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20 tendencias de la industria musical digital y el social media marketing

"La música no está en crisis, sino que Internet ha cambiado drásticamente la forma en que se crea, promociona, distribuye y consume", han explicado

Por Redacción - 7 Enero 2014

Todos los expertos coinciden en que 2014 será un año clave en el cambio del modelo de negocio musical en España. Numerosas tendencias más consolidadas en EEUU, el Reino Unido o Japón han hecho ya su aparición y, a medida que se superan los recelos que la tecnología suscita tradicionalmente en nuestro país y que las generaciones digitales nativas toman el mando, el ecosistema va a cambiar drásticamente.

La agencia de marketing digital especializada en música Woo Media ha efectuado un estudio en el que recopila las 20 tendencias clave de música, tecnología digital y social media marketing que van a marcar el cambio de guardia en el sector este año. Éstas son, brevemente explicadas:

Descubribilidad: Cada vez es más crucial etiquetar los clips de música con metadatos inteligentes y dinámicos que favorezcan el hallazgo de artistas relacionados, sonidos afines y propuestas complementarias.

Big data musical: Ganan protagonismo los programas de recomendación musical que ofrecen propuestas personalizadas basadas en complejos algoritmos que valoran el perfil del oyente, su historial de escuchas previas, el día y la hora, la ubicación geográfica, el clima...

Filtrado humano: La oferta musical crece de forma exponencial, por lo que la criba es más necesaria que nunca. Los sistemas de recomendación electrónica o social no bastan. Cada vez se estila más la figura de un music curator que filtra, selecciona y ordena. ¡Como lo oyes! En plena revolución digital, han regresado el pinchadiscos y el locutor radiofónico de toda la vida.

Streaming multiplataforma: La música está dejando paulatinamente de almacenarse en forma de archivo digital, no digamos ya en soportes físicos. Los usuarios accederán desde distintos dispositivos a sus listas de reproducción y temas favoritos, ubicados en la nube.

El CD, un souvenir: A medida que el streaming se convierte en la principal vía de consumo musical, el disco físico tiende a convertirse en un obsequio promocional, en una pieza para coleccionistas o en un artículo premium.

Pulseras-chip: Los brazaletes equipados con tecnología RFID (Radio Frequency IDentification) se están imponiendo en festivales y eventos al aire libre como sistema de acceso y pago de bebidas, pero también para agilizar el login en redes sociales, para compartir online y para enganchar a los usuarios en programas de fidelización de las marcas.

Crowdfunding: La microfinanciación colectiva se afianzará y su éxito dependerá cada vez más de que los artistas sepan premiar a la audiencia no sólo con el disco o la entrada para el concierto en cuestión, sino con verdadero valor añadido.

Reventa digital de tickets: Se acabó lo de vender la entrada de ese concierto al que no puedes ir con un cartel en la pared. El mercado secundario de tickets se ha hecho mayor y proliferan las webs que ponen en contacto a compradores y vendedores ofreciendo las máximas garantías de pago y entrega rápida.

Reconocimiento: Los tiempos en que tenías una melodía en la cabeza pero no sabías el autor son historia. El software que reconoce canciones e incluso un tarareo es cada vez más eficaz y accesible.

Music gaming: Las aplicaciones móviles basados en algún tipo de juego musical (simuladores de baterías o DJing, batutas virtuales de orquesta, etc.) viven una época dorada.

Apps de eLearning: Nunca sustituirán a un profesor de carne y hueso, pero ya se puede aprender a tocar la guitarra, la batería o el teclado con versátiles aplicaciones interactivas para móvil y tablet.

eTicketing inteligente: La integración de las tecnologías de streaming, geolocalización y eCommerce ofrece unas oportunidades increíbles para vender, desde una misma aplicación, entradas para conciertos localizados cerca del usuario basándose en sus preferencias de escucha digital.

Aftermovies: ¿Por qué dejar que la magia del directo se desvanezca? El contenido musical que más pega es la aftermovie, grabar y editar un evento musical fugaz para convertirlo en un producto perdurable y transportable.

Mi vida TV: Los músicos ya no necesitan salir en la televisión, sino que pueden crear la suya propia. Cada vez más artistas muestran su vida diaria y su trabajo mediante entregas regulares de vídeo para satisfacer la infinita curiosidad de sus fans.

Contenido generado por el usuario: Hoy día, el mejor vídeoclip es aquel que anima a los fans a grabar su propia versión o incluso a parodiarlo cruelmente en YouTube. Que hablen de ti, aunque sea mal.

Directos: Retransmitir en vídeo un evento en vivo es hoy más fácil y barato que nunca. Se estilará seguir conciertos por Internet, de igual forma que vemos el fútbol en la tele. ¿Existe una mejor forma de promocionarlos?

SoundCloud: Es la red social por excelencia de la música. Crece sin parar en número de usuarios y en calidad de contenidos. El mejor regalo de los artistas para sus fans es regalarles de vez en cuando una mezcla o la versión de un tema a través de esta plataforma gratuita.

Social media leads: A medida que el mundo de las redes sociales adquiere madurez, cada vez se las concibe más no sólo como espacios para conversar, sino para identificar comercialmente a potenciales compradores de tu disco o asistentes a tu concierto.

Live social media: La conversación virtual ya forma parte de la realidad. Se lleva exhibir en conciertos o eventos en vivo lo que está pasando en las redes sociales mediante pantallas.

Face to face: Las entrevistas a través de Twitter seguirán pegando fuerte, pero los Hangouts de Google irrumpen como la tecnología definitiva para que los fans puedan hablar cara a cara con los artistas.

Ibai Cereijo, director de Woo Media y experto en marketing digital aplicado a la música, ha señalado: “La música no está en crisis. Hoy en día es, junto al deporte, el fenómeno cultural más importante del mundo, y tiene más peso que nunca antes en la historia. Sin embargo, está viviendo un proceso de evolución acelerada. Internet y el mundo digital han cambiado drásticamente la forma en que se crea, promociona, distribuye y consume música, barriendo las instituciones clásicas y eliminando los intermediarios que no aportan valor”.

“La irrupción de la tecnología digital es una noticia extraordinaria para la música. Es cierto que vivimos un momento de transición en el que los modelos de negocio son inmaduros y existen incertidumbres sobre qué formatos se impondrán. Sin embargo, sí está claro que el talento tiene hoy en día más vías de expresión que nunca para desarrollarse y llegar con éxito al público, si conoce cómo hacerlo”, ha concluido Cereijo.

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