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¿Es el interior de los coches la próxima frontera a conquistar por los anuncios?

Por Redacción - 24 Enero 2018

¿Hay algún espacio que quede todavía libre de publicidad? Posiblemente, si se les pregunta a los consumidores (que están, no lo olvidemos, bastante cansados de los anuncios y de que estos los acechen en cada esquina) estos dirán que no, que ya no queda ningún lugar por conquistar por los anuncios. La publicidad está en todas partes y llega a los consumidores desde todos los lugares. Se mire a donde se mire, hay anuncios. Hay anuncios en los medios, hay anuncios que esperan en los reposacabezas de los medios de transporte públicos, hay anuncios en los baños públicos… Parece que ya no queda ningún espacio por conquistar. Y, sin embargo, hay todavía nuevas fronteras por vencer.

La clave para la aparición de estos nuevos escenarios para la publicidad está, al final, en la aparición de nuevas pantallas y en la inclusión de nuevos elementos en el hogar inteligente. No hay más que pensar, por ejemplo, en el mercado potencial de los asistentes de voz. Estos dispositivos, altavoces inteligentes que interactúan con el usuario, están en pleno nacimiento y expansión y se están convirtiendo en un nuevo potencial escenario para la publicidad. Pero ellos no son más que un elemento más en un mar de potenciales nuevos soportes publicitarios.

Al fin y al cabo, si tiene una pantalla podrá llevar directamente anuncios y cada vez hay más pantallas en nuestro día a día. Los ciudadanos tienen pulseras y relojes inteligentes, por ejemplo, y circulan en automóviles con cada vez más funcionalidades y que empiezan a incluir también sus propias pantallas y sus propios asistentes de voz. Y ahí podría estar otro nuevo espacio emergente para los anuncios, uno además con mucho potencial.

Los vehículos son lo que nos lleva de un punto a otro y lo que nos conduce muchas veces a nuestros espacios de consumo. Vamos en coche al súper, al centro comercial o a la tienda de muebles en la que queremos adquirir el sofá con el que cambiar el salón y por supuesto lo usamos para hacer escapadas, escapadas en las que muchas veces buscamos on the go el hotel en el que vamos a dormir o el restaurante en el que vamos a hacer la parada para comer.

Publicidad integrada en los sistemas del coche

Todo esto lo hacemos dentro del coche y todo esto lo hacemos además cada vez más echando mano de la tecnología que tenemos dentro del mismo. Todas esas decisiones están cada vez más influidas por lo que nos recomiendan nuestros dispositivos móviles y sus aplicaciones, pero también - y especialmente a medida que los coches se vuelven más inteligentes - por lo que aportan los sistemas de navegación, los sistemas abordo o lo que vemos en las pantallas integradas. Y esas pantallas están ya intentando convertirse en los próximos soportes publicitarios.

Algunas empresas están probando ya a incluir en los sistemas del propio automóvil publicidad. Los anuncios están geolocalizados, lo que hace que lleguen al consumidor cuando este esté cerca de los lugares en los que están los establecimientos que ofrecen esos productos o servicios. Es decir, el sistema de navegación del coche te avisaría de la oferta de la pizzería por la que vas a pasar en breve o te recordaría que tal gasolinera te ofrece un precio más competitivo en repostaje. Los anuncios serían por tanto algo personalizado y ligado a la experiencia que el consumidor está teniendo en ese momento.

Los anuncios se mostrarán solo cuando el vehículo esté parado, ya sea aparcado o en un semáforo, para que los anuncios no sean un peligro para la seguridad vial.

Lo complicado es hacer que para el consumidor tener estos anuncios parezca algo atractivo, ya que vería cómo los anuncios entran en un entorno en el que hasta ahora no hay publicidad, pero en el que sí cuenta en cierto modo ya con los servicios que los anuncios parasitarían. Los anuncios irían ligados a sistemas de navegación que funcionan como un extra sobre lo que ya existe de media en los vehículos y que los fabricantes de automóviles no incluyen porque resultan demasiado caros. La publicidad haría que meter el sistema de serie fuese posible y el consumidor podría eliminar esos anuncios a posteriori pagando una cuota extra.

Anuncios proyectados en el parabrisas

Esta sería además una posibilidad, pero no realmente la única. Algunas estimaciones apuntan que los servicios ligados a datos en los coches podrían mover miles de millones de dólares en 2030. El mercado tendrá por tanto un amplio potencial en el futuro, pero está todavía por descubrir y por explotar.

Otra de las cuestiones en las que trabajan los fabricantes de vehículos y las empresas de tecnología es en la de cambiar la naturaleza de los parabrisas, que se podrían convertir en una suerte de pantallas inteligentes en el futuro. Los conductores podrían recibir ahí directamente información, como instrucciones para llegar a una dirección o información sobre el estado del vehículo. Por ejemplo, en el momento en el que se esté quedando sin gasolina, el asistente del vehículo lanzaría una alerta en el parabrisas y pasaría a desplegar ahí una serie de opciones.

La idea parece de ciencia ficción, pero no lo es tanto. Los fabricantes de vehículos ya están, de hecho, comprando el mismo cristal que usa Apple para sus iPhones.

Por supuesto, también podrían recibir en este espacio anuncios. El parabrisas podría así la publicidad directamente frente a los ojos de conductores y copilotos. Como apunta un analista de Bloomberg, "poseer el interior del vehículo es crítico, es donde realmente el dinero se está haciendo. El valor real está en las oportunidades para los anuncios".

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