Por Redacción - 29 Abril 2025

Un apagón puede parecer una amenaza directa al funcionamiento normal de empresas, eventos y comunicaciones. Sin embargo, para algunas marcas, la oscuridad se ha convertido en un inesperado escenario de oportunidad. A lo largo de los últimos años, cortes de electricidad y emergencias energéticas han sido el contexto perfecto para que algunas compañías desplieguen su creatividad, aprovechen el momento y conecten emocionalmente con el público. Lejos de detenerse, estas marcas reaccionaron con agilidad, ingenio y sensibilidad, demostrando que incluso en plena penumbra es posible encender una chispa de relevancia cultural y comercial.

Un caso emblemático y ya clásico es el de Oreo durante el Super Bowl XLVII, en 2013. En medio del evento deportivo más visto de Estados Unidos, un apagón dejó el estadio de Nueva Orleans a oscuras durante más de 30 minutos. Mientras millones de espectadores quedaban a la espera del reinicio, la cuenta oficial de Oreo en Twitter sorprendió con una imagen simple pero memorable: una galleta sobre fondo negro acompañada del mensaje “You can still dunk in the dark”. Esa publicación, realizada en tiempo real por el equipo creativo de la marca, se volvió viral de inmediato y pasó a la historia del marketing como un ejemplo perfecto de real-time advertising. Lo que para otros fue una crisis, para Oreo fue un escenario perfecto para reafirmar su tono ingenioso y oportuno.

Duracell, por su parte, ofreció una respuesta más tangible pero igualmente poderosa durante el paso del huracán Sandy en 2012. Mientras millones de personas quedaban sin energía en la costa este de Estados Unidos, la marca de baterías organizó estaciones móviles de recarga bajo el lema “Power Forward”, proporcionando a los afectados la posibilidad de cargar sus teléfonos y linternas. Este gesto no solo reforzó su promesa de marca —la confiabilidad en momentos críticos—, sino que también generó una conexión emocional profunda con los consumidores, al convertirse en un símbolo de ayuda real y no solo de promoción.

En otras latitudes, como Sudáfrica, donde los apagones rotativos son parte del día a día, la creatividad se adapta a la normalidad de la crisis. IKEA lanzó una campaña gráfica llamada “Blackout”, en la que destacaba sus muebles fáciles de montar incluso sin electricidad. Con una estética minimalista y mensajes ingeniosos, la marca sueca supo recontextualizar una molestia cotidiana en una oportunidad comercial, apelando al humor local y a la funcionalidad de sus productos. Lejos de parecer insensible, el mensaje fue bien recibido por su cercanía con la realidad de los consumidores.

Durante el apagón masivo que afectó a Mumbai el 12 de octubre de 2020, varias marcas respondieron con rapidez e ingenio en redes sociales, aprovechando la situación para conectar con sus audiencias a través del humor y la empatía. En una ciudad conocida por su ritmo frenético y su actividad digital constante, el corte de energía representó no solo un trastorno urbano, sino también un inesperado lienzo en blanco para el marketing contextual. Durex fue una de las primeras marcas en reaccionar. Conocida por su tono provocador y creativo, publicó un mensaje cargado de doble sentido: “Lights out? Perfect timing.” En medio de la oscuridad literal, la marca apeló a la intimidad como alternativa, logrando viralidad y manteniéndose fiel a su identidad sin parecer oportunista. El público recibió el mensaje con humor, y muchos usuarios lo compartieron como ejemplo de "timing perfecto" en redes. Otra marca que destacó fue Burger King, que ironizó sobre la dependencia moderna del internet y la conectividad. Publicaron una pieza gráfica con el mensaje “Our designers are taking #NoWiFiNoWork to the next level.” El comentario apuntaba a la frustración generalizada por no poder trabajar o estudiar desde casa, y a la vez reforzaba una conexión más desenfadada con su audiencia. La campaña funcionó como una especie de alivio cómico en medio de una jornada caótica..

Canon también supo capitalizar los apagones con una propuesta creativa alineada con su identidad de marca. En mercados emergentes donde los cortes de electricidad son frecuentes, la compañía promovió una campaña centrada en la capacidad de sus cámaras de captar imágenes en condiciones de baja luz. Bajo el concepto “Luz para cada historia”, Canon posicionó sus dispositivos no solo como herramientas técnicas, sino como cómplices de narradores visuales que no se detienen ante la oscuridad. Esta estrategia, más allá de la funcionalidad, apeló a la resiliencia y a la inspiración de quienes buscan contar historias incluso cuando el entorno se vuelve adverso.

También hubo quienes aprovecharon estos momentos para conectar desde el humor. Domino’s, ante tormentas y cortes eléctricos en el Reino Unido, lanzó tuits irónicos ofreciendo pizza como “fuente de luz emocional”, provocando risas y retuits en medio del desconcierto. Lo mismo hizo 7-Eleven en zonas urbanas afectadas por cortes de luz, regalando Slurpees fríos con un mensaje implícito: la vida sigue, incluso sin electricidad.

Algunas respuestas a apagones no han sido publicitarias sino gestos espontáneos convertidos en reputación de marca. Tal fue el caso de Starbucks en Nueva York durante los apagones causados por el huracán Sandy. Algunas tiendas, incluso sin energía, permanecieron abiertas para ofrecer café gratuito o frío a los transeúntes y trabajadores de emergencia. Estas acciones, más allá del producto, reforzaron la percepción de Starbucks como un lugar de encuentro, refugio y hospitalidad urbana.

Estos casos no solo revelan la agilidad de ciertos departamentos de marketing, sino también una visión estratégica que va más allá de vender un producto. En todos ellos, la clave ha sido entender el contexto, empatizar con las personas y encontrar una voz auténtica con la que hablar en momentos de incertidumbre. La oscuridad, en estos escenarios, no ha sido una barrera, sino un lienzo en negro donde las marcas con más luz han sabido dibujar historias memorables.

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