La inteligencia artificial de Google ya crea vídeos publicitarios a partir de imágenes potenciando el engagement en todas las plataformas
Por Redacción - 20 Octubre 2025
Recientemente Google ha dado un paso significativo en la evolución de su ecosistema publicitario con la actualización Demand Gen, que introduce una transformación automática de los anuncios de imagen en formatos de vídeo. Esta novedad no es solo una mejora técnica, sino un reflejo palpable de cómo la compañía de Mountain View está redefiniendo las reglas del engagement digital. La intención es clara: expandir el alcance de los anunciantes y potenciar la interacción con la audiencia a través de canales que demandan contenido más rico y envolvente. Esta jugada estratégica subraya la primacía del formato audiovisual en la comunicación digital de la actualidad.
La creación de vídeo impulsada por la inteligencia artificial
La esencia de esta actualización reside en la implementación de una nueva herramienta de creación de vídeo dentro de las campañas de Demand Gen. Este sistema, impulsado por algoritmos avanzados, tiene la capacidad de convertir automáticamente los activos de texto e imagen preexistentes de los anunciantes en vídeos optimizados para todos los ratios de aspecto.
Esta funcionalidad elimina una barrera de entrada considerable para las marcas que no disponen de recursos o tiempo para la producción de vídeos a gran escala, democratizando así el acceso a un formato publicitario que históricamente ha requerido una inversión superior. En la práctica, Google está actuando como un socio creativo, utilizando la inteligencia artificial para dar vida y movimiento a la identidad estática de una marca, facilitando una narrativa más fluida y memorable para el consumidor.
La transición hacia este nuevo paradigma es, en gran medida, automática para los anunciantes.
Según un aviso reciente remitido por Google, esta característica se aplicará a todos los grupos de anuncios que contengan únicamente imágenes creados antes del 27 de agosto. El plazo para que estos vídeos generados automáticamente empiecen a mostrarse está fijado a partir del 31 de octubre, coincidiendo con la recta final del año 2025.
Este calendario impone un imperativo de revisión para los profesionales del marketing, quienes, si bien se benefician de una ampliación de alcance sin esfuerzo adicional de producción, deben estar atentos a la coherencia de su mensaje audiovisual generado. Los anunciantes tienen la opción de desactivar esta función, lo que les permite mantener un control estricto sobre el formato de sus campañas si así lo desean, aunque renuncien al potencial impulso en la interacción que promete el vídeo. Esta decisión sitúa al anunciante en la disyuntiva entre el control creativo absoluto y el aprovechamiento de la eficiencia algorítmica y la expansión de canales que Google ofrece.
El impacto en el reach y la experiencia del usuario
La integración automática de vídeo en las campañas de Demand Gen está diseñada para tener un impacto directo en el alcance y la calidad del engagement. Al transformar imágenes estáticas en anuncios de vídeo, las marcas pueden presentarse de manera más efectiva en plataformas donde el contenido en movimiento es la norma, como YouTube, Gmail, Discover y, progresivamente, en otros espacios de la red de Google.
El vídeo, por su naturaleza, capta la atención del usuario de forma más inmediata y sostenida que una imagen fija, lo que se traduce en una mayor probabilidad de interacción y recuerdo de marca. Para el usuario, esto implica una experiencia de publicidad menos intrusiva y potencialmente más relevante y atractiva, ya que el formato de vídeo permite una narración más rica y contextualizada. Este movimiento es un reconocimiento tácito de que los usuarios esperan y responden mejor a los formatos que simulan la comunicación personal y el entretenimiento, incluso dentro de la publicidad. La humanización de la narrativa, que se busca a través del vídeo, se convierte así en un motor de rendimiento para la inversión publicitaria.
Adaptación y la necesidad de una estrategia integrada
La respuesta del sector publicitario a esta actualización debe ser una de adaptación proactiva. Ya no basta con diseñar una imagen convincente; ahora, los marketeros deben considerar cómo sus activos estáticos se traducirán en una secuencia de vídeo coherente y persuasiva, incluso si la creación es automatizada. Esto exige una planificación más holística de los activos de campaña, donde el texto y las imágenes se seleccionan no solo por su impacto individual, sino por su potencial sinérgico en un montaje audiovisual.
La fluidez oracional en el diseño del mensaje debe reflejarse en la fluidez del vídeo generado. El éxito de esta función dependerá, en última instancia, de la calidad de los inputs proporcionados por el anunciante. La automatización es una herramienta poderosa, pero el toque humano y la estrategia detrás de los elementos de entrada son irreemplazables para asegurar que el vídeo generado automáticamente mantenga la voz y los valores de la marca. El 31 de octubre de 2025 marca, por tanto, el inicio de una nueva era en la que la producción de vídeo se convierte en una capacidad esencial, ya sea de forma directa o indirecta a través de la inteligencia artificial de Google.











