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Intelligent packaging: Cómo el internet de las cosas está cambiando el packaging

Las marcas están dotando de tecnología a sus empaquetados y están empezando a experimentar con ella.

Por Redacción - 8 Octubre 2015

El internet de las cosas es una de las grandes innovaciones que está modificando la posición de las empresas de cara al futuro. La situación está llamada a ser completamente diferente a la que hoy tienen las compañías, ya que el futuro pasará por una situación en la que todo estará conectado y en la que cualquier cosa, cualquier elemento, será inteligente gracias a su conexión a la red. Así, el futuro irá mucho más allá de persianas que se cierran solas y termostatos que empiezan a funcionar cuando detectan que el coche de su usuario está cerca o de lavadoras que aprenden de nuestros hábitos para escoger los mejores programas de lavado. En el futuro, desde un cartón de leche hasta el paquete en el que venga el último ordenador que hemos comprado podrá convertirse en algo más gracias al toque inteligente y "smart" que impone el internet de las cosas.

Como explican en un informe de Moor Insights & Strategy, ningún sector es realmente inmune al internet de las cosas. "Los consumidores están obligando a las marcas y a la industria del packaging a evolucionar para centrarse en ofrecer productos al mercado que reduzcan costes y que incrementen los ingresos, mientras generen reconocimiento de marca, sostenibilidad, competitividad, seguridad alimentaria, posicionamiento en estantería y consistencia", escriben en sus conclusiones.

Los productos ya no pueden presentarse de la forma por tanto analógica que se estaban presentando hasta ahora y tienen que empezar a ajustarse a los nuevos tiempos. El internet de la cosas, el big data y las tecnologías de consumo están cambiando sus estructuras y están empujando a las marcas a centrarse en nuevas oportunidades de negocio.

Y ahí es donde el packaging se convierte, él también, en inteligente. El empaquetado de los productos no servirá solo para servirlos y para hacer que el consumidor no olvide nunca a la marca, sino que además empujará a ofrecer experiencias mejoradas y ampliadas al cliente y dará por tanto un valor añadido que va mucho más allá de puede ofrecer una simple caja "tonta". Las marcas están dotando de tecnología a sus empaquetados y están empezando a experimentar con ella.

Las compañías que tradicionalmente producían packaging y las empresas de tecnología especializadas en software están trabajando en crear un nuevo escenario en el que el empaquetado va un paso más allá, como explican en un análisis en Forbes.

¿Qué es lo que hace a este tipo de packaging diferente e inteligente?

La diferencia entre estas presentaciones y las demás es que incluyen elementos tecnológicos que permiten acceder a más cosas. El packaging se enriquece con sensores RFID o NFC e incorporan etiquetas inteligentes que permiten acceder a más detalles sobre el producto o recibir información personalizada sobre el mismo. Los productos están conectados a la red y están conectados por tanto a la empresa que está detrás de ellos, lo que les permite crear muchas más realidades asociadas que el echar mano de una simple caja.

El potencial para las empresas del empaquetado inteligente

Así, las empresas pueden emplear el packaging para enviar mensajes al consumidor sobre el mismo. Pueden lanzar alertas sanitarias cuando se trata de productos de alimentación, por ejemplo, midiendo la presencia de bacterias en el producto y comunicando los cambios que hacen que sean menos seguros o pueden ayudar a crear fechas de caducidad mucho más eficientes porque estarán basadas en datos extraídos de la realidad.

Los productos pueden además convertirse en llave para hacer llegar otro tipo de mensajes, como pueden ser contenidos asociados al producto (siguiendo con los de alimentación, podrían ser la llave para ofrecer al consumidor recetas) o para dar información que muchas veces no cabe en la etiqueta y que es relevante, como pueden ser instrucciones de lavado y conservación con la ropa.

Pero el potencial del Active packaging o smart packaging no está solo en las cuestiones que lo relacionan directamente con los productos y con los servicios que pueden ofrecer a los consumidores. También puede convertirse en una mina de información para las empresas, especialmente ahora que el big data se ha convertido en una cuestión tan determinante a la hora de hacer negocio.

Las compañías tendrán que analizar con cuidado todas las cuestiones éticas y legales asociadas a estas potenciales decisiones y actividades, pero una vez aplicadas podrían dar información muy valiosa, desde a dónde van a parar los productos que compran los consumidores hasta cuáles son realmente las cosas que interesan a los compradores o si realmente consumen los productos que compran.

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