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Por qué la estrategia de marketing de las pymes no puede marcharse de vacaciones en verano 

Las pequeñas empresas no pueden permitirse bajar la guardia: su estrategia de marketing debe estar afinada y bien activa durante los meses veraniegos 

Por Redacción - 12 Julio 2022

En la lista de preocupaciones de las pymes, el marketing no suele aparecer posicionado muy arriba. En una pequeña empresa, el equipo suele ser pequeño, pero los problemas y las necesidades de la gestión diaria muchos. El marketing se queda para otro día o, quizás, para cuando se tenga más dinero o más recursos.

Esto es un problema (y lo es todo el año). Un estudio de 2019 ya indicaba que el 87% de las pymes españolas que había tenido que cerrar en el año anterior no tenía plan de marketing. No es que cerrasen por esta ausencia, pero está claro que el no tenerlo no ayudó a lograr mejores datos. Las pequeñas empresas no suelen pensar a largo plazo y, en esa falta de previsión, suele colarse también el no diseñar un plan de marketing efectivo y trabajar con él en mente.

De hecho, no debería hacer falta repetirlo a estas alturas, pero la realidad es que las pymes necesitan marketing. Desarrollar una estrategia de marketing no es algo que deban hacer solo las grandes corporaciones y esas compañías que tienen capacidades presupuestarias elevadas para invertir en marketing y publicidad. No es un “o te gastas un millón de euros en marketing o mejor no hagas nada”.

Cada empresa debe ajustar su presupuesto a sus capacidades, pero todas deben tener un presupuesto de marketing y, sobre todo, una estrategia de qué hacer y por qué. Al fin y al cabo, todas las compañías necesitan darse a conocer entre los consumidores y todas, absolutamente todas, precisan vender sus productos y servicios. Si no se tienen consumidores, está claro que el futuro no está asegurado, es que directamente no existe. Las empresas necesitan compradores para sobrevivir y marketing para llegar a esos consumidores potenciales.

Y esto ocurre todo el año y en todas y cada una de las estaciones. Porque incluso aquellas pymes que han comprendido que necesitan marketing y trabajan en ello cometen a veces el error de cálculo de pensar que todo eso es verdad, menos en verano.

Por qué las pymes siguen necesitando marketing en verano

Si el verano – con sus vacaciones, sus parones en las cadenas y sus cambios de horarios – es complicado para las grandes empresas, para las pequeñas y medianas lo puede ser mucho más. Son ellas quienes acaban cerrando durante semanas para poder irse de vacaciones y son ellas también las que tienen ya de entrada un personal mucho más reducido. El mundo se vuelve más lento en verano para consumidores y empresas, pero sobre todo lo hace para las pymes.

Quizás, por eso, algunas pequeñas compañías caen en la tentación de pensar que pueden también reducir o directamente pasar sus esfuerzos en marketing. Si total todo va más despacio, no pasará nada, o eso parecen pensar. Si hay menos consumidores al otro lado, nadie – o muy poca gente – verá que estoy haciendo menos o que lo estoy haciendo mal.

Y todo esto es un error de bulto, uno que puede tener consecuencias muy graves para la marca más allá de ese verano en el que se relajaron las cosas. En el caso más extremo, puede acabar hundiendo el trabajo que se ha hecho durante el resto del año.

Pero ¿por qué en verano las pymes siguen necesitando marketing? La primera razón – y casi se podría decir que esperable – es porque las necesidades que llevaron a crear y ejecutar la estrategia de marketing siguen estando ahí. Las pequeñas empresas continúan necesitando consumidores, siguen teniendo que crear imagen de marca y deben darse a conocer. Siguen necesitando vender y convertir.

Más allá de eso, y segunda razón clave, la propia naturaleza del verano y a lo que expone a las pymes hace que las cosas se vuelvan más sensibles. Si hay menos personal y si las cosas son más sensibles para los consumidores – el verano es, como la Navidad, uno de esos momentos en los que nos duele especialmente que las marcas fallen – es más importante que nunca que se esté velando por cómo se conecta con los clientes y, sobre todo, por qué ocurre con la propia reputación. De hecho, se podría decir que el verano es un riesgo mayor para las pymes en marketing y bajar la guardia es un error que no pueden permitirse.

Y, finalmente, si las demás compañías sí están bajando la guardia con esa idea de que es verano, para las pymes que han aprendido la lección y han seguido apostando por hacer buen marketing esta es una oportunidad de oro. La competencia ya se ha encargado de allanar la mitad del camino.

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