Por Redacción - 12 Septiembre 2025
A lo largo de los años, las pruebas A/B han sido una herramienta fundamental en el arsenal de los especialistas en marketing. Lo que en el pasado era una práctica casi exclusiva de los anunciantes de correo directo, ahora, en pleno 2025, ha trascendido fronteras y se ha consolidado como un pilar esencial en la estrategia de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) de todos los sectores. Este resurgimiento se ha visto impulsado, de manera notable, por la integración de la inteligencia artificial, una fuerza transformadora que ha optimizado y humanizado el proceso, facilitando una toma de decisiones más ágil y precisa. Según un estudio de Unbounce, en colaboración con Ascend2, la adopción de la IA en este campo ha mostrado resultados tangibles: un impresionante 90 % de las PYMES que han incorporado esta tecnología a sus pruebas A/B han experimentado mejoras, con casi cuatro de cada diez reportando una mejora significativa en sus procesos.
A pesar de los avances tecnológicos y el evidente éxito, el camino hacia la optimización no está exento de obstáculos. Las marcas, sin importar su tamaño, se enfrentan a desafíos persistentes que complican la aplicación y el análisis de las pruebas. La falta de recursos, ya sea en términos de tiempo, herramientas o presupuesto, se presenta como el principal impedimento, afectando a más de la mitad de las empresas encuestadas. De la mano de este, el tráfico limitado para obtener resultados estadísticamente significativos representa un escollo crucial, mientras que la complejidad y el tiempo que requiere la configuración, ejecución y análisis de las pruebas desanima a una parte considerable de los profesionales. A esto se suman las preocupaciones sobre la privacidad de los datos y el cumplimiento normativo, así como la insatisfacción con las herramientas de prueba existentes, lo que subraya la necesidad de soluciones más adaptables y eficientes en el mercado.
Para superar estas dificultades, los expertos sugieren una reevaluación estratégica de los objetivos. Ante un volumen de tráfico bajo o la necesidad de resultados rápidos, la clave puede estar en cambiar el enfoque hacia las microconversiones o métricas secundarias.
Por ejemplo, en lugar de centrarse únicamente en la tasa de compra final, se podría analizar la interacción con un formulario o la descarga de un documento, datos que, si bien no son la conversión principal, actúan como indicadores tempranos del interés del usuario y permiten extraer conclusiones valiosas con mayor rapidez. Este enfoque ágil y pragmático permite a las empresas, especialmente a aquellas con recursos limitados, capitalizar el potencial de las pruebas A/B y mantener un pulso constante sobre la efectividad de sus campañas.
El éxito de las pruebas A/B en las PYMES es un testimonio del valor que estas empresas le otorgan a la optimización.
Más de cuatro de cada diez encuestados afirman tener un gran éxito con esta práctica, mientras que la gran mayoría, el 54 %, reporta haber alcanzado un éxito moderado. Esto demuestra una clara comprensión del papel que juega la mejora continua en su estrategia de crecimiento. La motivación detrás de este esfuerzo es clara y multifacética, con un enfoque primario en la mejora de las tasas de conversión y la optimización de las campañas de marketing. Sin embargo, también se reconoce la importancia de la experiencia del usuario, un factor cada vez más determinante en la fidelización del cliente. Otros objetivos, como la prueba de características de producto, la mensajería y la reducción de la pérdida de clientes, reflejan una visión holística que va más allá de la simple captación y se adentra en la construcción de relaciones duraderas.
La elección de los canales para aplicar las pruebas A/B revela una marcada preferencia por las plataformas con mayor interacción directa y volumen de datos.
En este sentido, el correo electrónico y los sitios web se posicionan como los canales principales, utilizados por más de la mitad de las empresas. Su versatilidad y la posibilidad de segmentar audiencias los convierten en un campo de pruebas ideal. Las campañas sociales pagadas, las páginas de destino y las comunicaciones móviles también se benefician de esta metodología, aunque en menor medida. En cuanto a las herramientas, la mayoría de las empresas recurren a una combinación de análisis web con pruebas manuales, mientras que una parte considerable utiliza las herramientas integradas en sus propias plataformas de gestión de contenido (CMS) o de marketing. Este abanico de opciones, que incluye también las plataformas dedicadas y las herramientas internas, evidencia la búsqueda de soluciones que se adapten mejor a las necesidades específicas de cada empresa, marcando una tendencia hacia la personalización y la integración tecnológica para llevar las pruebas A/B al siguiente nivel.
El valor de las pruebas A/B se ha vuelto indiscutible, y las cifras más recientes respaldan esta realidad. Se estima que el mercado global de herramientas de pruebas A/B alcanzará los 850.2 millones de dólares en 2024, con un crecimiento constante hasta los 1.08 mil millones de dólares para 2025. Más allá del valor del mercado, el 77 % de las empresas en todo el mundo ya implementan esta práctica en sus sitios web. En un contexto de constante cambio, la velocidad es un activo invaluable. Las organizaciones están buscando iteraciones más rápidas para implementar cambios y maximizar los beneficios. Sin embargo, el desafío persiste en encontrar el equilibrio adecuado entre velocidad y precisión, asegurando que las decisiones sean sólidas y basadas en datos confiables.
En términos de canales, el correo electrónico sigue siendo un pilar clave, con el 59 % de las empresas que lo utilizan para campañas de A/B testing. Dentro de este canal, el 39 % de las empresas a nivel global priorizan las pruebas de títulos de correo electrónico, seguidos por un 37 % que evalúa el contenido y un 36 % que prueba los tiempos y fechas de envío. Este enfoque detallado demuestra un compromiso con la optimización granular que, según algunos estudios de 2024, ha logrado incrementar las tasas de conversión en más de un 400 % en el diseño de la experiencia de usuario (UX) y en un 15 % en la redacción de llamadas a la acción (CTA).
A pesar de que el 63 % de las empresas considera que la implementación de pruebas A/B es sencilla, persisten desafíos como la limitación del tamaño de la muestra, lo que a menudo lleva a conclusiones apresuradas. La falta de una hipótesis clara y la omisión de métricas secundarias son errores comunes que pueden distorsionar los resultados. Por ello, en 2024, la conversación se ha movido hacia la experimentación ética y la adopción de modelos más avanzados como los multi-armed bandits, que utilizan aprendizaje automático para asignar tráfico de manera dinámica a la variación que mejor se desempeña. Este tipo de herramientas, junto con la proliferación de soluciones basadas en la nube, están haciendo que las pruebas sean más accesibles y eficientes para un espectro más amplio de empresas, independientemente de su tamaño.











