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Los anunciantes no acaban de ver nada claro el modo en el que operan las agencias

Por Redacción - 15 Junio 2017

Si las relaciones de negocios usasen el mismo lenguaje que se usa al hablar de relaciones personales en Facebook, la mejor expresión para hablar de las relaciones entre las agencias y sus clientes es que todo "es complicado". Los estudios no paran de señalar puntos de tensión y en los que unos y otros chocan, demostrando que no trabajan tan bien juntos como deberían y que, en ocasiones, lo que unos creen no es lo mismo que lo que creen los otros.

Así, incluso cuando se comparte información de forma bastante fluida, las agencias y sus clientes no acaban de entenderse y las expectativas de unos no son lo que los otros esperan lograr y hacer. Y, sobre lo que se espera conseguir, hay muchos problemas: las agencias y sus clientes fallan a la hora de planificar sus expectativas y los pasos que seguirán, lo que hace que la relación haga aguas.

Pero, en realidad, el problema va incluso un poco más allá, ya que los puntos de desencuentro entre unos y otros están incluso en la esencia del trabajo y en el epicentro de la actividad. Los anunciantes no acaban de ver nada claro el modo en el que operan las agencias.

De hecho, como acaba de demostrar un estudio elaborado por ID Comms sobre una muestra global, agencias y clientes no se ponen de acuerdo sobre la esencia de su trabajo. No están de acuerdo en lo que supondría un modo justo de trabajar y tanto unos como otros creen que el modo actual de trabajar les perjudica.

Así, el 80% de los encuestados está de acuerdo o incluso fuertemente de acuerdo con la afirmación de que unas agencias con términos más justos de trabajo en relación con su cliente serían más trasparentes y estarían mucho más alineadas con los objetivos de sus clientes. Todos parecen de acuerdo en que las cosas tienen que cambiar, pero no tanto en cómo deben hacerlo y sobre todo qué terreno de juego es el que da problemas.

Así, los clientes, esto es los anunciantes, consideran que lo que deberían cambiar deberían los términos del contrato entre unos y otros. Para las agencias, el problema está en el alcance del trabajo que tienen que hacer o que se espera que hagan. Aunque en general los precios no se ven como justos, las agencias los ven como más injustos. En una escala del 1 al 5 de justicia, las agencias solo les dan un 2,6 a los precios que se les están pagando por sus trabajos.

Las cosas no cambiarán en el futuro

Pero, aunque parece que todo el mundo está bastante disconforme con cómo están ocurriendo las cosas, no se debería esperar que las cosas cambien. Las agencias ven el futuro de un modo bastante poco optimista. Solo el 3% de los encuestados en este terreno espera que las cosas mejoren y cambien en los próximos 12 meses.

En el caso de los clientes, estos están convencidos de que la cultura de trabajo tal y como es está tan asentada en las empresas y sobre todo en las agencias que resulta difícil cambiarla, por mucho que ellos quieran.

En realidad, este último punto del estudio no es tan sorprendente, porque al final es la tónica que domina desde siempre. Las agencias y sus clientes se llevan quejando de lo que hacen y de cómo operan desde hace muchísimo tiempo. Las quejas y los deseos de cambio y mejora son una constante en todo este tipo de estudios (y recurrentes cuando se hacen análisis de cómo ven los trabajadores de estos terrenos su día a día) pero a pesar de ello, y a pesar de que las quejas no parecen nunca nuevas, las cosas no han sido cambiadas hasta ahora.

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