Artículo Comunicación

3 puntos clave a tener en cuenta para un buen storytelling

Anticipación, brevedad y toque personal son los elementos que hacen que las historias funcionen 

Por Redacción - 17 Enero 2019

En medio del ruido y de la saturación de mensajes, el storytelling se ha convertido en una de las pocas vías que las marcas y las empresas tienen para llamar la atención y para destacar sobre los demás players del mercado. Contar una historia y sobre todo contarla bien es una de las maneras de posicionarse ante sus competidores, sobresalir y sobre todo captar la atención de los consumidores, haciendo pasar el mensaje que las empresas quieren compartir.

Pero contar historias no es sencillo y el buen storytelling implica comprender muy bien qué las hace únicas y qué es lo que permite que los consumidores conecten con ellas. En cierto modo, se podría decir que hay ciertas recetas que ayudan a posicionar mucho mejor las historias y los contenidos de las marcas. Partiendo de lo que recuerdan en un análisis de FastCompany, se pueden identificar tres de esos puntos clave para construir un buen storytelling.

Crear anticipación

Posiblemente este punto sea más fácil de comprender y de ver si se piensa en una novela o en una película. Lo que nos engancha en un primer momento es la promesa de que algo se avecina. Es decir, cuando arranca la historia lo hace con algo que captura la atención de quien está del otro lado. Es un aviso de que algo va a ocurrir. Como explican en el análisis en FastCompany, en las historias importa porque la audiencia quiere saber hacia dónde se va. Necesitan anticipar de qué van las cosas porque eso funcionará mucho mejor en términos de engagement.

Por supuesto, crear esa anticipación y apuntar hacia dónde van las cosas no implica necesariamente limitar todo o estropear el final. Hay que ir soltando cabos para atarlos y recogerlos al final y lograr que la historia fluya así hasta el momento cumbre con el que se cerrará. Esa es la clave de las grandes historias.

Las historias tienen un toque personal

En el análisis de FastCompany sobre lo que hace que una historia se convierta en una gran historia están muy orientados hacia el storytelling aplicado a los discursos, las intervenciones o las ponencias de ejecutivos en conferencias, incluso en los discursos ante potenciales clientes. En todo estos escenarios, recuerdan, hacer que la historia sea personal, contar algo que se ha vivido de un modo propio y en primera persona, se convierte en algo crucial y determinante para llegar a la audiencia que la está recibiendo.

En parte es, explican, por lo que cambia en cómo construimos la historia. Cuando se está contando la historia de otro, tendemos a centrarnos en el proceso de narración, como por ejemplo en usar las palabras adecuadas. Cuando se cuenta una historia propia, lo importante son las experiencias.

Pero este punto no solo se puede aplicar aquí. En realidad, es una lección muy importante en storytelling de forma general. Porque las historias que funcionan, las que impactan en quienes las reciben, son aquellas que son personales a cierto nivel con ellos. Esto no implica necesariamente que los consumidores/receptores se tengan que identificar con la historia porque sea su historia, sino que más bien funciona porque son capaces de establecer un vínculo personal con ella. Son capaces de conectar a un modo mucho más directo, más único y humano con lo que se está narrando.

Sé breve. Sé directo

Uno de los problemas que en bastantes ocasiones tienen los escritores noveles es que se "lían" demasiado. Sus historias son demasiado complicadas de un modo innecesario y su narración farragosa. Es un problema habitual de las primeras historias y de la construcción de las mismas. Se asume que usar términos complejos o que hacer que la historia sea en cuestiones de trama complicada hace que la narración sea peor. Es un error.

Para que el storytelling funcione hay que ir a lo que importa. Hay que ser breves y hay que ser directos, algo que es todavía más importante cuando lo que se está contando es una historia de marca o quien está contando algo es una compañía. Dar demasiadas vueltas y complicar demasiado las cosas simplemente hace que la atención del consumidor se vuelva mucho menos clara y que se pierda. Lo más probable es que acabe desconectando de la historia.

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