
El uso de la IA se ha generalizado. Sin embargo, para obtener un valor real, las empresas deben rediseñar sus procesos y su forma de trabajar
Por Redacción - 26 Junio 2025
Tres de cada cuatro profesionales encuestados consideran que los agentes de IA serán clave para el éxito futuro, pero solo el 13% afirma que están integrados en los procesos, y apenas un tercio comprende cómo funcionan.
La inteligencia artificial se ha integrado profundamente en el ámbito laboral, con un 72% de los profesionales a nivel global utilizándola de manera habitual, según el reciente estudio "AI at Work 2025: Momentum Builds, But Gaps Remain" de Boston Consulting Group. Sin embargo, este progreso en la adopción no se traduce automáticamente en un valor empresarial generalizado. Un selecto grupo de compañías son las que realmente están capitalizando el potencial de la IA, trascendiendo la mera implementación de herramientas para embarcarse en una reingeniería completa de sus procesos y una profunda transformación de sus métodos de trabajo. Este panorama sugiere que, si bien la tecnología está disponible y en uso, su verdadero impacto se desbloquea mediante un enfoque estratégico que va más allá de la superficie.
La tercera edición de esta investigación anual de BCG, que recopiló respuestas de más de 10.600 trabajadores en once países, subraya una disparidad notable en la adopción de la IA, especialmente entre los empleados de primera línea, donde el uso regular se ha estancado en un 51%. Curiosamente, países del Sur Global como India (92%) y Oriente Medio (87%) lideran en el uso de esta tecnología, aunque esta prevalencia viene acompañada de una creciente inquietud sobre el futuro del empleo debido a la automatización, una preocupación que supera el 41% a nivel global en estas regiones. El desafío reside en equilibrar la expansión tecnológica con una gestión proactiva de sus implicaciones sociales y laborales.
España emerge como un líder en la adopción de la IA en el entorno laboral dentro de Europa, situándose en la primera posición con un 78% de profesionales que la utilizan habitualmente, superando a Reino Unido e Italia, ambos con un 68%. Este avance es significativo, considerando que en solo tres años la adopción habitual de la IA en el país ha aumentado del 59% al 78%. No obstante, esta rápida integración no ha ido de la mano con una preparación adecuada: apenas el 36% de los profesionales españoles se siente suficientemente capacitado para usar la IA, y solo uno de cada cuatro empleados de primera línea recibe orientación efectiva de sus líderes sobre cómo aprovechar estas tecnologías. Este desfase entre el uso intensivo y la capacidad de las organizaciones para liberar valor real con la IA plantea un desafío crucial para el mercado laboral español.
Alfonso Abella, Director General y Senior Partner de BCG, enfatiza que el liderazgo de España en la adopción de la IA es una noticia excelente que refleja la madurez digital del ecosistema. Sin embargo, Abella subraya que para que este liderazgo se traduzca en un impacto empresarial tangible, se necesita una ambición transformadora más profunda. No basta con incorporar herramientas de IA; es imperativo transformar el modelo operativo, reimaginando funciones de principio a fin para explotar el potencial completo de la tecnología y alinear la estrategia de talento con la visión de negocio. Este enfoque holístico es fundamental para convertir la adopción tecnológica en una ventaja competitiva sostenible.
Para impulsar la adopción efectiva de la IA y asegurar que genere valor real, la investigación de BCG identifica tres pilares fundamentales. En primer lugar, la formación adecuada es crucial; solo un 36% de los empleados siente que ha recibido la capacitación necesaria. Aquellos que reciben cinco horas o más de formación, especialmente si es presencial y con acompañamiento, tienen una probabilidad significativamente mayor de convertirse en usuarios habituales, lo que resalta la importancia de la calidad y el formato de la capacitación. En segundo lugar, el acceso a las herramientas correctas es esencial, aunque el 54% de los encuestados, especialmente la Generación Z y los millennials, admite que usaría herramientas de IA incluso sin autorización, lo que genera una "IA en la sombra" que puede comprometer la seguridad.
El tercer pilar se centra en el apoyo decidido de los líderes, un aspecto donde existe una clara brecha, ya que apenas un 25% de los empleados de primera línea afirma recibir suficiente orientación sobre el uso de la IA por parte de sus superiores. Una mayor implicación y dirección desde los niveles directivos no solo incrementa la adopción, sino que también fomenta la confianza y el optimismo en los equipos. La transformación del modelo operativo a través de la reinvención de funciones integrales con IA es la vía para capturar todo su potencial. Aquellas empresas que están maximizando los beneficios de la IA invierten decididamente en la transformación de las personas mediante formación adecuada y gestión del cambio, anticipando la evolución de las funciones y capacidades.
Estas organizaciones también monitorean de manera más eficaz el valor generado por la IA, con resultados tangibles que incluyen ahorro de tiempo, mayor dedicación a tareas estratégicas y resultados de mayor calidad. Además, crece la confianza en que la IA contribuye a una mejor toma de decisiones y una mayor implicación en el trabajo. Sylvain Duranton, líder global en BCG X y coautor del informe, enfatiza que las empresas no pueden simplemente implementar tecnología y esperar una transformación. Los beneficios reales se materializan cuando las organizaciones invierten en el desarrollo de competencias y la capacitación del talento, rediseñan su forma de trabajar y alinean la estrategia de IA con su visión y prioridades generales.
Los agentes de IA, asistentes digitales inteligentes capaces de gestionar tareas de forma autónoma, representan la próxima frontera. Tres de cada cuatro empleados creen que serán fundamentales para el éxito futuro. Sin embargo, solo el 13% afirma que estas herramientas están integradas en sus procesos laborales y apenas un tercio comprende cómo funcionan. A medida que aumenta la familiaridad con estos agentes, disminuye el temor, y los profesionales comienzan a percibirlos como aliados que mejoran su desempeño en lugar de competidores, lo que marca un cambio en la percepción y aceptación de estas tecnologías.
El informe detalla cuatro prioridades estratégicas para los líderes que buscan escalar el impacto de la IA en sus organizaciones y pasar de la mera implementación de herramientas a una transformación real. Es fundamental no subestimar la importancia de la formación, lo que implica comprometer niveles adecuados de inversión, tiempo y respaldo directivo. Es igualmente crucial monitorear el valor generado por la IA, a través de mejoras en la productividad, la calidad y la satisfacción de los empleados, proporcionando métricas claras del retorno de la inversión. Invertir en el desarrollo del talento para rediseñar procesos y liberar el valor de la IA es otra clave, anticipando el impacto en el trabajo, los perfiles profesionales y la fuerza laboral en su conjunto, y reforzando las capacidades de formación y recapacitación para facilitar la movilidad del talento.
Experimentar con agentes de IA de forma estructurada para acelerar la curva de aprendizaje es vital. Esto implica realizar un seguimiento de su impacto y riesgos potenciales mediante pruebas A/B para optimizar su implementación. Vinciane Beauchene, Global Lead on Human x AI en BCG y coautora del informe, concluye que las empresas que reestructuran sus procesos e invierten en las personas están obteniendo mejores resultados. No obstante, esa transformación debe ir acompañada de una estrategia clara en materia de talento y de un motor de desarrollo que impulse su adopción y aborde el impacto que la IA tendrá en el trabajo, en los profesionales y en la fuerza laboral en su conjunto.

