Por Redacción - 13 Febrero 2025
En los últimos años, el negocio de las marcas blancas, o marcas de distribuidor, ha experimentado un auge significativo, logrando aumentar su presencia en la cesta de la compra de los consumidores. Este crecimiento ha tenido un impacto notable en la economía española, con las marcas de distribuidor contribuyendo en 2023 al 3,3% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,4% que representaban en 2020. Este aumento refleja el creciente dominio de estas marcas en el mercado, que actualmente llenan casi la mitad del carro de la compra en España, colocándose como el segundo país europeo con mayor participación de este tipo de productos.
A pesar de este crecimiento, la Asociación de Fabricantes, Promarca, ha emitido una alerta sobre la calidad del valor añadido generado por este fenómeno. Según su último informe, cada euro gastado en productos de marca blanca ha generado menos valor añadido, pasando de 0,21 euros en 2019 a 0,19 euros en 2023. Promarca sostiene que, aunque las ventas del sector han aumentado, el valor generado por las marcas de distribuidor no ha crecido proporcionalmente, lo que ha resultado en una "destrucción neta de valor" del 9,5% por euro gastado en este segmento.
Por otro lado, las marcas de fabricante, que siguen siendo las mayores generadoras de valor añadido, representaron en 2023 un 7,5% del PIB, más del doble que las marcas de distribuidor. Estas marcas, además, continúan dominando la innovación en el sector, con casi el 90% de la inversión en investigación y desarrollo (I+D). Sin embargo, desde la pandemia, esta inversión ha disminuido, lo que ha preocupado a Promarca, ya que la pérdida de capacidad para generar valor añadido en el mercado doméstico podría afectar la competitividad de los productos españoles en el ámbito internacional.
A pesar de que las marcas de distribuidor han generado casi el doble de empleos que las de fabricante, la contribución al empleo, a la recaudación fiscal y a la inversión en I+D sigue siendo mayor en las marcas de fabricante. En 2023, las marcas de fabricante generaron casi 1.400.000 empleos, una cifra considerablemente más alta que los 719.000 puestos de trabajo de las marcas de distribuidor. Además, las marcas de fabricante aportaron al Estado más de 13.000 millones de euros en impuestos, una cifra más del doble que la de las marcas de distribuidor.
El informe de Promarca también subraya que la creciente presencia de las marcas de distribuidor ha limitado el potencial de las marcas de fabricante para generar mayor riqueza. A pesar de la evolución positiva de las ventas del sector, la capacidad de las marcas de fabricante para incrementar el valor añadido, los impuestos y la inversión en innovación ha disminuido.
El director del informe, Toni Seijo, destacó que es "crucial" asegurar una "competencia justa" entre fabricantes y distribuidoras para proteger el futuro del sector y maximizar su contribución a la economía española. En este sentido, la sostenibilidad y la innovación siguen siendo claves para el crecimiento y la competitividad del mercado español.