
Por Redacción - 12 Mayo 2025
En los últimos diez años, el marketing ha experimentado una transformación que ha acelerado la adopción de nuevas tecnologías y estrategias. Lo que antes parecía un cambio a largo plazo ahora ocurre a una velocidad vertiginosa.
La inversión en marketing digital ha experimentado un crecimiento exponencial, impulsado por la adopción masiva de internet, el uso generalizado de dispositivos móviles y el auge de las redes sociales. Este crecimiento ha llevado a un cambio significativo en los presupuestos de marketing, con un notable desplazamiento de los canales tradicionales offline, como la televisión, la radio y la prensa escrita, hacia plataformas digitales. El marketing digital, que antes se centraba en tácticas más sencillas, ha evolucionado hacia estrategias sofisticadas que aprovechan las tecnologías avanzadas de análisis de datos, automatización e inteligencia artificial.
Aunque obtener cifras exactas sobre la inversión por categoría puede ser complicado debido a la agregación de datos y la variedad de fuentes, se pueden observar tendencias claras. La inversión global en marketing digital ha pasado de entre 150 y 200 mil millones de dólares al inicio de la década a superar los 500 mil millones de dólares en la actualidad, con proyecciones que alcanzan los 786,2 mil millones para 2026. La tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de la inversión en marketing digital ha oscilado entre el 10% y el 20% durante este período, con aceleraciones notables debido a factores como la pandemia.
En cuanto a la publicidad online, la publicidad en buscadores ha representado de manera constante entre el 30% y el 40% del total de la inversión en publicidad digital, alcanzando los 150 mil millones de dólares en la actualidad. La publicidad display también ha crecido significativamente, aunque de manera ligeramente inferior. El marketing de contenidos ha aumentado de representar una pequeña fracción del presupuesto de marketing digital a convertirse en el 20% o 30% de los presupuestos de muchas empresas. En el caso de las redes sociales, la inversión en publicidad ha pasado de menos de 20 mil millones de dólares a principios de la década a superar los 200 mil millones de dólares en la actualidad. Por su parte, el email marketing ha mantenido una inversión estable, estimándose que actualmente se encuentra en el rango de 10 a 20 mil millones de dólares anuales.
El video marketing y la inteligencia artificial también han visto un aumento significativo en la inversión. Aunque los datos exactos para el video marketing son más difíciles de aislar, se estima que esta categoría ha experimentado un crecimiento considerable, representando una porción cada vez mayor de los presupuestos de marketing digital. La inversión en IA, por su parte, que hace diez años era mínima, se espera que crezca exponencialmente, alcanzando decenas de miles de millones de dólares a nivel global en los próximos años.
De hecho, las predicciones sobre inteligencia artificial en marketing, que antes parecían una fantasía de ciencia ficción, están tomando forma de manera acelerada. El uso de IA para personalizar campañas, predecir comportamientos de consumo e incluso crear contenido automáticamente está más cerca de lo que parece. Las herramientas de IA que hoy solo están al alcance de las grandes corporaciones están empezando a ser accesibles para empresas de todos los tamaños, lo que significa que en pocos años esta tecnología será común en todas las estrategias de marketing digital.
Las previsiones de futuro para el marketing digital nos muestran un panorama de evolución constante y transformación tecnológica
A medida que la tecnología avanza, las estrategias de marketing digital seguirán diversificándose y adaptándose para cumplir con las expectativas de los consumidores y las nuevas tendencias del mercado. Lo que hoy consideramos lejano e imposible podría convertirse en una realidad mucho antes de lo que imaginamos, especialmente en el ámbito del marketing digital y la tecnología. La velocidad con la que avanza la innovación tecnológica, sumada a la adaptabilidad de las empresas y los consumidores, está desdibujando las barreras entre el presente y el futuro.
La adopción masiva de dispositivos móviles y la conectividad constante han permitido a los consumidores acceder a información en cualquier momento y desde cualquier lugar. Esta accesibilidad instantánea ha hecho que los consumidores sean más exigentes, esperando respuestas rápidas y experiencias personalizadas. Como consecuencia, el comportamiento del consumidor ha experimentado una transformación profunda durante la última década, impulsado por una constante evolución tecnológica que ha alterado tanto la manera en que las empresas venden productos como la forma en que los consumidores interactúan con ellos. Esta evolución no solo está relacionada con la digitalización de los canales de comunicación y compra, sino también con la adopción masiva de tecnologías emergentes que han redefinido las expectativas y hábitos de los consumidores.
Por otro lado, encontramos como los modelos de suscripción también ha ganado mucha popularidad, especialmente en sectores como la música, el entretenimiento, los alimentos y el software. Los consumidores valoran la conveniencia, el acceso ilimitado y la flexibilidad que ofrecen estos modelos. Además, las marcas que ofrecen suscripciones se benefician de un flujo constante de ingresos y una base de clientes más leal.
El marketing del ecommerce también cambiará drásticamente, impulsado por la evolución continua de la inteligencia artificial, la automatización y la personalización avanzada. Las marcas dejarán de enfocarse en audiencias amplias para centrarse en experiencias hiperpersonalizadas, basadas en datos de comportamiento en tiempo real. La IA permitirá anticipar deseos y necesidades antes incluso de que el consumidor los exprese, generando recomendaciones y contenidos completamente adaptados a cada perfil.
Sumado a ello, tecnologías como la realidad aumentada y realidad virtual en la experiencia del cliente, que hasta hace poco era exclusivo de industrias como los videojuegos, está comenzando a asentarse en el marketing. A pesar de lo que hemos visto hasta ahora, han sido pequeños pasos para explorar sus posibilidades, marcas de todo el mundo ya están experimentando con estas tecnologías para ofrecer experiencias de compra inmersivas, algo que podría volverse habitual en la vida cotidiana de los consumidores más jóvenes, quienes ya están acostumbrados a la interacción digital. En este sentido, el ecommerce se volverá más inmersivo gracias al uso extendido de estas tecnologías, que permitirán a los consumidores explorar productos, probarlos virtualmente o experimentar entornos de compra envolventes desde casa. A su vez, la voz y los asistentes virtuales jugarán un rol clave en las búsquedas y decisiones de compra, desplazando parcialmente la navegación tradicional por pantallas..

