La TV tradicional agoniza: las plataformas digitales ya están en dos de cada tres hogares
Por Redacción - 30 Octubre 2025
La forma en que las familias españolas consumen contenido audiovisual ha experimentado una metamorfosis radical, marcando el declive ineludible de la televisión tradicional tal como se conocía.
Este cambio no es una tendencia pasajera, sino una consolidación: dos de cada tres hogares en España ya están suscritos, al menos, a una plataforma digital, según el reciente informe de EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades. La cifra, revelada el jueves 30 de octubre de 2025, pone de manifiesto que el modelo de consumo bajo demanda no solo ha penetrado en el tejido social, sino que ha redefinido el ocio doméstico, convirtiendo al salón en un centro multimedia simultáneo, tal como lo describe Héctor Premuda, autor del estudio y profesor de la escuela de negocios.
El factor juvenil como motor del gasto y el consumo
Curiosamente, la dinámica interna de las familias es crucial para entender la intensidad de este fenómeno. La presencia de niños y adolescentes actúa como un catalizador decisivo, impulsando un mayor gasto y un incremento sustancial en el tiempo de visionado dentro de los hogares. Los niños en el país consumen un promedio de 80 minutos diarios de contenidos de pago, una cifra significativamente superior a los 65 minutos que se registran en las casas sin menores.
A esto se suma la influencia de los jóvenes y adolescentes, quienes, más allá de las plataformas de suscripción como Netflix, Disney+ o Prime Video, dedican tiempo a espacios gratuitos e interactivos como YouTube o Twitch. Al sumar estos hábitos, los adolescentes alcanzan una media de 105 minutos diarios de streaming, consolidando a la generación millennial y la Generación Z como líderes indiscutibles del consumo audiovisual, con picos semanales que llegan hasta las 16 horas.
Retención de audiencia: la fórmula mágica de exclusividad y catálogo
La preferencia masiva de los españoles por estas plataformas se sustenta en tres pilares fundamentales que garantizan su capacidad de retención. La razón principal, destacada por el 45% de los usuarios, es la disponibilidad de contenido exclusivo y original, lo que incluye series, películas y eventos deportivos que no se encuentran en otro lugar. La experiencia de usuario ocupa el segundo lugar, con cerca del 30% de los abonados valorando la facilidad de uso, la interfaz intuitiva y la disponibilidad multidispositivo. Finalmente, la calidad y amplitud del catálogo son un factor determinante para el 25% restante. No es casualidad que Netflix, Prime Video y Disney+ dominen el mercado en términos de fidelización, gracias a la fuerza de sus producciones y a los avanzados algoritmos de recomendación que personalizan la oferta, creando una experiencia envolvente para cada espectador.
El coste del entretenimiento digital supera con creces la inflación
No obstante, esta expansión ha estado marcada por un notable aumento de las tarifas, generando una preocupación latente entre los consumidores. El estudio de EAE Business School revela un dato contundente: entre 2015 y 2025, las tarifas de las plataformas han crecido un 81,7%, una subida que supera con creces el 18,5% de la inflación general acumulada en el mismo período. Esto significa que el coste del streaming en España se ha encarecido más de cuatro veces por encima del coste de la vida, lo que ha forzado a los usuarios a adoptar estrategias de ahorro. El uso compartido de cuentas, un método popular, ha sido una respuesta directa a este incremento, pero también ha impulsado la diversificación del modelo de negocio.
El futuro híbrido y la “fatiga del abonado”
Como resultado, el tradicional sistema de suscripción de pago puro convive cada vez más con fórmulas gratuitas soportadas por la publicidad, un modelo híbrido que busca equilibrar acceso y flexibilidad. La escuela de negocios pronostica que este futuro del entretenimiento será híbrido, ofreciendo la opción sin anuncios para aquellos que priorizan la calidad y una versión gratuita con publicidad para el público más sensible al precio. El gran desafío que se perfila para la industria es, precisamente, equilibrar precio, catálogo y flexibilidad en un mercado que se percibe como saturado.
Este escenario ha dado lugar a la "fatiga del abonado", un fenómeno donde los usuarios se sienten abrumados por la acumulación de múltiples servicios. Las motivaciones principales para la cancelación se centran en el precio (mencionado por entre el 32% y 41%), la falta de atractivo del catálogo (indicado por entre el 35% y 53%) y el bajo uso (cerca del 20%), reflejando una clara búsqueda de valor y eficiencia en el gasto. La microsegmentación del ocio, con el consumo simultáneo en diversas pantallas dentro del hogar, ilustra la desaparición del "momento televisivo familiar" unificado y la adaptación a las rutinas e intereses individuales de cada miembro.












