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Por Redacción - 15 Marzo 2011
Las aplicaciones móviles de pago, como puede ser Starbucks Card Móvil, es sólo el comienzo. Debemos prepararnos para una nueva generación que combinará el comercio electrónico con los juegos móviles, creando experiencias únicas para el usuario.
Hasta el momento, incluso las más intencionadas iniciativas móviles de las marcas han sufrido la falta de imaginación. El llenar los momentos de ocio con noticias y entretenimiento móvil es agradable, ser capaces de vivir una experiencia similar a las que nos ofrece Facebook.
Aplicaciones móviles para compras y envíos de productos con un solo toque, es la actualidad, pero las marcas aún no se han acercado a crear aplicaciones que capturen realmente el corazón del consumidor.
¿Qué hacen las personas con sus Smartphones? Sin importar la edad, descargar juegos y así lo confirman las más de 50 millones de descargas existentes hasta el momento, una cifra que va en constante aumento. La ventaja principal es que nos permite jugar en cualquier parte, un autobús, metro, o donde más nos apetezca.
Para el año 2014 se esperan ganancias por más de 1,5 mil millones sólo por los juegos móviles, y por los juegos de azar de pago se esperan ingresos estimados por más de 1,3 billones de dólares.
Sin embargo, ninguna de las 300.000 aplicaciones de iPhone que tenemos disponibles, es apta para introducir comercio electrónico en los juegos móviles. Es hora que los vendedores aprovechen este mercado en constante crecimiento y comiencen a crear contenidos atractivos y virales para los móviles, asegurándose así la lealtad de los clientes pues a todos les encantan.
Hasta este momento, el comercio móvil, la comercialización basada en la localización y los juegos sociales han crecido cada uno por su propio camino, pero todos ellos en forma espectacular. Sin embargo, la verdadera emoción comienza cuando damos un paso atrás y consideramos lo que podemos obtener si juntamos las tres funciones en una única experiencia móvil.
Los juegos móviles pueden ser la introducción perfecta entre marcas y consumidores pues ¿qué mejor forma tenemos de dar nuestros datos personales si nos ofrecen un gran juego a cambio? Además debemos agregar algo fundamental, si el consumidor está dispuesto a pagar U$D 0,99 o U$D 1,99 por premios virtuales, ¿qué sucedería si le damos regalos tangibles?
Las opciones son infinitas y cada uno evaluará cuál es la que más le conviene, pero lo que sí es seguro es que las empresas que quieran abarcar un nicho muy interesante y en constante aumento, debería comenzar a crear un juego donde introducir el comercio electrónico pues los resultados serán muy buenos en el corto plazo.
Claro que, posteriormente, podemos comenzar a agregarle geolocalización, exploración social, grupos de compra… En definitiva, todavía no tenemos noción de la magnitud que cobrará todo esto en muy poco tiempo.
