
Por Redacción - 20 Junio 2025
Repsol ha desvelado su renovada imagen de marca, un paso estratégico que subraya su compromiso con una propuesta multienergética, concebida para satisfacer las diversas necesidades de sus consumidores. Esta transformación visual no es meramente estética, sino que encapsula una visión empresarial profunda, orientada a ofrecer soluciones energéticas personalizadas que se ajusten a los requerimientos específicos de cada usuario, desde la movilidad hasta el consumo doméstico. La implementación de esta nueva identidad comenzó de forma inmediata en su plataforma digital y se extenderá de manera progresiva a sus puntos de contacto físicos, reflejando una transición cuidadosa y planificada.
Los primeros vestigios de esta renovación ya son palpables en ubicaciones estratégicas, incluyendo dos estaciones de servicio emblemáticas en Madrid, situadas en Mateo Inurria y Alfonso XIII, así como en las innovadoras oficinas multienergía de Bilbao y Cáceres, y una estación de servicio en Portugal. Este despliegue inicial es el preludio de una expansión mucho más ambiciosa. Para el año 2025, la compañía proyecta que la nueva imagen estará visible en más de un centenar de estaciones de servicio, se integrará en 600 puntos de recarga y alcanzará un centenar de oficinas multienergía distribuidas por toda la Península Ibérica. Esta expansión no solo refuerza la presencia física de la marca, sino que también solidifica su promesa de accesibilidad y cercanía con el cliente.

La evolución de la marca Repsol es un reflejo tangible de su profunda transformación interna, respaldada por sólidos indicadores de negocio que evidencian su compromiso con la transición energética. La compañía ha alcanzado ya una impresionante capacidad instalada de más de 4.700 megavatios de energía renovable, un hito que subraya su apuesta por fuentes más sostenibles. Asimismo, cuenta con una extensa red de más de 3.500 estaciones de servicio y 2.500 puntos de recarga públicos activos, lo que la posiciona como un actor clave en la infraestructura energética de la región. Repsol se erige como la única empresa en la Península Ibérica capaz de ofrecer un abanico completo de soluciones energéticas para la movilidad y el hogar, lo que le confiere una ventaja distintiva en el mercado.
El proceso de desarrollo de esta nueva identidad de marca se abordó con una combinación de ambición y pragmatismo. La premisa fundamental fue reconocer el valor inherente de Repsol como una marca ya consolidada y respetada por el público. El objetivo principal fue potenciar la iconicidad de su símbolo distintivo, el sol, dotándolo de una mayor flexibilidad y energía. Si bien se mantuvo la silueta reconocible que ha caracterizado a la marca durante décadas, se le infundió vida a través de la incorporación de volumen y movimiento, creando una representación visual más dinámica y moderna. Esta evolución busca transmitir una sensación de fluidez y adaptabilidad, elementos cruciales en el actual escenario energético.
Un aspecto destacado de esta renovación es la modernización de la palabra "Repsol", que ahora se presenta en minúsculas. Esta elección tipográfica busca establecer un tono más cercano y accesible, fomentando una conexión más personal con los consumidores. Los colores corporativos emblemáticos, el azul y el naranja, también han sido revitalizados mediante un degradado que se extiende del naranja al magenta. Esta paleta cromática más rica y vibrante simboliza la diversidad de energías que la compañía ahora abarca. Complementando la identidad visual, se ha desarrollado una tipografía exclusiva, denominada 'Sole Repsol', y una identidad sonora distintiva. Esta última se integrará de forma progresiva en los puntos de contacto, generando una experiencia multisensorial para el usuario. Por ejemplo, el acto de descolgar la manguera en una estación de servicio o el momento de conectar un vehículo eléctrico irán acompañados de un sonido característico que evocará la esencia de Repsol, fortaleciendo así el reconocimiento de marca en cada interacción.

