Por Redacción - 20 Octubre 2025
La ciudad de Málaga se erigió, el pasado 15 de octubre de 2025, como el epicentro de un debate crucial sobre la convergencia entre la inteligencia artificial y el ingenio humano. El evento "Scaling Creativity with AI", impulsado por la tecnológica española Freepik, reunió a líderes de opinión de compañías con la talla de Google, WPP y Wonder Dynamics, con la finalidad de trazar las coordenadas de un futuro donde la IA no solo transforma, sino que redefine por completo los procesos creativos, empresariales y formativos. Lejos de un enfoque puramente tecnológico, la jornada se centró en la dimensión estratégica y, ante todo, humana de esta revolución, analizando cómo la IA moldea el talento, el liderazgo y la ética en la industria.
La apertura de la jornada, a cargo de Justin Hackney, cofundador y director creativo de Wonder Studios, resonó con un optimismo audaz. Hackney sostuvo que la inteligencia artificial no es solo una herramienta, sino el catalizador de un "auténtico renacimiento creativo". En su visión, la tecnología está democratizando la expresión artística al permitir que cualquier persona con acceso a un ordenador pueda materializar su visión, un hecho que califica como una "revolución cultural". Este cambio se manifiesta de forma palpable en el sector audiovisual, donde la IA posibilita la producción de contenidos de alta calidad con unos presupuestos considerablemente reducidos. Subrayando su compromiso con este nuevo paradigma, Hackney anunció la puesta en marcha de una incubadora de talentos, diseñada para identificar y dar soporte a los "nuevos Spielberg" de la era de la inteligencia artificial, demostrando que la tecnología ya no es una barrera, sino una plataforma para el descubrimiento de voces inéditas.
Desde una perspectiva de liderazgo corporativo, Glenn Wastyn, Head of B2B & Enterprise de Freepik, abordó la inevitable tensión entre el miedo al reemplazo laboral y la oportunidad profesional. Wastyn arrancó su ponencia con una contundente paradoja: "Si piensas que la IA va a robarte el trabajo, tienes razón. Pero si crees que es la mayor oportunidad de tu vida profesional, también tienes razón". Esta dualidad se enmarca en un contexto histórico donde cada avance tecnológico, como en su momento lo fue la electricidad, transforma profesiones existentes para, simultáneamente, generar un número mayor de roles más cualificados. La receta de Wastyn para las empresas es clara y se aleja de la sustitución: invertir en la formación del talento interno. Su argumento se basa en la lealtad y la productividad: "ya tienes a las mejores personas en tu empresa. Solo necesitan formación. Si inviertes en su educación, no solo serán más productivos, también serán más leales", afirmó, situando la capacitación en el centro de la estrategia de adaptación.
Un pilar fundamental de su discurso fue la ética en la aplicación de la IA, estableciendo una distinción crucial entre la herramienta y su utilización. Wastyn enfatizó que la falta de ética no reside en la inteligencia artificial per se, sino en la elección de su uso por parte del usuario. En este sentido, puso como ejemplo la postura de Freepik de autoimponerse restricciones en la generación de imágenes que puedan vulnerar sus valores corporativos, transformando el debate de uno centrado en la tecnología a uno enfocado en la responsabilidad. En un contexto de preocupación por la seguridad y la legalidad, el ejecutivo detalló cómo Freepik Enterprise, el servicio B2B de la compañía, busca mitigar estos riesgos. La plataforma funciona como un ecosistema privado y controlado, permitiendo a las organizaciones personalizar el uso de la IA, desde la gestión de recursos y la selección de modelos adaptados a sus necesidades, hasta la definición de flujos de trabajo creativos específicos, todo ello dentro de un marco contractual y seguro. Esta aproximación demuestra que escalar la creatividad con IA requiere tanto potencia tecnológica como la creación de espacios fiables, controlados y con un propósito ético.
El debate se enriqueció con la posterior mesa redonda, que contó con la participación de Rana Raouf Farag, Head of Cloud AI Architecture para EMEA-S de Google; Chema León, Executive Creative Director de Design Bridge & Partners (WPP); y Paula Vivas, Head de Marketing para EE.UU de Freepik, moderados por Manuel G. Pascual de El País. Raouf Farag de Google se centró en la gestión del cambio dentro de las estructuras organizacionales, señalando que la clave del éxito no radica en la mera implementación de software, sino en la capacidad de "convencer a los equipos y cambiar la forma en que trabajan". Coincidiendo con Hackney, la experta de Google destacó el rol democratizador de la IA, permitiendo que talentos emergentes, que antes estaban supeditados a las grandes estructuras corporativas, puedan ahora producir contenido audiovisual o diseño digital de forma independiente desde cualquier lugar, acortando la brecha de acceso a las profesiones creativas y técnicas.
Por su parte, Chema León de WPP aportó una visión desde el núcleo de la publicidad, reconociendo el cambio estructural, pero defendiendo la primacía de la inventiva humana. El ejecutivo aseveró que "las ideas siguen siendo escasas y, por eso mismo, valiosas", situando la inteligencia artificial como un mero facilitador al servicio del talento y no como un fin en sí mismo. Para León, la verdadera ventaja competitiva no reside en la rapidez de adopción tecnológica, sino en la integración de estas herramientas para "pensar mejor", volviendo a poner la emoción y la estrategia que son intrínsecamente humanas en el centro del proceso creativo. Complementando esta perspectiva, Paula Vivas de Freepik ofreció una dosis de realismo sobre el estado actual de la IA corporativa. Vivas desmintió la existencia de "compañías expertas en IA", afirmando que este conocimiento se está "construyendo en tiempo real, entre todos". En su análisis, la ventaja no es para el pionero, sino para quien demuestre una mayor capacidad de aprendizaje, adaptación y aplicación de la tecnología. La ejecutiva de marketing también elevó la curiosidad y la actitud de aprendizaje continuo a la categoría de "habilidades estratégicas" para los profesionales del futuro. Vivas concluyó que la parte técnica se puede formar, pero el impulso innato por explorar lo nuevo es el verdadero activo que, en el actual contexto tecnológico, supera el valor de cualquier herramienta o programa específico.
La celebración de "Scaling Creativity with AI" refuerza la posición de Freepik como una de las voces europeas más influyentes en la discusión sobre la intersección de creatividad, tecnología y responsabilidad. El encuentro sirvió para subrayar un mensaje clave: el futuro de la industria creativa no depende únicamente de la potencia de los modelos o la capacidad de cálculo, sino que se cimenta en una visión humana clara, un propósito definido y una colaboración fluida entre empresas tecnológicas, creativas y los agentes educativos.












