Por Redacción - 22 Septiembre 2025
La fusión entre la inteligencia artificial y el posicionamiento web ha alcanzado un punto de inflexión, redefiniendo las reglas de la visibilidad digital. Un hallazgo revelado por el consultor Luca Tagliaferro apunta a que ChatGPT, el popular modelo de lenguaje, está replicando de manera asombrosa los mismos factores de clasificación que Google ha perfeccionado a lo largo de más de dos décadas. Esta convergencia no es casual, sino el resultado de un aprendizaje profundo basado en un vasto corpus de datos web, donde las señales de autoridad y relevancia que marcan el éxito en los buscadores tradicionales son también las que guían las respuestas generadas por la IA.
El experimento, aunque de naturaleza anecdótica, ofrece una visión reveladora al demostrar cómo la IA, al ser consultada por especialistas en un nicho específico, no solo proporciona nombres, sino que los "clasifica" de forma similar a como lo haría Google.
La clave reside en que ChatGPT no accede a los datos de clasificación en tiempo real de Google, sino que infiere la relevancia de una entidad basándose en un conjunto de indicadores. Entre ellos destacan la presencia en sitios de alta autoridad a través de backlinks, las menciones en medios de prestigio, la participación en conferencias de renombre y, de manera fundamental, la optimización de los propios sitios web con un lenguaje y estructura que la IA puede interpretar como señales de experiencia y autoridad. El modelo generativo, por tanto, no se limita a ofrecer una lista, sino que construye su propia jerarquía de credibilidad.
Este comportamiento de la IA subraya la importancia del trabajo de relaciones públicas digitales como un pilar fundamental de la estrategia de SEO. Las marcas que invierten en generar credibilidad y enlaces de alta autoridad no solo aseguran un mejor posicionamiento en el buscador tradicional, sino que también se garantizan un lugar preponderante en las respuestas de los asistentes de inteligencia artificial. La creencia de que el SEO y el trabajo de marca son disciplinas aisladas se ha desvanecido. En la actualidad, construir una reputación sólida a través de menciones y enlaces genuinos es una inversión dual que produce dividendos tanto en Google como en plataformas de IA, lo que se traduce en una mayor visibilidad y confianza por parte de los usuarios.
La investigación también reveló que la frescura del contenido y una estructura técnica impecable son aspectos que la IA valora al momento de formular sus respuestas.
Un sitio web bien optimizado, con una jerarquía de encabezados clara, datos estructurados y un lenguaje natural, facilita la comprensión del modelo de lenguaje, permitiéndole extraer información precisa y completa. La IA no solo analiza la calidad de la información, sino también la forma en que esta se presenta. Este hallazgo refuerza la necesidad de que las empresas integren sus estrategias de contenido y SEO técnico con una visión de conjunto, asegurando que cada pieza de información esté optimizada no solo para los algoritmos de búsqueda, sino también para ser consumida y referenciada por las tecnologías de lenguaje.
La distinción entre un consultor y una agencia de SEO, que ChatGPT inicialmente no logró identificar de manera precisa, sirve como un recordatorio de que la IA todavía depende de los datos de entrenamiento para contextualizar sus respuestas. Sin embargo, al recibir retroalimentación y al analizar las señales de autoridad, el modelo pudo afinar su comprensión y generar respuestas más alineadas con la realidad del mercado. Esta capacidad de adaptación y aprendizaje continuo de la IA significa que las empresas que desean liderar el futuro de la visibilidad en línea deben ir más allá de las tácticas superficiales. La relevancia, la autoridad y la confianza, demostradas a través de un trabajo constante y ético, son ahora los pilares que sostienen tanto el posicionamiento en buscadores como el reconocimiento en los nuevos asistentes de inteligencia artificial.
Al comparar los resultados de ChatGPT con los de Bing, el experimento demostró una sorprendente falta de similitud, lo que refuerza la idea de que la IA está mimetizando el comportamiento de Google al procesar la información. Esta dependencia de los patrones de Google para ofrecer respuestas de alta calidad resalta que, si bien el SEO no está obsoleto, su enfoque debe expandirse. Ya no se trata solo de capturar tráfico a través de clics, sino de ser la fuente de información definitiva que los asistentes de IA eligen para resumir una respuesta. En este contexto, el valor de la visibilidad se mide tanto en el tráfico directo como en la mención y el reconocimiento como una entidad confiable en la web. La estrategia de las empresas debe, por tanto, ser holística, abarcando desde el SEO on-page y técnico hasta la construcción de una marca sólida que resuene con las señales de autoridad que la IA, de forma cada vez más sofisticada, busca para validar su conocimiento.












