Por Redacción - 14 Julio 2025
Aprovechando el reciente estreno de "Superman" de James Gunn, con David Corenswet tomando el manto del Hombre de Acero como la gran esperanza del cine de superhéroes, es un momento oportuno para recordar que la relación entre Superman y las marcas icónicas no es algo nuevo. Si bien la imagen que inmediatamente viene a nuestra mente es la de su icónico traje azul, rojo y amarillo, hubo un momento en la gran pantalla donde el Hombre de Acero, o al menos su alter ego, Clark Kent, lució las tres rayas más famosas del deporte: las de Adidas. Este peculiar encuentro ocurrió en la película de 1987, "Superman IV: The Quest for Peace".
En una de las escenas más recordadas de la película, Clark Kent decide ponerse en forma y se dirige a un gimnasio. Lo que llama la atención de inmediato a los espectadores y entusiastas de la moda ochentera es el atuendo de Clark. Lejos de la sastrería impecable de su vestuario diario, lo vemos ataviado con un chándal Adidas completo, un conjunto que era la quintaesencia del estilo deportivo de la época.
Un reflejo de la moda de los 80
La elección de Adidas para vestir a Clark Kent no fue al azar. En los años 80, la marca alemana dominaba el panorama global de la ropa deportiva. Sus chándales, zapatillas y camisetas no solo eran populares entre los atletas, sino que también se habían convertido en un símbolo de estatus y estilo en la cultura popular. Ver a Christopher Reeve, en su papel de Clark Kent, usando un chándal Adidas en una película de Hollywood de gran presupuesto, consolidaba aún más la imagen de la marca como sinónimo de fitness y modernidad.
La escena en el gimnasio, que también incluye el infame lema "No Pain, No Gain" pronunciado por un rudo entrenador, se ha convertido en un pequeño guiño para los fans. Muestra una faceta más terrenal de Clark, intentando encajar en los hábitos de ejercicio comunes, a pesar de sus superpoderes innatos. Y al hacerlo, sin darse cuenta, se convierte en un embajador temporal de una de las marcas deportivas más influyentes del mundo.
Esta escena es sin duda un ejemplo clásico de product placement. Es una inserción sutil y contextual de un producto o marca dentro de un contenido ya existente (la película), con el objetivo de aumentar su exposición y autenticidad. No es branded content porque la historia de la película no gira en torno a Adidas ni sus valores, y la marca no produjo la película.

El legado de una aparición sutil
Aunque la aparición de Adidas en "Superman IV" fue una inclusión discreta y orgánica dentro del contexto de la película, resalta cómo las marcas deportivas ya estaban profundamente arraigadas en la representación visual de la vida cotidiana, incluso en el universo de los superhéroes. Fue un pequeño recordatorio de que, incluso antes de transformarse en Superman, Clark Kent era, en muchos aspectos, un hombre de su tiempo, y parte de ello significaba usar la ropa deportiva más icónica disponible.

Sin embargo, la relación entre Adidas y Superman no terminó ahí. Años más tarde, la conexión evolucionó de un simple emplazamiento de producto a una colaboración de marca oficial y con licencia. Un ejemplo notable de esto es el lanzamiento de las zapatillas Adidas BEAST Commander "Superman" alrededor de noviembre de 2010. Estas zapatillas de baloncesto fueron diseñadas como una edición especial para el jugador de la NBA Dwight Howard, quien en ese momento era apodado "Superman" por su impresionante atletismo en la cancha. Las zapatillas incorporaban los icónicos colores de Superman (azul, rojo y amarillo) y presentaban el famoso logotipo de la "S" del superhéroe en la lengüeta y, en algunos diseños, en la suela translúcida.

Esta colaboración oficial fue un paso significativo más allá del product placement inicial. Adidas obtuvo los derechos de DC Comics para utilizar la imagen y los elementos de diseño de Superman en sus productos. Esto permitió a Adidas crear un producto temático único que resonó con los fans del baloncesto y de los cómics, asociando la marca con los valores de fuerza, poder y heroísmo que encarna Superman. Al mismo tiempo, para DC Comics, esta colaboración ayudó a mantener la relevancia y la visibilidad del personaje fuera de los medios tradicionales, llegando a una audiencia diferente a través de la moda y el deporte. En definitiva, la evolución de esta relación demuestra cómo las marcas pueden pasar de una presencia pasiva en el cine a una activa y estratégica colaboración para crear productos que celebren iconos culturales.












