliente lo espera y lo premia

A todas estas ventajas en cuestiones más bien técnicas se suma el hecho de que el consumidor espera este tipo de diseño y lo premia. Cada día se hacen más cosas desde los dispositivos móviles. Los consumidores compran desde sus smartphones, acceden a su cuenta bancaria o leen las noticias de última hora desde sus smartphones o sus tabletas y esperan además hacerlo con calidad y con un diseño que les ayude a acceder a todos estos contenidos.

El síndrome de los dedos gordos (el hacer clic en donde no se quería por culpa de que los elementos de la web son muy pequeños o están muy juntos), los tiempos de carga que hacen perder la paciencia o las páginas que sirven en el móvil anuncios o contenidos en formato de escritorio eran perdonados hace unos años, pero, ahora que el móvil se ha convertido en una parte tan importante del día a día y es usado de forma tan habitual y extensiva, las cosas han cambiado. Los consumidores tienen cada vez menos tolerancia a estos fallos y las marcas tienen que asegurarse que estarán blindadas ante ello. Analizar si tu página web está preparada y echar mano de herramientas de espacio web con herramientas de diseño incorporadas que permiten crear páginas adaptadas a los diferentes escenarios puede ser una solución. Fichar a un diseñador que cree desde cero una web que cumpla con todos estos requisitos puede ser otra.

Sea como sea, las marcas ya no pueden permitirse dejar pasar más tiempo al tren del diseño responsive y adaptativo. Como recuerdan en un análisis en Inc, un diseño que funciona en todas las pantallas no solo hace que la web de la compañía sea más "bonita" sino que además ayuda a vender mucho más. Según un estudio realizado por el Aberdeen Group, los sites que cuentan con un diseño responsive consiguen mejores resultados de conversión. Según sus datos, las tasas de conversión son un 10,9% superiores en la comparación anual, mientras que las webs que no lo son solo crecen año tras año en un 2,7%.

Por qué es ahora o nunca

En definitiva, la importancia de contar con un diseño responsive es además ahora más importante que nunca y se ha convertido en una prioridad para las marcas, que ya no pueden esperar más tiempo y no deben dejar pasar tampoco más días sin actualizar el diseño de sus páginas. A esto hay que sumar ahora, como elemento que pone la puntilla, que Google ha convertido el diseño móvil en una de sus últimas obsesiones.

Por primera vez en mucho tiempo, Google ha realizado su última actualización de algoritmo de forma bastante transparente. El gran cambio, en lo que a las normas para posicionarse bien en sus resultados de búsqueda se refiere, se produjo el pasado mes de abril y, antes de que se aplicase el cambio, la compañía anunció qué era lo que iba a tener a cuenta, algo que no suele hacer. Por crear, la firma creó hasta una herramienta online, una prueba de optimización, que permitía descubrir si la página web que se quería comprobar estaba o no preparada para lo que iba a suceder. ¿Qué es lo que Google pedía? El buscador anunció que, a partir del pasado mes de abril, empezaría a tener en cuenta la usabilidad móvil a la hora de ordenar sus resultados de búsqueda. Si una página no estaba preparada para que el acceso desde el móvil fuese de calidad, el buscador la penalizaría y haría que se despeñase (uno de los grandes terrores de las marcas) en los resultados de búsqueda móviles.

Y aunque la penalización solo afectaba a los resultados de búsqueda móviles, lo cierto es que la realidad era un poco más complicada que eso. Por una parte, perder posiciones en los resultados de búsqueda móviles es un problema muy serio. Quedarse con que al menos se mantendrá el escritorio es poco consuelo, ya que los móviles son cada vez más importantes en el acceso a los contenidos. No se trata solo de que los consumidores accedan a internet cada vez más a través de sus dispositivos móviles, sino que además su peso en las búsquedas es cada vez mayor. Según datos de la propia Google, el 50% de las búsquedas ya son móviles. El futuro podría llegar con porcentajes superiores.

Por otra parte, que el cambio en el algoritmo solo fuese a penalizar a los resultados en móviles es algo que dijo Google, pero no algo que los expertos en SEO estuviesen viendo. Poco después de la actualización del algoritmo, algunos analistas hicieron tests para comprobar qué estaba sucediendo y descubrieron que si no se tenía un diseño que funcionase en móviles Google también penalizaba en escritorio.

Y la clave para que las cosas funcionen tanto en móvil como en escritorio está en el diseño responsive. De hecho, en los propios textos en los que Google presentó las nuevas exigencias que iba a imponer y daba unas ciertas recomendaciones sobre lo que se podía hacer, el diseño responsive siempre aparecía destacado. Empleando esas pautas de diseño, las marcas se aseguran de que sus sites funcionarán tanto en móvil como en escritorio y que responderán a lo que el algoritmo de Google espera.

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