Por Redacción - 9 Enero 2020
Las razones y las causas que apuntalaban la muerte eran variadas pero a lo largo de los últimos años hemos podido encontrarnos muchas previsiones sobre la inminente debacle de muchos de los medios tradicionales. A principios del siglo, el medio amenazado por completo era la radio, del que se señalaba que tenía serios problemas de audiencia y que se estaba enfrentando a una situación muy complicada de cara a su supervivencia (aunque el boom de los podcasts y el tirón de la radio digital podrían haber cambiado notablemente las cosas en los últimos años).
Durante las dos décadas que ya llevamos de siglo XXI - y las que le precedieron en el siglo XX - los pronósticos sobre la supervivencia de los periódicos se han ido haciendo más y más pesimistas. En los últimos años, además, la prensa diaria no ha sabido encontrar su lugar y no ha logrado determinar cómo puede seguir siendo relevante en el nuevo contexto online.
Y finalmente la televisión se ha sumado a las tendencias a la caída, lastrada por el crecimiento de los servicios de streaming y también (y no menos importante) por su reticencia a ver cómo estaban cambiando las cosas.
Por tanto, ¿están los medios tradicionales en medio de una situación especialmente complicada? ¿Se están enfrentando a una suerte de apocalipsis que marcará cómo hacen las cosas e incluso su propia supervivencia?
La industria de los medios empieza a tener claro que el futuro no pasa por lo que ahora marca la agenda y que, si quieren sobrevivir, van a tener que cambiar, y bastante, las cosas. Los datos de un estudio de Ernst & Young dejan claro que los propios profesionales de los medios temen su inminente extinción y que asumen que no les queda más remedio que cambiar las cosas si no se ajustan a los nuevos tiempos y a sus nuevas características.
Un tercio de los ejecutivos de la industria asume, de hecho, que el futuro de sus empresas es muy negativo. Un 34% se muestra escéptico ante el futuro y no cree que su compañía vaya a seguir existiendo a cinco años vista, a menos que se le haga una transformación radical.
En general, los responsables de medios tienen claro que tienen que hacer cambios. Un 50% de los encuestados reconoce que ya no cree que sobrevivir con los modelos de negocio de siempre sea posible. Un 28% reconoce que necesitan cambiar cómo operan. El único problema es que no tienen nada claro qué deben priorizar en su proceso de cambio.
"Las compañías de medios y entretenimiento se mantienen optimistas ante el cambio", señala John Harrison, líder de análisis sobre el sector en la consultora (al fin y al cabo, sobre lo que son negativos es sobre al ausencia de cambio). El problema, señala Harrison, es que hay muchos modelos de negocio nuevos y muy diversos, lo que hace que "el punto de partida esté a menudo poco claro".
Las conclusiones de la investigación también apuntan en esa dirección. No existe un camino único para reinventarse y para crear un nuevo formato de medio. Sin embargo, Harrison señala que las compañías pueden tener éxito si "priorizan tres niveles clave de cambio: la excelencia en operaciones, la innovación y el talento con nuevas capacidades".