Por Redacción - 12 Marzo 2025
El estado actual de la internacionalización empresarial en España muestra un preocupante estancamiento en 2025. Apenas el 9% de las empresas españolas venden sus productos y servicios en el mercado global, una cifra similar a la de 2024 y dos puntos por debajo de los niveles prepandémicos. Este dato evidencia un problema estructural que impide a las empresas expandirse más allá de las fronteras nacionales, limitando sus oportunidades de crecimiento en un contexto económico cada vez más interconectado.
El escenario actual está marcado por una creciente fragmentación geoeconómica y tensiones geopolíticas que han restringido la apertura comercial. Esto ha reducido la capacidad de muchas empresas para acceder a nuevos mercados, resultando en que el 91% de las compañías españolas operen exclusivamente en el ámbito doméstico. Según un estudio de Iberinform, basado en cerca de 500.000 entrevistas a equipos gestores de empresas, esta falta de expansión internacional es especialmente evidente en comunidades como Canarias (2%), Ceuta (3%), Baleares (5%), Galicia (6%), Castilla y León (6%) y Castilla-La Mancha (7%). En contraste, regiones como Navarra (18%), País Vasco (17%), La Rioja (16%), Comunidad Valenciana (12%) y Aragón (12%) presentan una mayor internacionalización, en parte debido a su proximidad a mercados internacionales clave.
A nivel sectorial, también se observan diferencias significativas. Las empresas industriales (20%), logísticas (13%) y de comunicaciones (12%) muestran una mayor vocación global en comparación con sectores como la hostelería (1%), la construcción (2%), la sanidad (2%) y la educación (4%), que tienden a operar en entornos más locales. Además, un 24% de las empresas españolas no vende fuera de su propio municipio, un porcentaje que ha crecido cinco puntos respecto a los valores prepandémicos y que se agudiza en territorios insulares como Baleares (51%) y Canarias (48%).
Ante este panorama, el marketing digital se presenta como una herramienta esencial para superar las barreras de la internacionalización. La falta de presencia global de las empresas españolas puede atribuirse, en parte, a una insuficiente inversión en estrategias de marketing internacional que les permitan acceder a nuevos clientes y mercados de manera eficaz. La investigación de mercados internacionales, por ejemplo, es clave para identificar oportunidades viables y comprender las particularidades de cada país antes de invertir recursos significativos en una expansión. Sin un conocimiento profundo de las preferencias de los consumidores, regulaciones locales y competencia, es difícil que una empresa logre posicionarse con éxito en el exterior.
Además, la adaptación cultural juega un papel crucial. Lo que funciona en España no necesariamente tendrá el mismo impacto en otros mercados, debido a diferencias en hábitos de consumo, sensibilidades culturales y normativas. Un enfoque de marketing internacional efectivo permite ajustar productos, servicios y mensajes publicitarios a cada contexto, asegurando que la propuesta de valor sea relevante y atractiva para los consumidores locales.
El posicionamiento de marca a nivel global también requiere una estrategia bien definida. Las empresas deben decidir si desean mantener una imagen homogénea en todos los mercados o si es preferible adaptar su identidad a las particularidades de cada país. Esta decisión influye directamente en la percepción de los consumidores y en la competitividad de la empresa en mercados extranjeros. Asimismo, la elección de los canales de distribución es un factor clave. Dependiendo del país, puede ser más eficiente trabajar con distribuidores locales, establecer filiales propias o aprovechar plataformas digitales para llegar directamente al cliente final.
Otro aspecto fundamental es la fijación de precios. Los costes de exportación, los aranceles, la fluctuación de las divisas y el poder adquisitivo local son variables que deben ser cuidadosamente analizadas dentro de una estrategia de marketing internacional. Una mala gestión de estos factores puede hacer que los productos resulten demasiado caros o poco rentables en ciertos mercados, dificultando su aceptación y éxito. De igual forma, la comunicación efectiva es esencial para conectar con los consumidores sin generar malentendidos o rechazo. Cada país tiene normas culturales y sociales que deben ser respetadas en la elaboración de mensajes publicitarios y estrategias de branding. El desconocimiento de estos aspectos puede provocar campañas ineficaces o incluso perjudiciales para la imagen de la empresa en mercados clave.
La baja presencia internacional de las empresas españolas sugiere que muchas de ellas no están aprovechando las herramientas que el marketing digital ofrece para expandirse globalmente. Competencias digitales deficientes, falta de investigación de mercados, escasa adaptación cultural y una inversión insuficiente en estrategias de marketing internacional parecen ser algunos de los principales obstáculos que limitan la internacionalización. Superar estos retos es crucial para que las empresas españolas puedan competir en el escenario global y revertir la tendencia de estancamiento actual. El marketing digital no es solo una herramienta complementaria, sino un pilar fundamental para el crecimiento y la expansión en un mundo cada vez más globalizado.
Las empresas deben apostar por estrategias digitales avanzadas, incluyendo SEO internacional, campañas publicitarias segmentadas en redes sociales y marketplaces globales, así como el uso de inteligencia artificial para personalizar la experiencia del usuario. La digitalización del comercio exterior se ha convertido en una vía clave para la expansión global, permitiendo superar barreras geográficas y reducir costos operativos.
La falta de internacionalización de las empresas españolas es un desafío que requiere una transformación en la manera de abordar los mercados exteriores. Invertir en marketing digital y estrategias globales es el camino para superar este estancamiento y asegurar un crecimiento sostenido en el mercado internacional.