La inteligencia artificial fragmenta el mercado laboral español: un avance desigual por sectores que abruma hasta los profesionales del Marketing
Por Redacción - 20 Octubre 2025
La formación y la claridad estratégica se erigen como el gran escollo pendiente en este proceso de adaptación.
La integración de la inteligencia artificial en el tejido productivo español se consolida como una realidad ineludible, aunque su ritmo de adopción y aplicación revela profundas divisiones sectoriales, según el último análisis de LinkedIn. Este estudio, que examina más de una decena de áreas clave de la economía, desde la tecnología hasta la hostelería, subraya que la IA ha pasado de ser una visión de futuro a un imperativo estratégico, pero el mercado laboral aborda esta transformación a distintas velocidades, generando una brecha significativa en las capacidades y las expectativas profesionales.
En la vanguardia de esta revolución tecnológica se sitúan, sin sorpresa, los profesionales de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones, con un 44% liderando el uso de la IA en tareas de alta complejidad. Les sigue de cerca el sector del Marketing, con un 39% de sus profesionales integrando esta tecnología para diseñar estrategias avanzadas y ejecutar análisis de datos sofisticados. Este contraste se hace palpable al observar sectores como el de Arquitectura, Ingeniería y Construcción, donde el porcentaje de adopción para funciones complejas se desploma hasta un escaso 10%, ilustrando un desfase sectorial que requiere atención para evitar la exclusión de amplias áreas del tejido económico.
La percepción del uso de la IA cambia drásticamente cuando se analizan tareas más sencillas y recurrentes.
La inteligencia artificial se ha normalizado como una herramienta de apoyo en funciones rutinarias como la redacción de correos, la síntesis de información o la búsqueda de datos, registrando porcentajes más elevados en sectores que, si bien no lideran en complejidad, sí buscan optimizar su operatividad diaria. Es el caso de Educación, donde un 50% de los profesionales la usa para estas tareas, o Sanidad (45%), Recursos Humanos (43%), Finanzas (40%) y Comercio, Hostelería y Ocio (34%). Este patrón indica que la aplicación de la IA está ligada, por ahora, a la automatización del trabajo administrativo más que a la redefinición de roles estratégicos en un amplio abanico de industrias.
Uno de los desafíos más generalizados, que afecta a casi todos los sectores, es la celeridad de los cambios. El 41% de los profesionales admite sentirse desbordado por el ritmo vertiginoso de las transformaciones, y una mayoría, el 53%, percibe el aprendizaje de nuevas habilidades de IA como una carga laboral adicional. Esta fatiga por el cambio es especialmente intensa en áreas creativas y de gestión de personas, con el Marketing (70%) y la Educación (63%) a la cabeza, seguidos por Recursos Humanos (54%) y Finanzas (54%). Tal aceleración no solo es un reto de adaptación profesional, sino que también afecta directamente al bienestar. Los trabajadores de Finanzas (51%), Marketing (48%), TI y Telecomunicaciones (46%) y Recursos Humanos (42%) consideran que el ritmo actual no es sostenible para su salud y equilibrio laboral, una percepción que es menos acentuada en Sanidad o en Arquitectura, Ingeniería y Construcción. Rosario Sierra, directora de negocio corporativo de LinkedIn España y Portugal, apunta que "los cambios que estamos viviendo no son sólo tecnológicos: impactan profundamente en las personas, en la forma en que trabajamos, colaboramos y aprendemos". Además, añade que "más de la mitad (55%) de los trabajadores españoles considera que no está aprovechando todo el potencial de la IA", lo que subraya la urgencia de establecer hojas de ruta sectoriales claras y entornos de aprendizaje accesibles.
A pesar de la creciente integración de la inteligencia artificial en los procesos de trabajo, la toma de decisiones críticas sigue anclada en el criterio humano y la intuición.
El estudio de LinkedIn revela que la mayoría de los profesionales continúa priorizando su juicio personal. Un 69% de los trabajadores en Ventas y Medios confía más en su propia experiencia, un porcentaje que se dispara hasta el 89% en el sector Legal, donde la casuística y el precedente legal son fundamentales. Incluso en sectores tecnológicamente avanzados como TI y Telecomunicaciones, el 64% de los profesionales se guía primariamente por su criterio. Este apego al juicio personal se complementa con la búsqueda de apoyo en la comunidad profesional, lo que confirma que la transformación digital es un proceso eminentemente social. En TI y Telecomunicaciones (71%), Comercio, Hostelería y Ocio (63%) y Arquitectura, Ingeniería y Construcción (62%), los profesionales confían en la opinión de sus compañeros para tomar decisiones rápidas y seguras. Esta tendencia colaborativa se reproduce en Finanzas (59%), Educación (59%) y Recursos Humanos (58%), demostrando que la interacción humana y el intercambio de experiencias son pilares clave para navegar la incertidumbre.
La formación y la claridad estratégica se erigen como el gran escollo pendiente en este proceso de adaptación.
Un significativo 38% de los profesionales siente que las empresas les exigen el uso de la IA sin proporcionarles una guía precisa sobre cómo aplicarla de forma eficaz. Esta presión es especialmente intensa en Finanzas (56%) y Recursos Humanos (51%), sectores donde la gestión de datos sensibles y las implicaciones éticas son elevadas.
A esta falta de orientación se suma la dificultad para discernir el camino de aprendizaje, con una parte sustancial de los profesionales de Finanzas (51%) y Educación (50%) que no tienen claro qué competencias, más allá de la IA, deberían priorizar para su desarrollo de carrera. Esta confusión se extiende a TI y Telecomunicaciones (46%) y Marketing (46%), poniendo de manifiesto que incluso en los sectores más digitalizados se requiere una estructuración más clara de los planes de capacitación. Las barreras prácticas persisten, como la falta de tiempo para explorar herramientas (20%), el abrumador exceso de opciones sin un filtro orientativo (16%) y la escasez de casos prácticos sectoriales (16%). Como bien concluye Rosario Sierra, "el verdadero reto no solo pasa por implantar la IA, sino en dotar a los profesionales de la formación y las habilidades humanas propedéuticas para crecer con ella y aprovechar todo su potencial". Sólo mediante una inversión decidida en el capital humano, la inteligencia artificial podrá convertirse en una palanca de crecimiento equitativo y valor añadido en la economía española.












