Artículo Marketing

Los tres elementos clave en los que los CMOs tienen que centrarse cuando trabajan la estrategia de marketing

Además de lo específico vinculado a la marca, hay que seguir las tendencias generales

Por Redacción - 30 Mayo 2019

Tener una estrategia de marketing ajustada a las necesidades de la compañía y que destaque aquellos puntos que funcionan como elementos clave para obtener los mejores resultados posibles es muy importante.

Eso implica no solo conocer muy bien las fortalezas y las debilidades propias sino también las que la industria tiene de forma general y trabajarlas de forma específica, comprendiendo igualmente aquellos elementos que se podrían considerar transversales. Esto es, hay que saber cuáles son los puntos cruciales que, de un modo general, impactan en la estrategia de marketing y en cómo los consumidores responden a ella.

Por eso, a lo propio hay que sumar lo de todos. En este último terreno, un análisis de MarketingProfs ha identificado cuáles deberían ser las tres piezas básicas en las que los CMOs deberían estar trabajando y que deberían articular la estrategia de marketing de las compañías.

Mejoras

O lo que es lo mismo: aunque es imposible que todo el mundo esté contento y que lo que la marca haga tenga a todo el mundo feliz, sí se puede trabajar en aquellos elementos más generales que harán que las cosas fluyan mejor. Como señalan en el análisis, muchas compañías tienen áreas que necesitan una mejora de forma clara y casi obvia. Una vez que se hacen esos cambios, ya se puede ir a lo más específico y a los cambios en terrenos mucho más concretos.

¿Cómo saber qué cambiar? No es nada complicado: el marketero solo tiene que ponerse en la piel de sus consumidores y analizar qué es lo que ellos quieren y lo que están recibiendo pero también qué es lo que no está siendo como debería ser.

Este punto es además un elemento crucial en la estrategia de cambios y de reposicionamiento. Lo es no solo porque mejorar lo que se hace parece casi un movimiento de lógica, sino también porque en el mercado en el que las marcas tienen que moverse hoy en día el margen para los errores es cada vez menor.

Personalización

A lo largo de los últimos años ha ido quedando claro que las marcas y las empresas tienen que hacer un trabajo de personalización. Los consumidores quieren recibir contenidos adecuados a sus gustos, a sus intereses y a sus hábitos.

Lo que no ha quedado tan claro a los responsables de marketing y lo que debería convertirse en un punto crucial a trabajar es el hecho de que la personalización también tiene un lado negativo y también se puede convertir en un problema. Esto es, no solo vale con personalizar sino que hay que personalizar bien. Cometer errores en personalización (desde una personalización cutre a pasarse en el proceso de personalización) puede hacer que los consumidores rechacen la marca y sus productos. Un 63% de los consumidores reconocía, de hecho, que dejaría de comprar una marca que hiciese mal el trabajo de personalización.

Por ello, las compañías tienen que trabajar lo que hacen y cómo lo hacen. Tienen que ajustar la personalización para que sea lo más adecuada posible y para que se ajuste más a las expectativas de los consumidores.

Fidelidad

Y, finalmente, el tercer gran punto en el que los responsables de marketing tienen que trabajar es el de la fidelidad. Hay que lograr que conecten con la compañía y que se conviertan en sus grandes consumidores. No hay que olvidar que, como recuerdan en el análisis, la realidad demuestra que solo un pequeño porcentaje de los consumidores será consumidor recurrente pero que ese consumo será la parte más importante de los ingresos de la compañía.

Por tanto, lo más eficiente para la empresa es identificar a esos consumidores con más potencial, seducirlos y fidelizarlos, para que se conviertan en piezas clave en los resultados de la compañía.

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