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Por Redacción - 6 Mayo 2016
Hace unos meses, Facebook lanzaba sus nuevos emoticonos de respuesta en prueba en España e Irlanda. Luego los lanzó al mundo entero y entre medias los medios, los analistas e internet en general se volvió como loco con ellos. ¡Se iban a poder generar más opiniones! ¡Se iba a lograr más engagement! Las marcas vieron en los emoticonos la nueva fórmula para conseguir conectar con el consumidor y para hacer que respondiese más y mejor a sus actualizaciones en la red social. Pero ¿son estos nuevos emoticonos realmente eficientes o se han quedado las reacciones en mucho ruido y pocas nueces?
Un reciente estudio acaba de demostrar que los nuevos emoticonos de Facebook no están consiguiendo realmente un elevado uso. En realidad, los usuarios de la red social siguen empleando el tradicional "me gusta" y siguen usando las mismas herramientas de siempre para opinar sobre lo que se publica en Facebook. Según datos de la firma Quintly, el 97% de las interacciones que se registran en las actualizaciones de Facebook son o bien un me gusta o bien un comentario o un "share". Por ello, se puede establecer que solo un 3% de las interacciones está relacionada con los nuevos botones de respuesta. En definitiva, las nuevas reacciones lanzadas por Facebook "no son usadas muy frecuentemente por el usuario medio en este punto", como concluye el estudio y recoge Digiday.
Y lo más interesante es que estos datos y esta confirmación en cifras de que los nuevos emoticonos son un fiasco no son una noticia realmente nueva. Otro estudio hace unas semanas apuntaba en la misma dirección. En este caso la medición tenía detrás a Unmetric y las conclusiones eran bastante similares. Según sus datos, los consumidores estaban aún empleando el me gusta para responder de forma mayoritaria y los demás emoticonos casi no eran usados en las relaciones de marcas y consumidores. Cogiendo algunos de los posts más populares de las marcas analizadas, el estudio determinaba que el 92,9% de las reacciones de los usuarios era de "me gusta" y solo un 7,1% se quedaba en manos de otras reacciones (la más popular la de amor).
Volviendo a los datos del estudio más reciente, el amor es también la reacción más popular cuando no se usa el me gusta (aunque sus datos siguen siendo mínimos).
Qué falla en los emoticonos
¿Por qué las nuevas reacciones tienen tan poco peso y por qué no están triunfando más a pesar de que todo el mundo hablaba de ellas cuando se lanzaron globalmente y se produjo una fiebre relacionada con ellas? Al fin y al cabo, los consumidores llevaban reclamando un botón de no me gusta durante años y ahora que lo tienen (el me enfada es una versión un tanto menos agresiva del mismo) no lo están usando. Los expertos tienen varias teorías. El estudio de hace unas semanas apuntaba a la economía del tiempo. Los usuarios tienen que hacer un esfuerzo extra para escoger otra emoción y por tanto directamente pasan de hacerlo. A esto hay que sumar que están acostumbrados a ese emoticono y que los hábitos asentados son difíciles de romper.
El nuevo estudio también tira un poco por esa vía. Los nuevos emoticonos acaban de llegar al mercado y los usuarios tienen aún que acostumbrarse a ellos y tienen que cambiar sus hábitos. A ello suman, sin embargo, que no todo el mundo sabe muy bien cómo funcionan y cuál es la etiqueta de uso, ya que no está consensuado aún qué quiere decir cada uno de ellos. ¿Puede uno usar el botón de me enfada cuando no se está de acuerdo con una postura o una afirmación o sería demasiado agresivo? Mientras los usuarios intentan desentrañar el protocolo de estos nuevos botones, directamente no los usan.
Y a todo esto habría que sumar un tercer elemento que los estudios están dejando de lado y es que cuando se opta por los nuevos emoticonos hay que hacerlo de forma realmente consciente. Es decir, hay que hacer un par de clics. Teniendo en cuenta que no es tan complicado dar me gusta a algo por error cuando se usa un dispositivo móvil, habría que pensar también cuántos de esos me gustas que siguen existiendo son o no legítimos.
