Artículo Economia

La inflación, las subidas de precios y su impacto en la reputación de marcas y supermercados

La subida de precios erosiona la confianza de los consumidores, llevándolos a buscar alternativas más económicas

Por Redacción - 14 Febrero 2024

La inflación es un fenómeno económico complejo que tiene como origen múltiples causas y consecuencias, y que sin duda está dejando su huella en la reputación de marcas y supermercados. Según un estudio de la OCU, el 70% de los consumidores españoles perciben un aumento significativo en los precios de los alimentos, por lo que las empresas y marcas se ven desafiadas a adaptar sus estrategias para mantener la confianza del consumidor.

Como consecuencia de ello, la percepción de los consumidores está viéndose afectada de forma considerable, ya que el 63% de ellos, según NielsenIQ, busca activamente formas de ahorrar en la compra de alimentos. Pero además, este descontento se traduce en una pérdida de confianza entre los consumidores, no sólo en las marcas, sino también en aquellos establecimientos donde suelen comprar recurrentemente y donde más suelen percibirse los efectos de las subidas y escaladas de precios. De hecho, un 28% de los compradores reconoce estar dispuesto a cambiar de marca o establecimiento si encuentra una opción más económica.

Otra de las consecuencias de los efectos de la inflación y la escalada de precios es que las marcas blancas han experimentado un notable crecimiento del 10%, según Kantar Worldpanel, y según NielsenIQ, los supermercados low-cost han aumentado su cuota de mercado en un 5%. Según un estudio de Reputation Institute, la reputación de las empresas del sector de la alimentación ha sufrido una disminución del 12% en el último año, según un estudio, principalmente debido a la percepción de que las empresas están aprovechando la inflación para subir precios.

Los efectos negativos de la inflación son evidentes

Los consumidores perciben las marcas y supermercados como "caros", especialmente si los precios suben más rápido que la inflación general. La subida de precios erosiona la confianza de los consumidores, llevándolos a buscar alternativas más económicas, como marcas blancas o supermercados low-cost. Además, la inflación puede dañar la imagen de las marcas, especialmente si son percibidas como "aprovechadoras" de la situación.

De acuerdo con una investigación realizada por Forrester Research, una compañía que experimenta una disminución del 10% en su participación de mercado debido a una reputación negativa puede requerir hasta cinco años para recuperarse. Este dato subraya la importancia crítica de la reputación en el éxito a largo plazo de una empresa.

Un ejemplo palpable de esta conexión entre reputación y cuota de mercado se evidenció en el caso de la cadena de supermercados Carrefour en 2022. Experimentaron una caída del 5% en sus ventas en España, atribuida en parte a la percepción generalizada de que sus precios eran excesivamente elevados. Esta situación pone de manifiesto cómo las percepciones negativas pueden traducirse directamente en pérdida de clientes y, por ende, en reducción de la participación en el mercado.

Otro caso ilustrativo es el de la marca de leche Pascual, que sufrió una disminución del 10% en sus beneficios durante el mismo año. Esta reducción se atribuyó a una campaña de publicidad negativa en redes sociales que afectó directamente la percepción de la marca por parte de los consumidores. Estos ejemplos reafirman la relación intrínseca entre la reputación y el rendimiento financiero de una empresa. Asimismo, la cadena de supermercados DIA ha experimentado una pérdida significativa del 15% de sus clientes en los últimos años. La percepción generalizada de que la calidad de sus productos ha disminuido contribuyó a esta pérdida de clientela. Estos casos resaltan cómo la reputación de una empresa no solo afecta las ventas inmediatas, sino que también tiene un impacto a largo plazo en la retención de clientes y la participación en el mercado.

Estos ejemplos refuerzan la influencia negativa de la inflación. La crisis del aceite de girasol generó una percepción negativa de los supermercados, incluso cuando la subida de precios no era responsabilidad directa de estos. Además, algunos consumidores consideran que las ofertas son engañosas, ya que los precios base han aumentado considerablemente. Ante estos desafíos, las empresas deben implementar estrategias para mitigar el impacto negativo de la inflación en su imagen. La comunicación transparente emerge como una herramienta clave. Explicar de manera clara y honesta las razones detrás de la subida de precios puede ayudar a mantener la confianza del consumidor.

Lo que es evidente, es que la inflación es un problema serio que está afectando la reputación de marcas y supermercados. Sin embargo, también presenta oportunidades para diferenciarse en el mercado. Las empresas pueden destacarse por su calidad, servicio o precios competitivos. Ofrecer descuentos y promociones se presenta como otra estrategia efectiva para aliviar la carga económica de los consumidores. Las marcas blancas también pueden ser potenciadas como una alternativa más económica y atractiva. Implementar programas de fidelización es otra táctica valiosa para premiar a los clientes que continúan comprando en la marca o supermercado, fortaleciendo así la relación cliente-marca.

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