Artículo Estrategia

Las tres líneas maestras para crear relaciones sólidas con los consumidores

Invita a tus consumidores a ser los protagonistas de tu mensaje

Por Redacción - 28 Septiembre 2015

Muchas cosas han cambiado en los últimos años en lo que a relación entre consumidores y marcas se refiere. Las compañías ya no deben solo ofrecer el mejor producto o hacerlo al mejor precio o lanzar campañas masivas de publicidad que hacen que sus productos y sus mensajes aborden al consumidor en prácticamente cualquier esquina. No, ahora las relaciones entre consumidores y productos son mucho más complejas y las marcas deben esforzarse por ser mucho más eficientes en cuestiones que antes no parecían tan relevantes o que no lo parecían en todas las industrias.

Así, el presente y el futuro están marcado por nuevas cuestiones. Las marcas tienen que crear relaciones de valor con los consumidores, tienen que ser capaces de lograr engagement y tienen que apelar a cuestiones mucho más subjetivas que a las que apelaban antes. Tienen que lograr que sus relaciones con los consumidores sean espectacularmente buenas, cercanas y profundas.

Pero relacionarse con una marca no es tan fácil como relacionarse con otra persona y los consumidores son, habitualmente, reticentes ante estos nuevos interlocutores. Las marcas deben esforzarse por tanto más para lograr llegar a su corazoncito y tienen que ser especialmente buenas en sus esfuerzos. Pero ¿qué debe hacer realmente una marca para llegar a establecer estas relaciones profundas y sólidas? Un análisis en eConsultancy permite determinar tres líneas maestras para lograrlo.

Habla en la misma lengua que tus consumidores

Y aquí no entramos ya en el hecho de que no todos los consumidores hablan inglés, aunque algunas marcas se empeñen en tener sus sites corporativos y sus perfiles sociales directamente en ese idioma. En este caso, lo que importa es comprender exactamente el lenguaje que hablan los consumidores. No se trata tanto de hablar el idioma, que también, sino de pillar sus guiños, sus giros, su argot o sus palabras clave. No se puede hablar igual a un millennials que a un baby boomer y tampoco se puede hablar a un joven usando ese lenguaje que las marcas creen que es moderno y desenfadado pero que lleva unos cuantos años obsoleto.

Como apuntan en el análisis de eConsultancy, las empresas que han conseguido dominar el lenguaje que emplean sus consumidores consiguen crear relaciones solventes y sólidas, que los consumidores las perciban como próximas y que además se sientan identificados con su mensaje. Así, por ejemplo, Taco Bell en Twitter emplea un lenguaje y se centra en unos contenidos que hacen que sus tuits parezcan los que lanzaría el mejor amigo del consumidor en esta red social.

Convierte a tus consumidores en tu escaparate

Muchas empresas ya lo están haciendo y los resultados están siendo muy buenos: invita a tus consumidores a ser los protagonistas de tu mensaje y déjales que se conviertan en el escaparate de lo que ofreces al mundo. Muestra al consumidor real que emplea tus productos en tus esfuerzos de marketing. Como apuntan en el análisis, es la mejor manera de lograr que los consumidores sean capaces de imaginarse empleando los productos de la marca y que vean, por tanto, cómo será su vida siendo consumidores de la misma.

Aunque la idea es buena y aunque el potencial de la misma es muy elevado, lograr aplicarla sin fallos es muy complicado. Como apuntan desde eConsultancy, la ejecución de esta idea "puede ser difícil". La compañía tiene que tener muy claro desde el primer momento los límites de privacidad y los consumidores tienen que tener igualmente claro el para qué se van a emplear esas imágenes y contenidos que se están generando. La marca no se puede apropiar de cualquier mensaje generado por el usuario. Por ejemplo, esas compañías que incluyen por defecto todo lo que se está diciendo en redes sociales sobre sus productos en sus sites están navegando en terreno pantanoso, ya que no todos los consumidores se pueden sentir cómodos con la idea.

Apple o Dove son dos de los ejemplos que permiten ver cómo se puede hacer este movimiento y triunfar. Apple usó fotos realizadas por usuarios de a pie en sus anuncios, lo que hizo que estos consumidores se sintiesen más cercanos a la marca. Dove ha convertido a la "belleza real" en su principal valor de marca y ha conseguido que sean las consumidoras las que sean protagonistas de sus anuncios.

No importa que vendas clavos, piensa como un hotel

Para triunfar, para hacer que los consumidores se sientan cómodos, las compañías tienen que empezar a pensar mucho más como las firmas que están teniendo más éxito en el sector de la hostelería. Hoteles de lujo, resorts y restaurantes de alto standing han convertido el servicio que ofrecen a sus consumidores en algo personal y personalizado. No solo es que sepan el nombre del consumidor sino que además han logrado recordar sus preferencias y sus gustos y aplicarlos en su servicio. Esto, por cierto, lo hacen los grandes hoteles y restaurantes de lujo pero también el bar modesto de la esquina, ese con un camarero de siempre que aprende rápidamente el modo en el que te gusta el café y te lo hace siempre así.

Las marcas tienen que empezar a interiorizar esa idea y tienen que aprender de los hoteles de lujo y de las cafeterías de la esquina. Tienen que empezar a tratar a sus consumidores de una forma personalizada y directa, tiene que parecer que están hablando directamente al consumidor en concreto y no a la masa generalizada de consumidores.

Muchas firmas de ecommerce están empezando a incluir detalles que dan un toque humano a sus envíos, como mensajes personalizados o detalles que sorprenden al consumidor al abrir el paquete. Amazon, el gigante del ecommerce, ha logrado personalizar la experiencia de forma notable gracias al uso de algoritmos, que recomiendan productos basándose en el comportamiento de los usuarios y que parece adelantarse así a sus necesidades de consumo.

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