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Toyota eleva la apuesta de lujo con la marca Century posicionándose por encima de Lexus

El gigante nipón Toyota desvela su plan de electrificación multitecnológica para el año 2025

Por Redacción - 23 Octubre 2025

Toyota, la histórica automovilística japonesa, atraviesa una profunda metamorfosis tanto a nivel corporativo como de producto, trazando un corte definido con su pasado reciente para proyectarse hacia un futuro donde la sofisticación y el liderazgo tecnológico en propulsión redefinen su identidad.

Lejos de conformarse con su posición dominante, la compañía ha ejecutado un movimiento audaz: la posible incorporación de la marca Century como emblema de superlujo, elevando el estándar más allá de lo que hasta ahora representaba Lexus, su división premium por excelencia. Este paso no se trata de una simple maniobra de marketing, sino de la materialización de una estrategia orientada a segmentar con precisión el mercado, abarcando desde los vehículos de volumen hasta las cimas más exclusivas de la opulencia automotriz. La decisión refleja una comprensión profunda de la saturación de los nichos tradicionales y de la necesidad de ofrecer narrativas de marca diferenciadas y aspiracionales a una clientela global cada vez más exigente y diversa.

La apuesta por Century, históricamente vinculada a la élite empresarial y a la Casa Imperial japonesa, representa un desafío directo a los fabricantes europeos del ultralujo, con el objetivo de capitalizar su prestigio y artesanía para construir una propuesta de valor pionera en diseño e innovación técnica. Esta estrategia obliga a Lexus a reafirmar su lugar inmediatamente inferior, centrando su propuesta en lujo moderno, deportividad tecnológica y electrificación avanzada. La distinción entre ambas marcas es fundamental: mientras Lexus se consolida como la puerta de acceso al refinamiento japonés con una gama vigente y en expansión, Century se proyecta como la cúspide de la exclusividad y del servicio al cliente más personalizado.

Paralelamente, la estrategia de Toyota está íntimamente ligada a su hoja de ruta de electrificación con un enfoque multi-tecnológico. La compañía reconoce que la transición energética no admite soluciones únicas, y por ello mantiene una ofensiva que abarca vehículos híbridos eléctricos, híbridos enchufables, eléctricos de batería y de pila de combustible de hidrógeno. Este compromiso se refleja en sus planes: para 2025, se espera que casi toda su gama cuente con al menos una opción electrificada, y para 2030 la meta es vender más vehículos electrificados que de combustión interna a nivel global, un testimonio de la seriedad con la que Toyota aborda la transformación del sector y el desafío climático.

La reestructuración estratégica de Toyota redefine el posicionamiento de su extenso portfolio de marcas, consolidando su liderazgo en electrificación y ampliando su segmentación de mercado, desde vehículos urbanos hasta ultralujo global. La narrativa corporativa se articula ahora alrededor de cinco pilares: Toyota, Lexus, Gazoo Racing (GR), Daihatsu y la emergente Century. Cada división tiene un propósito específico, pero todas comparten la visión de mejorar la movilidad. La elevación de Century a estandarte de superlujo reconfigura la jerarquía interna: conocida por sus imponentes berlinas asociadas a la élite japonesa, Century busca ahora conquistar el lujo internacional y posicionarse por encima de Lexus, que seguirá enfocándose en lujo moderno, tecnología y deportividad sofisticada. La diferenciación es clave: mientras Lexus aspira a la expansión global con diseño vanguardista y experiencia de conducción refinada, Century apunta a la exclusividad máxima, desafiando a los fabricantes europeos más consolidados en opulencia.

En el extremo opuesto, Daihatsu conserva su rol como referente de vehículos compactos y kei car en Japón y mercados emergentes, especializándose en eficiencia y costes ajustados, esenciales para la rentabilidad en los segmentos de acceso y movilidad urbana. Esta experiencia se integra en la hoja de ruta de electrificación, colaborando en el desarrollo de microvehículos comerciales eléctricos que optimicen la logística de última milla. Así, Toyota refuerza su control sobre el mercado de vehículos pequeños y permite a Daihatsu concentrarse en su pericia técnica, manteniéndose como pilar en nichos sensibles al precio.

La marca Toyota, núcleo de la corporación, sigue expandiéndose con una estrategia multi-tecnológica, evitando depender únicamente de los vehículos eléctricos de batería. Para 2025, se prevé que casi todos sus modelos ofrezcan variantes electrificadas, abarcando híbridos, híbridos enchufables y pilas de combustible de hidrógeno. Este enfoque se refleja en la actualización constante de modelos de volumen como el RAV4, el Corolla Cross y la renovación del Land Cruiser. Las correcciones aplicadas al bZ4X, su primer todocamino totalmente eléctrico, muestran un aprendizaje continuo, aplicando principios de Kaizen para mejorar la gestión térmica de la batería y la velocidad de recarga, garantizando que los futuros eléctricos, como el C-HR+ y el Urban Cruiser, nazcan con prestaciones optimizadas.

Por su parte, Gazoo Racing inyecta adrenalina y experiencia competitiva en los modelos de calle, funcionando como laboratorio de alto rendimiento. Modelos como el GR Yaris y el GR Supra reciben mejoras continuas, incluyendo reestructuración de acabados, equipamiento de seguridad y, en el caso del Supra, el lanzamiento de una variante Lightweight Evo para puristas. La división deportiva integra sostenibilidad, desarrollando un motor híbrido deportivo de 2.0 litros que busca mantener alto rendimiento mientras reduce emisiones. La participación en competiciones como WRC y WEC sigue siendo clave para forjar innovaciones en fiabilidad y gestión energética, beneficiando a todas las marcas del grupo y asegurando el futuro de la familia GR en un mercado cada vez más regulado.

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