Por Redacción - 9 Octubre 2025
La adopción de la inteligencia artificial por parte de los profesionales del marketing ha trascendido la fase experimental para convertirse en un pilar fundamental de la metodología de trabajo, marcando un punto de inflexión decisivo en el sector durante este año 2025.
Los últimos datos reflejan una auténtica ola de integración tecnológica, donde el uso diario de herramientas de IA ha escalado hasta el 60% de los especialistas, lo que supone un salto de gigante desde el 37% registrado apenas el año anterior, en 2024. Este aumento en la frecuencia de uso no es un dato aislado, pues un abrumador 84% de los encuestados afirma haber incrementado su dependencia de estas herramientas a lo largo de los últimos doce meses. Esta velocidad de asimilación se ilustra con que una porción significativa de la comunidad, concretamente el 41%, lleva usando herramientas de IA menos de un año, lo que certifica la reciente y masiva expansión de esta tecnología. La intención de futuro reafirma esta tendencia, ya que el 82% de los especialistas en marketing tiene planes de incrementar todavía más el uso de la IA a corto plazo.
Este proceso de inmersión tecnológica no se produce de manera uniforme en toda la industria.
Los profesionales del marketing B2B muestran una integración más profunda y sostenida, utilizando la IA diariamente en un 68% de los casos, frente al 54% de sus homólogos en B2C. Además, las áreas de aplicación están claramente definidas y jerarquizadas. La creación de contenido escrito se erige como la disciplina reina en el despliegue de la IA, con un 90% de los especialistas empleándola en tareas textuales. Dentro de esta categoría, la tecnología se utiliza principalmente para funciones que optimizan el proceso creativo inicial: la generación de ideas y esquemas alcanza el 90%, la redacción de borradores iniciales se sitúa en el 89%, la creación de titulares optimizados es utilizada por un 86% y la edición de contenido por un 85%. Esta intensa aplicación confirma que la IA se ha posicionado no como un sustituto, sino como un co-piloto indispensable para las tareas fundacionales de la comunicación escrita.
Si bien la palabra escrita ha abrazado por completo la asistencia algorítmica, otras formas de contenido se encuentran en etapas de adopción más tempranas, pero con un potencial de crecimiento inmenso.
La creación de imágenes impulsada por IA ya es una realidad para la mitad de los especialistas, alcanzando el 50% de uso.
Las principales utilidades en el ámbito visual se centran en la generación de borradores de imágenes iniciales (60%), la edición y el pulido de estas (59%), y la concepción de ideas visuales (55%). Por su parte, el contenido de vídeo y audio todavía cuenta con cifras de adopción más modestas, situándose en el 22% y el 15% respectivamente. No obstante, es precisamente el vídeo lo que más interesa explorar a los especialistas: el 69% expresa su deseo de aprender a crear borradores de vídeos con IA, y el 65% quiere formarse en la edición de este formato. Esta ambición refleja un claro desfase entre la utilización actual y las aspiraciones de futuro de la industria, anticipando una rápida expansión de la IA en los formatos audiovisuales a lo largo del próximo año.
En paralelo a la búsqueda de nuevos formatos, los especialistas en marketing están centrando sus esfuerzos de aprendizaje en la optimización de procesos. Las prioridades formativas giran en torno a tres ejes: el dominio de las técnicas de prompting (la formulación precisa de instrucciones a la IA), que concentra el mayor interés, seguido de la identificación de nuevas herramientas y el desarrollo de flujos de trabajo basados en la automatización. De hecho, la automatización de tareas repetitivas es el objetivo más deseado en la aplicación de la IA, con un 84% de los encuestados buscando activamente esta capacidad. Este enfoque pragmático subraya que la motivación principal para integrar la inteligencia artificial no es la simple experimentación, sino la búsqueda de una eficiencia tangible y una liberación de tiempo para dedicarse a labores más estratégicas.
El impacto humano y las sombras de la tecnología
Las ventajas que la inteligencia artificial ha inyectado en la práctica profesional son incontestables para la inmensa mayoría. El ahorro de tiempo es el beneficio más citado, reconocido por el 90% de los especialistas. Muy de cerca le sigue el aumento de la productividad general, respaldado por el 87% de los encuestados. Además, la tecnología no solo optimiza la eficiencia, sino que también actúa como catalizador de la capacidad creativa: el 79% de los profesionales reporta que la IA mejora sus habilidades creativas y el 81% considera que incrementa la calidad de su trabajo. Este optimismo contrasta con las inquietudes que, de manera legítima, persisten.
A la hora de aplicar la IA, la preocupación principal de los especialistas radica en la precisión y la fiabilidad del contenido generado, un temor compartido por el 77% de la comunidad. La incertidumbre sobre la privacidad y seguridad de los datos (68%) y los espinosos asuntos de derechos de autor (65%) completan el trío de mayores inquietudes. Esta cautela sugiere que, para que la confianza sea total, la industria necesita garantías sólidas sobre la procedencia y la veracidad de la información que estas plataformas procesan y generan. Sorprendentemente, y a pesar del debate social sobre la automatización, solo un 36% de los profesionales siente preocupación por el desplazamiento de su puesto de trabajo a causa de la IA. El profesional del marketing percibe la tecnología como un poderoso aliado que crea oportunidades, en lugar de una amenaza inminente para su seguridad laboral.
Las plataformas dominantes y la redefinición del puesto de trabajo
En el hardware de esta revolución, la batalla por la dominación de la plataforma se resuelve, por ahora, con un líder indiscutible: ChatGPT de OpenAI, utilizado por el 90% de los especialistas en marketing. La plataforma de Google, Gemini, se afianza en la segunda posición con un 51% de penetración, habiendo crecido considerablemente desde el 33% registrado en 2024.
Más allá de las herramientas específicas, el horizonte profesional se dibuja con un profundo cambio estructural. Un contundente 90% de los especialistas está convencido de que la inteligencia artificial alterará de forma fundamental la industria en la que trabaja. Sin embargo, esta transformación se ve con una óptica marcadamente positiva: el 70% de ellos considera que esta tecnología creará nuevas oportunidades, en lugar de suponer un riesgo. Esta perspectiva optimista, sumada al apoyo corporativo (el 62% de los encuestados afirma que el uso de la IA es incentivado activamente en sus empresas), sugiere una integración sin fisuras, donde el valor humano se realza al liberarse de las tareas monótonas para centrarse en la estrategia, la ética y la conexión auténtica. La figura del especialista en marketing se redefine en este contexto de 2025, transformándose en un estratega potenciado por la tecnología, pero anclado en la necesidad inmutable de la narrativa y la conexión con el público. El principal desafío en este momento no es la capacidad de la máquina, sino la velocidad con la que el profesional logra aprender a interrogarla y a integrarla en su día a día.












