Por Redacción - 12 Septiembre 2025
David Weitzner, un arquitecto fundamental detrás de algunas de las campañas de marketing más icónicas de Hollywood, ha fallecido a los 85 años.
Su deceso, marca el fin de una era para un profesional cuya visión transformó la manera en que el cine se conectaba con su audiencia. Weitzner no era un simple publicista; era un estratega, un visionario que entendía la psique del público y que, con una mezcla de audacia y astucia, logró cimentar en el imaginario colectivo títulos que hoy son considerados monumentos de la cultura popular. Su legado se entrelaza de manera ineludible con la de gigantes como "Star Wars" y "Alien", filmes a los que no solo dio a conocer, sino que ayudó a convertir en fenómenos culturales y comerciales.
La carrera de Weitzner fue una de ascenso constante y brillantez estratégica.
Comenzó su andadura en el séptimo arte en la década de 1970, en un momento de profunda transformación para la industria. En 1974, asumió la vicepresidencia de publicidad y relaciones públicas en 20th Century Fox, un rol desde el que pronto dejaría una huella imborrable. Fue allí donde su talento para la promoción alcanzó su cenit con una de las campañas más arriesgadas y exitosas de la historia del cine: la de "Star Wars: Una Nueva Esperanza". La película, dirigida por un joven George Lucas, era un proyecto de alto riesgo que muchos en el estudio dudaban que funcionara. Weitzner, sin embargo, vio su potencial y, contra toda expectativa, orquestó una campaña que se centró en la creación de expectación a través de un marketing de nicho, dirigido a los entusiastas de la ciencia ficción, para luego expandirse.

La estrategia de usar la música de la película en los tráileres y de centrarse en la épica visual en lugar de en la narrativa compleja fue una de sus decisiones más acertadas, logrando capturar la imaginación del público antes de que la película se estrenara.
Su habilidad para identificar el corazón de una historia y traducirlo en una campaña convincente se hizo evidente en cada proyecto que tocaba. Con "Alien", Weitzner demostró una vez más su capacidad para innovar. La campaña de marketing para esta película de 1979 es recordada por su minimalismo y su eficacia aterradora, con el famoso lema "En el espacio nadie puede oír tus gritos".

Fue una frase que no solo se quedó grabada en la memoria, sino que encapsuló a la perfección la atmósfera de terror y soledad que la película ofrecía. Weitzner entendió que el terror psicológico no necesitaba de imágenes explícitas para ser efectivo; a veces, una frase evocadora era suficiente para sembrar la semilla del miedo. Esta aproximación, lejos de la saturación publicitaria actual, demostró un respeto por la inteligencia del espectador y una profunda comprensión del poder de la sugestión.
El impacto de Weitzner se extendió más allá de las superproducciones de ciencia ficción y terror. Su visión también moldeó el destino de otros filmes de Fox, como la exitosa comedia "Nueve a Cinco" o la aclamada "Toro Salvaje". Su trabajo no se limitó a una fórmula; cada campaña era una pieza artesanal, diseñada para conectar de manera única con el público al que se dirigía. A lo largo de su carrera, demostró una versatilidad notable, sabiendo cómo cambiar de tono y estrategia, ya fuera para promocionar una película de género o un drama de prestigio. Esta capacidad de adaptación lo convirtió en un recurso invaluable para el estudio, y su nombre se convirtió en sinónimo de éxito en la taquilla y la crítica.
Tras su periodo en Fox, Weitzner continuó dejando su marca en la industria. En 1982, fue nombrado presidente de marketing y publicidad mundial para Universal Pictures, donde supervisó las campañas de películas tan influyentes como "E.T., el extraterrestre". Bajo su dirección, la campaña para este clásico de Steven Spielberg se centró en la ternura y la conexión emocional entre el niño y el alienígena, una estrategia que resonó profundamente con audiencias de todas las edades. Fue una decisión que ayudó a que "E.T." se convirtiera no solo en un éxito de taquilla, sino en un fenómeno cultural global. La sutileza de su enfoque, alejada del gran espectáculo, subrayaba su creencia de que las historias más poderosas son las que tocan el corazón de las personas.

La influencia de David Weitzner se mantuvo fuerte a lo largo de las décadas. En 1986, cofundó The Weitzner-Kaplan Group, una firma de marketing y publicidad que asesoró a estudios y productoras. Su legado, sin embargo, no reside únicamente en los éxitos que ayudó a crear, sino en el cambio de mentalidad que introdujo en Hollywood. Fue uno de los primeros en entender que la promoción de una película es una extensión del arte mismo, una narrativa paralela que debe ser tan cuidadosamente construida como la película que presenta. Su enfoque humanista y su creencia en el poder de una buena historia para resonar con la gente le ganaron el respeto de sus pares y el cariño de una industria que hoy lamenta la pérdida de uno de sus más grandes artífices.












