
Por Redacción - 1 Julio 2025
Sin duda alguna, nos encontramos ante una transformación sustancial del mundo digital, con la inteligencia artificial generativa posicionándose como un motor crucial para la adquisición de tráfico web. Un estudio reciente de Semrush, referente global en marketing digital, proyecta que a principios de 2028, los motores de búsqueda basados en IA superarán a los buscadores tradicionales en la generación de tráfico orgánico hacia las empresas. Este hito podría adelantarse significativamente si Google decide implementar su modo IA como experiencia por defecto en su buscador, una funcionalidad que ya está en fase de despliegue en ciertos mercados.
La investigación de Semrush, fundamentada en un análisis exhaustivo de más de 500 temáticas de alto valor en marketing digital y SEO, empleó búsquedas y avisos diseñados para evaluar la relevancia de los resultados tanto en motores de búsqueda convencionales como en herramientas de IA como Google AI Overviews, ChatGPT, Claude y Perplexity. Las conclusiones desvelan un escenario emergente donde la calidad del tráfico proveniente de la IA es notablemente superior. Las visitas generadas por búsquedas en IA resultan hasta 4,4 veces más efectivas que las del SEO convencional, indicando que los usuarios que llegan a una página después de una consulta en un modelo de lenguaje lo hacen con una mayor preparación y conocimiento, habiendo recibido información valiosa que les capacita para tomar decisiones más informadas. Esto los convierte en perfiles altamente cualificados, más próximos a la conversión, y con una influencia creciente en los modelos de atribución de negocio.

A pesar del rápido crecimiento de la Inteligencia Artificial, Google Search sigue siendo, con diferencia, la principal fuente de tráfico orgánico para la mayoría de las empresas, acaparando alrededor del 89.57% del mercado a junio de 2025. Aunque las herramientas de búsqueda de IA están experimentando un crecimiento acelerado (algunas con aumentos superiores al 80% anual), su volumen de tráfico total es aún muy limitado, representando menos del 3% del tráfico de los motores de búsqueda tradicionales.
Este cambio de paradigma también redefine las reglas del posicionamiento en línea. El estudio revela que la mayoría de los contenidos citados por plataformas como ChatGPT no se encuentran entre los 20 primeros resultados de Google. De hecho, casi el noventa por ciento de los enlaces incluidos por ChatGPT provienen de páginas que ocupan posiciones inferiores a la 21. Esta divergencia subraya que los modelos de IA no se rigen por la lógica del ranking tradicional de los motores de búsqueda, sino que priorizan la capacidad de extraer fragmentos de información específicos y útiles que aborden contextos y necesidades muy concretas de los usuarios. En este nuevo entorno, plataformas con un enfoque más conversacional y basadas en experiencias reales, como Reddit o Quora, están liderando el número de menciones en los resultados generados por Google AI Overviews.
Google por su lado, está integrando la IA directamente en su motor de búsqueda con funciones como "AI Overviews" y "AI Mode". Esto significa que Google mismo utilizará la IA para proporcionar respuestas directas a los usuarios, lo que podría reducir la necesidad de hacer clic en enlaces externos y, por lo tanto, afectar el tráfico orgánico tradicional. Aunque es difícil predecir el momento exacto en que la IA podría generar más tráfico orgánico que Google, las tendencias actuales sugieren que esto no sucederá a corto plazo de forma generalizada. Sin embargo, si tenemos en cuenta las predicciones de Semrush, será a principios de 2028 cuando los motores de búsqueda basados en IA superarán a los buscadores tradicionales en la generación de tráfico orgánico hacia las empresas.
Las proyecciones de tráfico e impacto económico, realizadas a partir de modelos que consideran tanto clics con y sin referencia, así como visitas atribuidas a búsquedas de marca tras una exposición previa en IA, sugieren que la inteligencia artificial no solo capturará una porción creciente de la visibilidad online, sino que lo hará con un impacto económico por visita superior al del canal orgánico tradicional. El futuro del tráfico web, no reside en competir con la inteligencia artificial, sino en aprender a coexistir y optimizar para sus modelos de lenguaje, una inversión estratégica que, si se ejecuta correctamente, puede significar la diferencia entre ser citado o pasar inadvertido.
En este contexto, donde los modelos generativos no buscan páginas, sino respuestas directas, la labor de los profesionales del marketing se expande más allá de la comprensión de los algoritmos tradicionales. Ahora es imperativo entender cómo las IA interpretan, seleccionan y sintetizan los contenidos.

