Los nuevos dueños de las marcas
Las marcas han sido definidas como el conjunto de elementos que identifican a un fabricante o proveedor de un producto o servicio
El experimento de Hoyer y Brown (1990) ejemplifica perfecto este fenómeno. Los investigadores le dieron a probar una misma mantequilla de maní empacada en dos jarras diferentes a una población seleccionada; el diferencial entre ambos productos era que una de ellas tenía una marca reconocida y la otra no tenía marca alguna. El resultado del experimento fue que el 75% de los sujetos sometidos a la prueba afirmaron que la mantequilla de maní del tarro marcado sabía mejor que la otra.
Estas percepciones positivas que generan efectos directos en las decisiones de compra de una marca es lo que se conoce como "brand equity" o capital de marca en español
Don E. Schultz (2011) sostiene que las marcas y su valor pertenecen y pertenecerán a las compañías, pues son ellas quienes las crean, registran y cuantifican en sus balances financieros. Pero, ¿qué tanto poder tienen las compañías sobre el valor de las mismas? En el libro Marketing 3.0, Kotler, Kartaja y Setiawan exponen que el marketing ha tenido tres etapas: (1) la administración de producto (las cuatro P"s); (2) la gerencia del consumidor (segmentación, posicionamiento y targeting); y estamos entrando a la era de la gerencia de la marca desde la visión del espíritu humano, donde los consumidores buscan marcas con propósito que les ayuden a resolver problemas coyunturales de índole social, ambiental y cultura.
La justificación de que el valor de la marca no se perderá por parte de los consumidores al cambiar de dueño siempre y cuando entregue la misma calidad de productos
Ejemplo de lo anterior, el reciente caso Volskwagen, donde salió a la luz pública que la compañía a través de un software manipulo los datos de polución de sus carros para mejorar ventas y mostrarse ante el mercado como una marca "verde". Las repercusiones de este escándalo van mucho más allá de las billonarias multas que le impondrán las diferentes autoridades en cada país afectado (se estiman 18 billones de dólares). Sólo la valorización en bolsa de la marca cayó más de 14 billones de dólares en las primeras 24 horas y se habla de recesión de ventas en el mercado automotor alemán por la duda que sembró este incidente frente a la percepción en las marcas "hechas en Alemania"
Ahora más que nunca los consumidores son los dueños de las marcas, no porque tengan "la última palabra" sobre su decisión de compra, pues siempre la han tenido, sino porque la nueva tendencia hacía el bien colectivo junto al empoderamiento de los consumidores frente a las marcas







