Cómo Pepsi introdujo el concepto de Marketing Generacional y posicionó el verano como símbolo de juventud y libertad
Por Redacción - 7 Julio 2025
A mediados del siglo XX, Pepsi se encontraba en una encrucijada, buscando una identidad propia que la diferenciara de Coca-Cola, su principal competidor, arraigado como símbolo de tradición. Fue en este contexto que Pepsi adoptó una estrategia de marketing audaz, pionera en el concepto de marketing generacional: conquistar a la juventud de posguerra, los baby boomers.
La década de 1960: "The Pepsi Generation" y el marketing de estilo de vida
La campaña "The Pepsi Generation", lanzada en la década de 1960, marcó un hito en la publicidad. Su objetivo no era solo promocionar un producto, sino abrazar un estilo de vida. En lugar de centrarse en la bebida, Pepsi conectó con los valores y aspiraciones de la juventud, ofreciendo no solo un refresco, sino una invitación a ser parte de una comunidad vibrante.
La estrategia se articuló en torno a la idea de que la "Generación Pepsi" era moderna, optimista y orientada al futuro, en contraste con la imagen más conservadora de su rival. La publicidad mostraba a jóvenes divirtiéndose, explorando y disfrutando de la vida con una Pepsi en la mano.
La asociación entre Pepsi y el verano se forjó intrínsecamente a través de esta estrategia. El verano, símbolo de vacaciones, ocio y encuentros sociales, se convirtió en el escenario ideal para proyectar los valores de libertad y juventud que Pepsi deseaba encarnar. La publicidad mostraba playas, festivales y momentos de alegría con Pepsi como elemento central, transformando el acto de beber un refresco en una experiencia vinculada a la plenitud de la temporada estival.
Los anuncios presentaban no solo un producto, sino una aspiración: la promesa de diversión, aventura y camaradería. Pepsi evitó la sofisticación, apostando por la accesibilidad y la inclusión de un estilo de vida deseable. Esta aproximación permitió a Pepsi establecer una fuerte conexión emocional con su público, integrando música, moda y eventos culturales de la época para reforzar la imagen de una marca en sintonía con los tiempos.
"The Pepsi Generation" fue más que un eslogan; fue una declaración de intenciones
Al dirigirse específicamente a un grupo demográfico con características y necesidades distintas, Pepsi no solo consolidó su posición, sino que también demostró el poder de la segmentación y el marketing basado en el estilo de vida. Este enfoque innovador permitió a la marca construir una identidad sólida y diferenciada, forjando un legado donde el espíritu juvenil y la asociación con momentos de libertad y diversión siguen siendo pilares de su comunicación.

La campaña inicial, surgida de un concurso de eslóganes en 1963, invitaba a los consumidores a "Come Alive! You're the Pepsi Generation!". Esta consigna, creada por Ellen M. Reimer, fue el germen de una estrategia que se centraría en la energía, el optimismo y la modernidad. Alan Pottasch, ejecutivo de PepsiCo y el cerebro detrás del concurso, reconoció que nombrar y reclamar una generación entera para su producto fue un movimiento arriesgado pero exitoso. Este fue uno de los primeros y más conocidos ejemplos de marketing de estilo de vida.
La década de 1980: "The Choice of a New Generation" y la era de las celebridades
La evolución de la estrategia de marketing de Pepsi alcanzó nuevas cumbres en los años 80 con la icónica asociación con Michael Jackson. Esta alianza no solo elevó el concepto de marketing generacional, sino que redefinió el uso de celebridades en la publicidad, estableciendo un estándar para futuras campañas.
La década de 1980 marcó un hito con la introducción del lema "The Choice of a New Generation". Pepsi consolidó su imagen como la marca preferida de los jóvenes. La colaboración sin precedentes con Michael Jackson reforzó esta percepción y sentó las bases para una estrategia de marketing que trascendería lo convencional.
La marca expandió su visión reclutando a una constelación de estrellas de la música y el entretenimiento, como Lionel Richie, Tina Turner, David Bowie, Gloria Estefan (junto a Miami Sound Machine) y Michael J. Fox. Cada uno de estos artistas inyectó su estilo y carisma, facilitando una conexión genuina con nuevas audiencias y afianzando la posición de Pepsi como un emblema de modernidad y una actitud generacional vanguardista. Esta forma de trabajar con superestrellas se convirtió en un sello distintivo de Pepsi, demostrando su compromiso con el mensaje de ser la "elección de una nueva generación".
Finales del siglo XX y principios del XXI: "Generation Next" y la adaptación continua
Al aproximarse el final del siglo XX, Pepsi reconoció la necesidad de renovar su mensaje para seguir siendo relevante frente a una generación emergente. Hacia 1997, la marca lanzó una nueva campaña bajo el lema "Generation Next", concebida para establecer un diálogo directo con la generación millennial y una cultura pop global en constante evolución.
Para lograr este objetivo, la marca una vez más se volcó a las figuras más prominentes del momento, esta vez centrándose en una nueva ola de artistas musicales. Celebridades como Britney Spears, Beyoncé, Pink y Ricky Martin protagonizaron campañas de alto impacto, caracterizadas por comerciales visualmente deslumbrantes. Posteriormente, figuras como Christina Aguilera y Shakira se unieron a esta iniciativa, extendiendo aún más el alcance internacional de la marca. Esta nueva fase no solo implicó una actualización estética, sino también un cambio en la sensibilidad de la marca: Pepsi se transformó en una insignia cultural que acompañaba a los jóvenes en un mundo cada vez más interconectado, multicultural y digital.
Continuando con esta línea, las siguientes campañas, como "Live For Now" lanzada en la década de 2010, mantuvieron esta estrategia, apostando por celebridades con un alto impacto viral y difundiendo mensajes centrados en la inmediatez del presente, el empoderamiento individual y la naturaleza instantánea de la cultura de las redes sociales. Este enfoque ha permitido a Pepsi conservar su lugar como un referente en el imaginario colectivo juvenil, adaptándose a las plataformas y los formatos que definen la comunicación contemporánea.
Desde entonces, Pepsi ha redefinido consistentemente el significado de ser la "bebida de una generación", ajustando su narrativa para resonar con los íconos, los valores y la estética de cada era, sin jamás perder su espíritu desafiante, optimista y plenamente arraigado en la cultura pop. Esta evolución ha sido una constante en la estrategia de la marca, permitiéndole mantener su relevancia a través de los cambios generacionales.












