
Por Redacción - 30 Abril 2025
Compañías de renombre como Mastercard, PepsiCo y Nissan están revisando su estrategia de marketing respecto a los eventos del Orgullo LGBTQ+, en un escenario de incertidumbre política y económica que está enfriando el respaldo corporativo a estas celebraciones.
Mastercard ha confirmado que no renovará su patrocinio “platino” de la Marcha del Orgullo de Nueva York para 2025, tras casi una década de apoyo continuo a Heritage of Pride, la organización detrás del evento. La decisión coloca a la compañía entre varios grandes patrocinadores que no regresarán este año, incluyendo a PepsiCo, Nissan, Citi y PricewaterhouseCoopers.
Aunque algunas de estas empresas mantendrán presencia en ciertos eventos del Orgullo —por ejemplo, mediante stands de marca o apoyo a celebraciones en otras ciudades— la tendencia refleja un repliegue más amplio. Mastercard, por su parte, aseguró que seguirá participando en la marcha de junio y en otras iniciativas en apoyo a la comunidad LGBTQIA+. En el caso de Nissan, la retirada del patrocinio se enmarca en una revisión general de sus inversiones en marketing, según indicó un portavoz. Este tipo de recortes no es aislado: eventos como el PrideFest de St. Louis o el Orgullo de San Francisco también han perdido patrocinadores clave como AB InBev y Diageo, aunque esta última seguirá apoyando otras celebraciones con su marca Smirnoff.

La creciente presión política sobre los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), especialmente vinculada a la administración Trump, ha generado cautela en muchas marcas. Eve Keller, copresidenta de la Asociación de Orgullos de Estados Unidos, señala que algunas compañías incluso han pedido no ser identificadas públicamente como patrocinadoras para evitar represalias. Además, cambios en los paquetes de patrocinio ofrecidos por los organizadores —que han eliminado ciertos eventos utilizados con fines promocionales— también han influido en las decisiones empresariales.
Mientras Target regresa este año como patrocinador “platino” tras enfrentar boicots en 2023, otras marcas siguen en evaluación. De los patrocinadores del Orgullo de Nueva York del año pasado, solo dos tercios han confirmado su renovación. El resto continúa en negociaciones o ha reducido su nivel de compromiso.
Según un estudio reciente de Gravity Research, el 39 % de los ejecutivos planea disminuir su involucramiento con el Orgullo este año, frente al 9 % del año pasado. Las principales preocupaciones: investigaciones gubernamentales sobre prácticas DEI y reacciones negativas de sectores conservadores.
La Casa Blanca, por su parte, sostiene que las iniciativas para reformular los programas DEI buscan ampliar las oportunidades para todos los ciudadanos, mientras que expertos como Fabrice Houdart advierten que las marcas enfrentan el dilema de mantener su apoyo a empleados LGBTQ sin exponerse a riesgos políticos. Ante este escenario, las organizaciones del Orgullo se han visto obligadas a intensificar sus esfuerzos de recaudación alternativa para sostener sus actividades. El futuro del patrocinio corporativo parece incierto, y aunque este año aún hay cierta visibilidad, los verdaderos desafíos podrían llegar en los próximos años si la tendencia continúa.

