Por Redacción - 26 Agosto 2025
Los pronósticos sobre el ocaso de los buscadores tradicionales, impulsados por el ascenso de la inteligencia artificial, no logran encontrar un asidero firme en la realidad del comportamiento digital de los usuarios. Lejos de presenciar un éxodo masivo de Google hacia plataformas como ChatGPT, los datos más recientes sugieren un fenómeno mucho más intrincado y, a la vez, prometedor. La inteligencia artificial generativa no está suplantando la forma convencional de buscar información; más bien, se está convirtiendo en una herramienta adicional que los usuarios integran a su repertorio digital. Esta convivencia, lejos de ser un campo de batalla, conforma un ecosistema de búsqueda más vasto y con mayores posibilidades de interacción. El usuario moderno no se decanta por una única vía, sino que navega entre ellas, utilizando cada herramienta para propósitos distintos y complementarios.
Esta perspectiva se sustenta en un exhaustivo estudio de Semrush, una reconocida firma en el ámbito del marketing digital, que ha analizado una impresionante cantidad de datos para desentrañar el verdadero impacto de la inteligencia artificial en los hábitos de búsqueda. La investigación, basada en una muestra de 260.000 millones de registros anónimos de comportamiento en Estados Unidos, abarca un período significativo que va desde enero de 2024 hasta junio de 2025. Los hallazgos principales son reveladores: los usuarios que adoptaron ChatGPT no solo no redujeron su actividad en Google, sino que en muchos casos su interacción con el buscador se mantuvo estable o incluso aumentó ligeramente. Este patrón se observó consistentemente en tres grupos de usuarios: aquellos que recién se iniciaron en la IA en el primer trimestre de 2025, quienes no la utilizaban en absoluto, y aquellos con una experiencia prolongada desde principios de 2024. Los datos desmienten la idea de la sustitución y confirman una tendencia de expansión en el consumo de información.
La metodología del estudio ha sido diseñada para capturar la esencia de este cambio de hábitos. Al comparar el comportamiento de búsqueda en Google antes y después de la adopción de ChatGPT, los investigadores pudieron trazar una línea de tiempo clara. La evidencia gráfica demuestra que el primer contacto con la inteligencia artificial no desencadenó una disminución en las sesiones de búsqueda en Google; al contrario, se observó un incremento en la actividad, lo que pone de manifiesto una sinergia y no una canibalización. Fernando Angulo, Senior Market Research Manager de Semrush, ha enfatizado que el estudio no refleja una competencia de plataformas, sino una evolución en la forma en que las personas buscan y acceden al conocimiento. La inteligencia artificial no actúa como un reemplazo, sino como un compañero que enriquece la experiencia de búsqueda, ofreciendo respuestas directas y creativas que pueden, a su vez, generar nuevas consultas en el buscador tradicional.
Para las marcas y los profesionales del marketing, esta revelación trasciende la simple curiosidad estadística y se convierte en una valiosa guía estratégica. El miedo a que las nuevas tecnologías anulen las estrategias de SEO convencionales es infundado. La realidad dicta un camino de integración, no de exclusión. Las empresas deben seguir perfeccionando su posicionamiento en Google, a la par que exploran y desarrollan tácticas para ser relevantes en el ámbito de los motores de inteligencia artificial. El usuario de hoy se mueve con fluidez entre ambos espacios, eligiendo la herramienta que mejor se adapte a su necesidad del momento. Un ejemplo podría ser que un usuario utilice ChatGPT para una lluvia de ideas o para obtener una respuesta concisa a una pregunta específica, y luego recurra a Google para profundizar, verificar la información o explorar una variedad de fuentes y perspectivas. Este comportamiento híbrido demuestra que el valor del buscador no ha disminuido, sino que su función ha sido redefinida y ampliada en un ecosistema digital más complejo.
La principal conclusión del estudio es que la inteligencia artificial generativa ha amplificado el universo de búsqueda en lugar de reducirlo. Para las empresas, esta realidad representa una oportunidad única. Aquellos que entiendan que el terreno no se ha borrado, sino que se ha expandido, estarán mejor posicionados para conectar de forma más efectiva con sus audiencias. La clave está en no ver la inteligencia artificial como un rival, sino como una herramienta que abre nuevas vías para la creación de contenido, la interacción con los usuarios y la construcción de la marca. La integración estratégica de ambas plataformas será lo que defina el éxito en los próximos años, permitiendo a las marcas no solo mantener su relevancia, sino también expandir su alcance y su influencia en el vasto mar de la información digital. Este nuevo escenario no es el fin de una era, sino el inicio de una fase de coexistencia más rica y multifacética.











