¿Personaliza y vencerás? Cómo los algoritmos impulsados por IA mejoran el engagement en redes sociales
Las audiencias que consumen contenido en redes sociales se han vuelto más exigentes, y las marcas parecen haber entrado en una especie de competencia olímpica por captar la atención de los usuarios, en una realidad donde el scroll es más veloz que un parpadeo.
La personalización del contenido pasó de ser una estrategia opcional a convertirse en un pilar fundamental. Ya no basta con conocer los gustos de la audiencia para generar más reacciones; hoy, la meta principal es alcanzar la hiperrelevancia ante las audiencias objetivo y, por supuesto… aumentar el engagement.
Detrás de esta meta, entra en juego una herramienta silenciosa, rápida y sobre todo potente: la inteligencia artificial.
Los algoritmos solían centrarse en organizar los contenidos más relevantes para mostrar a las audiencias. Hoy, esa tarea es solo una parte del panorama. Estos sistemas aprenden, se adaptan, se actualizan constantemente… y en muchos casos, podrían llegar a conocernos mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos.
La IA: el trabajador incansable tras el telón
Cada vez que nos detenemos medio segundo más de lo habitual a ver un video en TikTok o Instagram, cuando reaccionamos a publicaciones fuera de nuestra audiencia de seguidores, damos like, compartimos o guardamos, el algoritmo de la plataforma se alimenta y se vuelve capaz de ofrecernos nuevas opciones para seguir incentivando nuestra permanencia en ese ecosistema digital, con una inmediatez impresionante
La IA es un trabajador incansable tras el telón, que no solo organiza contenidos para cada feed; también realiza un estudio profundo de las interacciones —o microinteracciones—, los tiempos de permanencia y retención, los comportamientos y los hábitos.
Esa capacidad de mostrarnos contenidos con alta probabilidad de conectar con nuestros gustos, pensamientos, estilo de vida y demás preferencias personales, deja claro que el engagement dejó de ser fortuito: hoy es 100 % programado.
La retención: una mina de oro
Suele pasar que hay redes sociales que parecen creadas solo para uno. La personalización de la IA es tan potente que puede ser imposible salir de la plataforma debido a la relevancia de los contenidos que inserta en el feed: la música que más nos gusta (audiomarketing), el creador que más se alinea a nuestras preferencias y valores, los temas que nos interesan y más.
Este entorno mágico busca impulsar un indicador importante en digital y que es 100% medible: la retención, que como consecuencia directa termina impactando en otros indicadores de desempeño ligados al compromiso de audiencia como son los likes, clics y compartidos. Mientras más tiempo pasemos consumiendo un contenido que conecta con nuestros gustos, es más sencillo reaccionar a este.
Este ambiente perfecto está totalmente programado por la IA. Un entorno libre de cualquier intervención humana, donde el algoritmo tiene la palabra final.
Marketing en la era de la IA: un mundo de posibilidades
Para quienes tejemos estrategias con hilos de audiencia, la IA aparece como oráculo y musa digital. Puede sonar místico, pero es tan real como el algoritmo detrás del feed.
Si hay algo que las redes sociales nos han enseñado desde su aparición, es que renovarse es sobrevivir. Que actualizarse viene en el paquete, y que adaptarse es la única forma de seguir en el juego. Por eso, la IA se convierte en un recurso poderoso para posicionarse con relevancia y fuerza frente a las audiencias.
Hoy, la inteligencia artificial nos permite acciones tan claves como:
- A/B testear contenidos a escala.
- Ajustar mensajes para diferentes perfiles psicográficos.
- Segmentar audiencias con una precisión quirúrgica.
- Crear experiencias más inmersivas y personalizadas.
¿Todo un sueño, no? El mensaje correcto, para la persona correcta, en el momento correcto. Y ahora, gracias a la IA, eso no solo es posible… es escalable, automatizable y en constante crecimiento.
Esto ya no es una promesa a futuro; está pasando en otros grandes escenarios en simultáneo. Industrias como la publicitaria y el cine están aprovechando la inteligencia artificial para optimizar tiempos, reducir costos y elevar la calidad de sus producciones. Un caso reciente es el de la película Here, dirigida por Robert Zemeckis, donde se utilizó tecnología de IA desarrollada por Metaphysic para rejuvenecer en tiempo real a Tom Hanks, representándolo en distintas etapas de su vida sin necesidad de largos procesos de postproducción.
Lo que antes llevaba semanas, ahora se resuelve en minutos.
En el mundo publicitario, Coca-Cola (obvio, Coca-Cola) lanzó en noviembre de 2024 su primer anuncio navideño completamente generado por IA, una reinterpretación de su icónico comercial Holidays Are Coming de 1995. En colaboración con estudios como Secret Level, Silverside AI y Wild Card, la marca usó modelos como Leonardo, Luma y Runway para crear piezas personalizadas, evitando filmaciones tradicionales y adaptando el contenido a diferentes regiones y culturas (sí, personalización al máximo).
Además, incluyó una experiencia interactiva con un Santa Claus digital impulsado por IA, accesible a través de códigos QR en las latas del producto. Eficiencia, rapidez y adaptabilidad.
Aquí se pone interesante…¿Tiene un límite? ¿Es buena la hiperpersonalización?
Como todo en esta vida —bueno o malo—, es necesario hacerse preguntas y abrir espacios para análisis que, aunque incómodos, son totalmente necesarios. El papel de la IA en la adaptación de contenidos para las audiencias parece, a simple vista, una gran herramienta: más relevancia, más conversación, más eficiencia. Pero… ¿realmente estamos generando contenido de calidad en redes sociales, o solo estamos perfeccionando el bucle que nos mantiene enganchados? ¿Estamos informando o solo alimentando la dopamina?
Estamos claros: el algoritmo carece de ética, valores o empatía. Va directo al cumplimiento de su único objetivo real: mantenernos retenidos el mayor tiempo posible. Y en ese camino, puede generar sesgos de información, reforzar cámaras de eco (nos devuelve nuestra propia voz una y otra vez), e incluso priorizar contenido polémico si eso garantiza más visualizaciones.
Entonces, la pregunta clave: ¿Estamos creando contenido significativo o simplemente más scroll infinito?
Apostar por el equilibrio: que la IA sea una aliada (y no la dueña del juego)
Considero que la personalización extrema puede traer consecuencias que terminan alienando a las audiencias. Cuando todo se presenta tan perfecto, adaptado y funcional, el mundo se vuelve más pequeño de lo que realmente es. Se pierde la sorpresa, se diluye la contradicción y se limita la capacidad de análisis y de búsqueda. Es una burbuja cómoda, hecha a medida, pero también una que adormece las reacciones auténticas y bloquea las conexiones genuinas con lo diverso y lo desafiante.
La inteligencia artificial no tiene por qué ser una amenaza, siempre que recordemos quién está al mando. El verdadero poder sigue estando en la decisión humana: cómo usamos estas herramientas, con qué propósito, y sobre todo, con qué límites. Apostar por el equilibrio no significa frenar la innovación, sino guiarla con criterio, empatía y responsabilidad. Y en otros casos, también dejarse guiar, estando atentos y siendo críticos.
Por experiencia, ahora que me he dejado encantar por la IA para generar contenido en mi trabajo y proyectos, he descubierto algunas acciones clave para mantener ese equilibrio sin perder el control:
- Usar la personalización para mejorar la experiencia del usuario, sin alienarlo.
- Crear contenido valioso que, además de entretener, eduque o inspire.
- Conectar con personas, no solo con perfiles.
Se trata de aprovechar la IA, no de perdernos en ella.
Wake up call a los creadores
Plantearse interrogantes es esencial cuando nuestra responsabilidad es comunicar, generar comunidad y producir acciones. No solo en redes sociales, sino en cualquier ecosistema digital que requiera contenido.
- ¿Mi contenido está aportando en algo a la audiencia que lo recibe?
- ¿Estoy entendiendo a mi público o simplemente manipulando su comportamiento?
- ¿La IA me ayuda a llegar mejor o solo a capturar más tiempo de retención? ¿Es ese mi objetivo?
Los datos demuestran que la IA es una herramienta efectiva, sin duda. No obstante, es ideal mantener un control de la herramienta, usarla con absoluto criterio y estrategia (obviamente le pedí a ChatGPT que me diera su opinión luego de escribir este artículo).







