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El Prime Day de Amazon: Radiografía y secretos de una estrategia de fidelización, motor publicitario y poder del comercio electrónico global

El Prime Day no es meramente una jornada de descuentos, sino una demostración de fuerza tecnológica y un vasto laboratorio para los sistemas de Amazon.

Por Redacción - 7 Octubre 2025

Con el inicio de la Fiesta de Ofertas Prime de Amazon en octubre de 2025 —dos jornadas intensas, los días 7 y 8 de octubre, repletas de descuentos destacados en tecnología, hogar, belleza, gaming y mucho más—, la compañía vuelve a consolidar su dominio en el comercio digital. Lo que en 2015 nació como una modesta celebración del vigésimo aniversario de Amazon se ha transformado con el tiempo en uno de los eventos más esperados e influyentes del comercio electrónico a nivel mundial.

La iniciativa, lanzada por Jeff Bezos, se presentó al mundo como un día de descuentos que prometía ser “más grande que el Black Friday”, con la particularidad crucial de que su acceso estaba reservado en exclusiva para los miembros de Amazon Prime. Este carácter de exclusividad fue, desde su génesis en solo nueve países —entre ellos España, junto a potencias como EE. UU. y Japón—, la piedra angular de un evento que hoy aglutina a más de 25 naciones, tejiendo una red de consumo masivo que trasciende fronteras.

La evolución de un campo de pruebas logístico y psicológico

A pesar de las ambiciones iniciales, el bautismo de fuego del primer Prime Day no estuvo exento de críticas; los consumidores de aquel 15 de julio de 2015 mostraron su descontento ante una selección de productos rebajados que muchos tildaron de peculiar, con artículos que iban desde pañales a bastones de selfie, y que además se agotaban con una celeridad exasperante.

Lejos de amilanarse, Amazon tomó nota y, con una mentalidad de mejora continua, amplió y cualificó la variedad de ofertas en las ediciones posteriores. En términos de duración, la jornada inicial de veinticuatro horas se ha expandido hasta las cuarenta y ocho horas habituales de la actualidad, incorporando incluso ofertas previas que calientan motores días antes. El evento demostró su flexibilidad en 2020, cuando la pandemia obligó a retrasar su celebración hasta octubre, sirviendo de pistoletazo de salida anticipado a la vital temporada de compras navideñas.

Un motor publicitario impulsado por la inteligencia artificial

El Prime Day no es meramente una jornada de descuentos, sino una demostración de fuerza tecnológica y un vasto laboratorio para los sistemas de Amazon. Es un campo de pruebas intensivo donde se refinan sus algoritmos de inteligencia artificial, se optimiza la logística de entrega y se evalúan nuevos robots en sus centros de distribución. Esta infraestructura de Big Data y aprendizaje automático permite a la compañía analizar con precisión milimétrica el comportamiento de compra: desde el tiempo de decisión del cliente hasta la eficacia de los distintos formatos publicitarios. Estos datos son capitales, ya que retroalimentan los algoritmos de recomendación y toda la estrategia publicitaria para el resto del año.

La estrategia maestra del ‘anzuelo’ Prime

Desde una perspectiva de marketing y publicidad, el objetivo central de esta celebración de ventas va mucho más allá de la mera facturación puntual; es, fundamentalmente, una herramienta de captación y fidelización de suscriptores. Se estima que más del setenta por ciento de los nuevos miembros Prime se han unido a la plataforma durante el evento, lo que subraya la eficacia de los descuentos como “anzuelo” para convertir a usuarios ocasionales en clientes recurrentes dentro del ecosistema Prime (que engloba Prime Video, Amazon Music y otros servicios). La comunicación publicitaria se articula en torno al storytelling del “beneficio exclusivo”, creando una poderosa narrativa de pertenencia que refuerza la identidad de marca y el valor del club Prime.

La tiranía del FOMO y el impacto en Amazon Ads

La psicología del consumo es explotada con maestría a través del Fear of Missing Out (FOMO), traducido en las omnipresentes “ofertas relámpago” o “Lightning Deals” con contadores regresivos visibles. Este principio de escasez temporal genera una urgencia controlada que dispara la conversión, especialmente en la compra impulsiva.

Este pico de actividad se traduce en una inyección de capital para la división de Amazon Ads, su brazo publicitario. Durante el Prime Day, los vendedores elevan su inversión en Sponsored Products y Sponsored Brands de manera drástica, con pujas por anuncios que pueden incrementarse hasta en un cuarenta por ciento. Las cifras de 2023 hablan por sí solas, cuando Amazon superó sus propios récords de ventas y generó miles de millones de dólares en ingresos publicitarios solo en el trimestre del evento, consolidándose como el mayor evento de ventas en su historia.

El impulso a las pequeñas empresas y el marketing de contenidos

Amazon, consciente de su influencia, ha sabido integrar en su estrategia un componente de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, promocionando activamente sus productos y ofreciendo paquetes de marketing como el “Prime Day Prep” para maximizar su visibilidad.

Para un número considerable de estas marcas, el evento puede significar hasta la mitad de sus ventas anuales.

Paralelamente, la compañía ha integrado el entretenimiento y el marketing de contenidos a través de conciertos especiales transmitidos por Prime Video, con la participación de artistas de renombre. Esta multicanalidad permite una promoción coordinada y altamente personalizada a través de correo electrónico, redes sociales, livestreams en Twitch y notificaciones, asegurando que los anuncios lleguen al usuario en el momento y formato más relevante, maximizando la tasa de clics y, con ello, las ventas.

El efecto halo en el mercado global

El impacto del Amazon Prime Day trasciende ampliamente las fronteras de la propia plataforma, generando un poderoso “efecto halo” que se extiende a todo el ecosistema del comercio electrónico. Este fenómeno ocurre cuando el éxito mediático y comercial del evento impulsa a otros actores del mercado —incluidos competidores directos como Walmart, Target, Best Buy, e incluso plataformas internacionales como AliExpress o Mercado Libre— a lanzar sus propias campañas promocionales en las mismas fechas, buscando aprovechar la atención masiva de los consumidores.

En consecuencia, el Prime Day no se limita a ser un evento exclusivo de Amazon, sino que transforma temporalmente el comportamiento del consumo digital a nivel global, creando una “semana de descuentos universal”. Durante estos días, se intensifica la competencia publicitaria, aumentan los presupuestos en medios digitales y los consumidores adoptan una mentalidad de compra anticipada, similar a la que caracteriza al Black Friday o al Cyber Monday.

Este efecto no solo beneficia indirectamente a otras marcas —que logran incrementos en tráfico y ventas online—, sino que además refuerza el papel de Amazon como el principal catalizador del comercio electrónico mundial. La empresa se posiciona como el actor que marca el ritmo y las reglas del juego del retail digital, obligando al resto del mercado a reaccionar y adaptarse a sus estrategias.

En términos de percepción de marca, este fenómeno consolida el dominio psicológico y simbólico de Amazon en la mente del consumidor: aunque no todos compren en su plataforma, su influencia moldea las expectativas, los tiempos y los estándares del consumo online. De esta forma, el Prime Day se convierte no solo en una fecha de ofertas, sino en una herramienta de liderazgo estratégico que amplía el alcance de la marca y reafirma su hegemonía en el panorama global del e-commerce.

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