
Mitos y Generaciones incomprendidas: creencias equivocadas que alejan a las marcas de los nuevos consumidores
Por Redacción - 24 Abril 2025
En la actualidad, las marcas enfrentan uno de sus mayores retos: entender a las nuevas generaciones de consumidores. Con frecuencia, empresas y profesionales del marketing construyen sus estrategias basándose en estereotipos que, aunque cómodos, no resisten el peso de la evidencia.
Se ha repetido hasta el cansancio que la Generación Z y los millennials solo consumen contenido efímero, carecen de lealtad hacia las marcas o que solo les interesa lo viral y lo visual. Estas afirmaciones, sin embargo, tienden a simplificar en exceso una realidad mucho más compleja. Las decisiones de compra de los jóvenes de hoy no solo están motivadas por tendencias o impulsos momentáneos, sino que responden a valores, principios éticos, conciencia ambiental y una profunda conexión con causas sociales. Asumir lo contrario no solo limita el alcance de las marcas, sino que también demuestra una falta de voluntad para adaptarse a un entorno de consumo que evoluciona constantemente.
El problema no son los jóvenes: son las ideas desactualizadas que las marcas tienen sobre ellos
A medida que surgen nuevas investigaciones y estudios de comportamiento, se vuelve evidente que muchas de las ideas preconcebidas sobre estas generaciones están más cerca del mito que de la realidad. Jóvenes que se organizan financieramente, que investigan antes de comprar, que priorizan la transparencia y la sostenibilidad, y que se comprometen con contenidos de calidad durante largos periodos de tiempo, están marcando el rumbo del consumo moderno. Ignorar estos comportamientos en favor de una narrativa desactualizada no solo es un error estratégico, sino también una oportunidad perdida para construir relaciones significativas con un público exigente, informado y emocionalmente involucrado con las decisiones que toma. Esta reflexión invita a abandonar el juicio superficial para comenzar a observar con atención los hábitos reales de quienes están definiendo el presente —y el futuro— del consumo.

Más allá de las redes sociales: una audiencia multiformato
Una de las creencias más comunes es que los jóvenes solo consumen contenido en redes sociales. Esta idea se derrumba rápidamente ante los datos actuales: el 82% de la Generación Z consume regularmente contenido fuera de estas plataformas, según Ernst & Young (2023). Además, el 73% de los millennials escucha podcasts mensualmente (Edison Research, 2024) y el 65% de los jóvenes de entre 18 y 29 años está suscrito a al menos dos newsletters (Hubspot, 2024). Esto evidencia que su consumo de contenido es mucho más diverso y consciente de lo que se suele asumir, abarcando medios escritos, auditivos y visuales.
Lealtad con propósito: una nueva forma de fidelidad
Otra idea extendida es que las nuevas generaciones no son leales a las marcas. Pero la falta de fidelidad tradicional no implica indiferencia, sino una exigencia más alta en cuanto a valores y coherencia. El 77% de la Gen Z se mantiene leal a marcas que comparten sus principios (Deloitte, 2024), el 61% de los millennials se siente más conectado con aquellas que son transparentes (McKinsey, 2023) y un abrumador 83% de los jóvenes ha cambiado de marca por motivos éticos (Edelman Trust Barometer, 2024). Estas generaciones no rechazan la lealtad; simplemente la redefinen.

Valor antes que precio: el mito del “todo gratis”
Muchas marcas creen que los jóvenes solo compran si hay descuentos o promociones. Sin embargo, los datos desmienten esta percepción. El 67% de la Gen Z está dispuesto a pagar más por productos sostenibles (First Insight, 2024), el 74% de los millennials prioriza la calidad sobre el precio (Accenture, 2023) y el 58% de los jóvenes ha invertido más dinero en marcas con propósito social claro (IBM Institute, 2024). Esta conducta revela un criterio de compra basado en valores y no simplemente en economía.
Lectores activos en la era digital
El estereotipo de que las nuevas generaciones no leen y solo consumen video se queda corto. Aunque disfrutan de lo visual, también se interesan por contenidos más profundos. El 55% de la Gen Z lee artículos extensos sobre temas que le apasionan (Pew Research, 2023), el 62% de los millennials mantiene el hábito de leer blogs (Content Marketing Institute, 2024) y el 71% de los jóvenes alterna con naturalidad entre formatos visuales y escritos (Adobe Digital Insights, 2024). Lejos de ser pasivos, son selectivos y curiosos.
Mucho más que estética o viralidad
Decir que solo se interesan por lo viral o lo estéticamente atractivo es una simplificación injusta. El 78% de la Gen Z investiga el impacto ambiental de los productos que compra (Nielsen, 2024), el 81% de los millennials espera que las marcas se posicionen sobre temas sociales (Sprout Social, 2023) y el 69% ha boicoteado marcas por prácticas poco éticas (Porter Novelli, 2024). Esto demuestra que su consumo no solo es estético, sino ético y activamente crítico.

Atención plena si el contenido lo merece
Una crítica frecuente es que los jóvenes tienen poca capacidad de atención. Sin embargo, el 73% de la Gen Z permanece más de 20 minutos consumiendo contenido valioso (Microsoft Attention Study, 2024). Además, el 68% de los millennials consume series completas en una sola sentada (Netflix Engagement Report, 2023) y el 79% lee artículos completos si el tema les interesa (Chartbeat, 2024). Su atención no es volátil: simplemente está dirigida a lo que consideran relevante.
Ambición más allá de las redes sociales
La idea de que todos quieren ser influencers ignora la diversidad de aspiraciones profesionales. Solo el 12% de la Gen Z tiene como principal objetivo convertirse en influencer (LinkedIn Workforce Report, 2024), mientras que el 76% de los jóvenes profesionales aspira a una carrera tradicional (Gallup, 2023) y el 83% de los graduados jóvenes busca estabilidad laboral (Monster, 2024). Las redes son una herramienta más, no un destino exclusivo.

Conectados, pero no disponibles todo el tiempo
Aunque están constantemente conectados, no significa que estén siempre disponibles. El 65% de la Gen Z utiliza aplicaciones de bienestar digital para limitar su tiempo en línea (App Annie, 2024), el 71% de los millennials practica desconexiones digitales programadas (American Psychological Association, 2023) y el 59% de los jóvenes se siente abrumado por el exceso de comunicaciones comerciales (Salesforce, 2024). La hiperconectividad no debe confundirse con hiperdisponibilidad.
Compromiso a largo plazo, no solo con modas
La suposición de que solo se interesan por tendencias pasajeras no se sostiene frente a la realidad. El 74% de la Gen Z lleva más de tres años comprometida con causas sociales (Cone Communications, 2024), el 68% de los millennials invierte en sostenibilidad a largo plazo (Morgan Stanley, 2023) y el 77% busca mejorar su educación financiera de forma continua (Credit Karma, 2024). Este compromiso demuestra profundidad, constancia y visión a futuro.
Educación financiera y conciencia económica
Finalmente, otra idea errónea es que las nuevas generaciones no entienden el valor del dinero. Muy por el contrario, el 63% de la Gen Z ahorra activamente para su jubilación (Fidelity Investments, 2024), el 72% de los millennials prioriza el pago de deudas sobre compras impulsivas (Bank of America, 2023) y el 68% de los jóvenes utiliza aplicaciones de presupuesto para gestionar sus finanzas (Intuit, 2024). Estas cifras hablan de una conciencia financiera avanzada y una clara responsabilidad económica.
Las creencias tradicionales sobre las nuevas generaciones de consumidores están quedando obsoletas. Los datos muestran una realidad más compleja, matizada y profundamente estratégica. No se trata de públicos caprichosos o superficiales, sino de audiencias críticas, informadas y comprometidas. Para las marcas que buscan conectar con ellos, el reto está en dejar de asumir y empezar a escuchar. Solo así podrán construir vínculos verdaderamente significativos y sostenibles en el tiempo.

