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Por Redacción - 12 Septiembre 2013
El boom de los cupones sigue estando de plena actualidad en España. En 2012, la mitad de los españoles mayores de edad utilizó algún cupón de descuento. Podemos destacar un sector compuesto por 14 millones de españoles que canjean alrededor de 8 cupones al año. Este comportamiento supone un importante impulso para el comercio en nuestro país, tanto online como offline.
Los datos aportados por Flipit indican que durante la primera mitad del año se han vendido 231 millones de cupones, un 36% más que durante el mismo periodo de 2012. Está previsto que continúe esta tendencia alcista, que comenzó a despegar significativamente en 2011, y el año pasado fue cuando experimentó u gran crecimiento. Estados Unidos, por su parte, es un sector más maduro, aunque claro está mucho mayor. EMarketer estimaba en abril que este año 96,6 millones de adultos utilice estas promociones, una cifra que aumentará en 2014.
¿Qué compran los clientes con los cupones?
El estudio de Flipit destaca que los viajes son el sector que más se beneficia de este tipo de ofertas. Concretamente el 29% de los cupones canjeados estaba relacionado con el travel. Le siguen de cerca la moda (21%) y la gastronomía (19%). Ya es más que habitual aprovechar un cupón para conocer un nuevo restaurante, o planificar una escapada romántica. En total estos sectores representan el 70% del total de los cupones canjeados.
¿Qué españoles son los más asiduos al cuponing?
Según los datos, Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla son las ciudades que destacan por su interés hacia este tipo de descuentos. En Valencia hay una apuesta clara por comprar moda al mejor precio, el 40% de sus usuarios se decanta por estas ofertas, así como el 27% de los bilbaínos. El 35% de los usuarios de cupones de la ciudad condal optan por conseguir chollos para viajar, al igual que el 26% de los madrileños y un 25% de los valencianos.
Conviene destacar que los cupones no son la panacea para las marcas, sino que su estrategia para conseguir clientes debe ir más allá de ofrecerles un suculento beneficio económico. Como atractivo inicial puede ser efectivo, pero han de gestionar bien la estrategia, con el fin de iniciar una relación con el cliente, que le lleve a repetir la acción de compra, e incluso conseguir su lealtad. Tal como refleja Daniela Policastro, según el estudio de Havas media, el 86% de los consumidores españoles considera que las marcas deberían contribuir a mejorar su calidad de vida, pero parece ser que no es así. La triste realidad indica que apenas un 11% de ellos echaría en falta una marca si desapareciera del mercado.
Por tanto, las acciones de las marcas han de estar dirigidas a aportar valor, a diferenciarse y calar en la mente del consumidor. Si el cliente únicamente se queda con el precio del producto, y ni siquiera recuerda su marca, mal vamos.
